Dennis
- Esto es tan delicioso – Es la primera vez que pruebo el algodón de azúcar y es sumamente delicioso, también es la primera vez que vengo a una feria, aunque siendo sinceros no me llama la atención subirme a un juego, lo único que quiero es comer y comer ricos dulces de diferentes formas y colores.
- Aquí tienes bebé - Asiento con una gran sonrisa a Leonid quien ha ganado otro enorme oso de peluche para mí, lleva exactamente 6 peluches y me es casi imposible comer y cargarlos.
- ¡Eres muy bueno disparando! - Frunzo el ceño cuando veo como su cuerpo se tensa por completo, para luego darme una sonrisa forzada.
- Supongo que sí, vámonos - Me agarra de la mano y nos lleva a una pequeña cafetería.
Me siento sumamente asustado, nervioso y emocionado, dentro de la pequeña mochila que traigo están los estudios y la ecografía, quiero decirle a Leo de los bebés.
- ¿Porque te pusiste así Leo? - Lo veo pasar su mano en su cabello, está muy nervioso.
- Por nada y mejor cambiemos de tema, tengo mucha hambre - Entramos a la cafetería y nos sentamos al lado de la ventana, Leo de inmediato pide el menú para poder ordenar la comida.
- Leo debo decirte algo muy importante y quiero que lo tomes con calma, por favor- Levanta su mirada para así mirarme sumamente serio.
- ¿Que pasa cariño? - Deja el menú en la mesa, puedo ver en sus ojos miedo, seguramente piensa que lo voy a dejar o algo similar.
- No sé si sabias que hay un porcentaje de hombres que tienen el aparato reproductor femenino y así pueden tener hijos – Lo veo asentir con la cabeza mientras entrecierra los ojos.
- Si lo sabía, te lo enseñan en el último grado de primaria y lo retoman en secundaria – Temblando saco los papeles de mi mochila y se los entrego, Leo los agarra confundido.
- Soy de ese porcentaje - Comienza a revisarlos, después de hacerlo una enorme sonrisa se forma en su rostro.
- ¡Es la mejor noticia que me han dado! - Se levanta de la silla para acercarse a mí y darme un dulce beso en los labios, sonriendo acaricia mi estómago, estoy a punto de llevar mi mano a la suya, pero el ruido de su celular lo detiene a él y a mí, lo veo gruñir enojado.
- Dame un momento cariño - Saca su celular y contesta.
Pasan los segundos o minutos y puedo ver como se está enojando cada vez más.
- ¡Ahora mismo voy! - Cuelga y me mira aun enojado y seguramente frustrado, afortunadamente no es conmigo, ahora me puedo sentir relajado, el nudo de mi garganta se ha ido.
- ¿Que pasa Leonid? -
- Nos tenemos que ir bebé, Jonathan tuvo un accidente, agarra tus peluches, Jonathan... maldito estúpido - Agarro todos mis peluches y los abrazo en mi pecho, Leo me ayuda a levantar y sacándome un grito me carga en brazos para correr por toda la feria hasta su camioneta que está en el estacionamiento.
Me acomoda en el asiento del pasajero para luego agarrar mis peluches y aventarlos a la parte trasera, temblando agarra el cinturón y me lo pone, corre al lado del conductor y nos lleva al hospital.
***
Que horrible, a Jonathan le han disparado en la pierna, ¿En qué demonios está metido y porque si se encuentra en problemas no le pide ayuda a Leonid?
Tal vez tenga miedo de que Leonid se enfade con él, yo también tendría miedo si estuviera en su lugar
Suspiro sentando en la sala de espera, todos, menos yo, están con Jonathan, desafortunadamente no me dejaron entrar, los demás les dijeron que son sus hermanos, pero a mí no me creyeron, Leonid iba hacer un escándalo, pero le dije que esperaría, que entraran ellos, no pasaba nada.
