Dennis
Sigo sin creer que dentro de mí unas pequeñas personitas están formándose, puedo sentir mi corazón latiendo con fuerza, sonriendo aprieto los papeles en mi pecho, pequeñas lágrimas de felicidad escurren por mis mejillas, tendré mi propia familia, nunca más estaré solo, ahora tengo razón por la que vivir.
Lo único que me preocupa ahora es como se lo tomara Leonid, hay una gran posibilidad de que no le gusten los niños, aunque pensándolo bien, en la fotografía que vi en el libro se veía lo contrario, aun así, esperaré, debo encontrar el momento adecuado, por ahora yo solo me encargaré de cuidarlos y alimentarlos.
Sin poderlo evitar entro a una tienda de ropa para bebés, mujeres y algunos hombres con un estómago bastante grande están parados aquí y allá, feliz camino hasta una sección de zapatitos de tela muy suave, todos son bordados, sonriendo elijo dos de color blanco con un cordón del mismo color, acaricio mi mejilla con la suavidad, con mi corazón hinchado de felicidad y siendo casi imposible de evitar voy a la caja para comprarlos.
- Ustedes serán la luz que hacía falta en mi oscuro camino – Mientras me atienden acaricio mi vientre con lágrimas no derramadas, tendré que guardar este secreto, por ahora.
Una vez pagados los zapatitos salgo de la tienda y detengo un taxi para darle la dirección de la casa de Leonid, esperando que nadie llegué aún, no tengo ganas de explicar mi desaparición, lo único que quiero llegar a hacer es alimentar a mis pequeños.
***
Cuando termino de comer acaricio mi vientre con amor y dulzura, suelto un pequeño gemido por el débil dolor de mi espalda gracias a la caída, con ayuda de la mesa me levanto, tomo los estudios de la mesa para subir con mucho cuidado las escaleras, una vez en el cuarto de Leonid escondo los estudios debajo del colchón, los zapatitos los guardo entre mi ropa para que nadie pueda encontrarlos.
Sin poder dejar de sonreír me quito los tenis para así meterme entre las cobijas y taparme hasta el cuello, suelto un grito emocionado.
***
Después de mucho tiempo todos nos sentamos a comer juntos, Andrea nos preparó la comida, todos platican cosas del trabajo, siento que por estar yo aquí omiten muchas cosas, o solo ríen cuando se lanzan miradas, como si se hablaran con una simple mirada.
- ¿Haremos una cena especial cuando llegue Leonid? - Los chicos miran a Andrea quien sonríe, yo solo acaricio mi vientre con una sonrisa, pero dejo de hacerlo cuando Caín me mira con preocupación.
- ¿Te duele el estómago? Puedo darte unas pastillas o llevarte al médico - Todos dejan de hablar para mirarme preocupados, tragando el nudo de mi garganta niego con la cabeza.
- Estoy bien, no es necesario que se preocupen – Caín asiente no muy convencido, seguramente es obligado a preocuparse por mí.
Cuando terminamos de comer Andrea reparte tareas domésticas, para mi suerte solo debo barrer la cocina y limpiar la mesa, a Caín, Stephen y Jack les ha tocado limpiar los baños, entre refunfuños caminan a estos con escobas y cubetas en manos.
Desde la cocina puedo escuchar como los tres chicos quieren vomitar en el baño, suelto una pequeña risita.
- ¡Que puto asco! - Salgo de la cocina para asomarme a las escaleras, los tres chicos corren escaleras abajo.
Caín es el primero que baja las escaleras, después le sigue Jack y al último Stephen.
Stephen se resbala y cae encima de los otros, vomitándolos al proceso.
- ¡Hijo de puta! - Jack quien se embarro más, ahora vomita encima de Caín.
Miro la mano de Stephen que esta embarrada de lo que parece ser popo, haciendo una mueca de asco se limpia en el cabello de Jack.
Siguen vomitando unos arriba de otros, cubro mi boca y nariz cuando el olor comienza a darme asco, dándome así ganas de vomitar también.
- ¡¿Que creen que hacen?! - Andrea sale del comedor seguida de Mario.
Se tranquilizan y dejan de vomitar, aún hacen el sonido de querer volver hacerlo.
- El pendejo de Caín metió mi mano en la basura y mi mano se llenó de caca – Sonrío cuando Stephen limpia por segunda vez su mano en el rostro de Caín, este lo agarra y comienzan a forcejear antes de que Caín lo tire al suelo y le vomite en la cara.
- ¡Maldito! ¡Entro a mi boca! - Caín lo deja en el suelo y se levanta.
- ¡Cállense y métanse a bañar! ¡Ahora! - Miro a Jonathan quien entra con una escoba en mano.
No queriendo vomitar también, entro de nuevo a la cocina para seguir barriendo, que manera tan rara de llevarse, fue gracioso, pero muy asqueroso.
- ¡Hermano! - Aprieto la escoba cuando el grito de Andrea me sorprende.
- ¿Qué diablos paso? - Me asomo y Leonid mira a los 3 hombres llenos de vomito.
- Fue culpa de Caín, pero ahora limpiamos - Jack y los otros comienzan a limpiar.
Nervioso de hablar con Leonid, entro a la cocina para lavar los trastes.
- ¿Dennis? - Aprieto mis labios, intentando no hacer caso.
Me estremezco cuando unas manos envuelven mi cintura y unos besos recorren mi cuello.
- Ahora soy todo tuyo pequeño - Sin poder seguir evitándolo me volteo y llevo mis brazos a su cuello.
Me alza en brazos y pone mis piernas a cada lado de su cintura, su miembro se restriega con el mío, mostrándome su gran excitación, suelto un pequeño gemido.
- No puedo esperar para hacerte mío - Sonrío cuando comienza a caminar, seguramente a la habitación.
******
¡Comenten!

ESTÁS LEYENDO
★//Dulce Amor//★ (+18) TERMINADA
Short StoryContenido solo para adultos. (HISTORIA ORIGINAL, COMPLETAMENTE MÍA) • Si eres una persona de mente cerrada, te recomiendo buscar otra historia. (Prohibida cualquier adaptación o copia sin permiso) (Yaoi - Mpreg) - (Male pregnancy) ♦ No importa dónd...