Especial:

91 7 0
                                    

Hace siete años en una calle de Tokio

Cuánto tiempo habrá pasado desde la última vez que su sonrisa fue verdadera? No, el no podía pensar así, el es el hermano mayor y le prometió a su madre que sería fuerte, tanto por el, como para su hermanito Senjuro y su padre quien otra vez estaba bebiendo, no se reponía de la tristeza por la muerte de su madre. Hace cuánto había pasado el entierro? Cuántas horas lloro en silencio? Cuántas veces su padre lo encontró llorando y lo golpeó estando ebrio?

-- Necesito un respiro -- y así fue como el rubio dejo a su hermanito de cuatro años dormido en su cuarto. Después de pasar llave, salió corriendo de la casa antes de que su padre se diera cuenta.

Ya era de noche, no había mucha gente en la calle por lo tarde que era. Estando muy lejos de su casa empezó a sentirse más tranquilo, pensando... Tratando de olvidar el entierro de hace dos años, los moretones que escondía la ropa, Senjuro preguntando cuando volverá mamá? ... Solo quería olvidar, olvidar lo que se sentía ser Kyoyuro Rengoku y no ser fuerte aunque sea un rato, el solo tenía 11 años, solo quería ser un niño.

-- sniff sniff sniff -- se escuchó un sollozo a una corta distancia.

De dónde proviene? El rubio se acercó al origen del sonido, un callejón oscuro donde se encontraba una niña sentada en el suelo abrazando sus piernas, de cabello rosa algo corto, tenía puesta una franelilla u unos shorts cortos a pesar del frío que hacía, su brazo izquierdo y su rostro estaban cubiertos de moretones y rasguños, pero lo que más llamo la atención del pequeño Rengoku fue su mirada, sus ojos amarillos como el fuego con una mirada agresiva y fría como el hielo, que a pesar de estar llorando parecía dispuesta a pelear a muerte si era necesario.

La niña le dió una mirada rápida al rubio, se levantó rápidamente y tenso sus puños frente a ella como para protegerse.

--Q-quien eres?! Sabes que? No importa solo vete! -- su voz se escucha enojada? Asustada? Kyoyuro siempre fue un niño bajito, la niña frente a el, le ganaba en altura aunque parecían de la misma edad, ella no podía estar asustada de el o si?

-- Estás bien? Eso parece que duele -- señaló las marcas en su rostro.

--¡Eso que te importa! Te dije que te fueras!

-- ¿Eso te lo hizo tu papá? -- respondió el pequeño levantando el suéter que cargaba dejando ver su abdomen con unas marcas morada que lo cubrían casi por completo, la contraria miro sorprendida y en silencio -- Papá también me lastima a mi, pero no es todo el tiempo, se que el me quiere y solo está triste -- volvió a cubrirse y la miro con una sonrisa -- ¿Tu papá también está triste? A mí me duele mucho cuando me golpea, pero me duele más cuando miro los morados... Es algo raro, me duele aquí -- señaló su pecho -- a ti también te duele cuando tú papá está triste?

-- ... Mi papá no me pega -- ella respondió bajando los puños y desviando la mirada -- fue un señor que trabaja en una farmacia...

-- Mmm?-- el rubio ladeó la cabeza confundido.

-- Trate de robar un remedio para mí papá... El está muy enfermo y mi hermano y yo no tenemos como conseguir el remedio! -- se abrazo a si misma mientras lágrimas escurrían de sus ojos -- el se va a morir y todo por qué no soy lo suficientemente fuerte!! -- empezó a jalar su cabello -- El va a morir y será mi cul-...-- no pudo terminar ya que sintió un abrazo de parte del Rengoku, las lágrimas de la niña empezaron a caer en mayor cantidad y sus sollozos se escucharon con más fuerza -- M-mi papá va a morir y todo por que en lugar de hacer algo estoy aquí llorando...

Podrías quedarte así? regokuxakazafemDonde viven las historias. Descúbrelo ahora