Siendo completamente sinceros me siento horrible por no verlo, ya sabía que no soy de la familia, pero que te lo digan unos doctores y enfermeras duele todavía más.
No importa, tengo mi propia familia dentro de mí.
Con lágrimas en los ojos me levanto de las duras sillas de metal y salgo lentamente del hospital, acaricio mi vientre lentamente, se ha vuelto un hábito acariciar mi estómago cuando me siento solo o triste, ellos me hacen saber que no estoy solo.
Levanto la mirada y frunzo el ceño profundamente cuando me doy cuenta de que mis pies me han llevado por si solos, doy vuelta intentando regresar al hospital, pero los grandes edificios me impiden ver, doy un brinco asustado cuando veo gente correr hacia mí, para mi suerte todos me esquivan y siguen corriendo, se escuchan sus gritos y el sonido de las patrullas.
Me estremezco cuando me agarran de las muñecas y me azotan en la pared, gruesas lagrimas caen de mis ojos cuando unos oficiales comienzan a leer mis derechos y esposarme.
- Espere yo.... - Suelto un gemido de dolor cuando me agarran del cuello con demasiada fuerza.
- Tiene derecho a guardar silencio – Me arrastran a la patrulla y me meten a esta de manera brusca.
***
Caigo de rodillas cuando me avientan a la celda, suelto grandes sollozos intentando explicarme de nuevo, pero simplemente me ignoran como un perro.
- El lunes tendrá derecho a su llamada, que duerma bien - Ríe junto con su otro compañero.
- ¡Yo no hice nada! - Me levanto temblando y me acerco lo más que puedo a los guardias.
- Todos dicen lo mismo niño - Veo a mi alrededor y la celda está completamente vacía, excepto dos chicas hechas bolita en el suelo, seguramente dormidas.
Me acomodo en el duro suelo y abrazo mi vientre entre lágrimas.
¿Hasta el lunes? Estamos a miércoles...
***
Temblando de frio salgo de la celda y los guardias me llevan hasta un teléfono, lentamente marco el numero de la casa, sollozando lo llevo a mi oreja.
Afortunadamente nos dieron comida y logré alimentar a mis bebes, aun así, me siento sumamente débil.
- ¿Bueno? - Es la voz de Andrea, se escucha sumamente preocupada.
- Andrea soy yo, necesito tu ayuda, tengo mucho miedo - En este momento los sollozos son incontrolables.
- ¡¿Dennis?! - Se escuchan gritos del otro lado del teléfono.
- ¡¿Andrea?! - El tiempo se acaba.
- ¡Cariño llevas días desaparecido! ¡¿Dónde estás?!- Es la voz de Leonid, llevo mi mano a mis labios, intentando no gritar.
- Estoy en la cárcel, me culparon por algo que no hice – De nuevo comienzo a sollozar.
- Iré por ti mi amor no te preocupes. Dime, ¿Te golpearon el vientre? - Se escucha sumamente desesperado y asustado.
- Yo... no -
- Escúchame atentamente amor, cuenta exactamente 10 minutos, cuando ese tiempo pase te pondrás en un rincón, te taparas los oídos y esperaras con los ojos cerrados, escuches lo que escuches no te moverás ni abrirás tus ojos, ¿Entendido? - Estoy por responder, pero me quitan el teléfono de mis manos.
- Se acabo tu tiempo niño - Suspirando camino de nuevo a la celda y me siento en el piso.
Suelto una pequeña risita mientras acaricio mi vientre, solo tenemos que esperar a que su papi nos saque de aquí
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★//Dulce Amor//★ (+18) TERMINADA
ContoContenido solo para adultos. (HISTORIA ORIGINAL, COMPLETAMENTE MÍA) • Si eres una persona de mente cerrada, te recomiendo buscar otra historia. (Prohibida cualquier adaptación o copia sin permiso) (Yaoi - Mpreg) - (Male pregnancy) ♦ No importa dónd...