Alma Gemela

Alma gemela arrepentido

Yuta llegó a su departamento con un dolor tremendo de estómago. Sabía que había hecho lo correcto. Pero hacer lo correcto, no necesariamente significaba que le gustara.

Okkotsu deseaba fervientemente ser amante, novio y esposo de Toge.

¿Donde podría encontrar a un alma gemela tan amable, tierno, travieso y...sexy? Porque lo era, no iba a mentir, Inumaki tenía un trasero que sería la envidia de cualquiera y una cintura hermosa, su rostro adorable le daba el toque indicado, una sensualidad inocente que lo volvía loco...

—Demonios —se dijo —me estoy arrepintiendo de no aceptar su propuesta de ser algo más que amigos...no, no y no, debo mantenerme firme, es lo más sano...pero que ganas de ser un insano, raptarlo de sus amigos y mantenerlo... Por estos pensamientos es que voy a terapia —suspiro resignado— Aparte de depresivo, pervertido y caliente ¿Ahora psicópata? Otra cosa más que contarle a mi psiquiatra —penso — Pobrecita, terminará lleno a terapia por mi culpa, seguramente pensará que no me cobra lo suficiente.

En eso suena su alarma. Tenía como veinte. Siete eran para despertarse por las mañanas. Otras para recordarse almorzar correctamente y comer por las tardes algo liviano.

Antes tenía una rutina, que no sabía cómo seguía estando vivo. Ahora al menos parecía un día de un humano normal, bueno... medianamente normal.

—Voy mejorando en varios aspectos — se dijo prácticamente felicitándose — y jodiendola en otros —se contraatacó así mismo — pedazo de tarado, teníamos la oportunidad allí mismo y lo dejaste pasar.

Genial, ahora esquizofrénico ¿Que más le faltaba?

—Ser un buen novio para Toge —volvio a hablar consigo mismo.

Enserio debía dejar ese hábito tan raro de hablarse y contestarse solo. Si Toge lo viera, seguramente lo mandaría a exorcizar. Por qué Inumaki no lo dejaría solo, su alma gemela era buena, pero seguramente tendría sus límites.

Por el momento su meta era, ser un buen amigo de Toge.

Amarrarse las manos para no tocarlo.

Y mejorar su vida y transformarse en un humano común.

Continuará......