Galleta [🍪] Chan y Tú. OMEGAVER.

Capítulo 2. Vainilla.

En Chan la nueva compañía era agradable, desde la primera noche en la que paso con su prometida ahora la veía en uno de esos dulces momentos en la tarde. Ahora no era el cojín de aquella oficina era la de su sala, la que se encontraba abrazando con su aroma. Ella se encontraba viendo a Chan, en una mirada tan relajada a contrario de las otras veces.

−Hm.

−Awww. Me alegra verte más relajada, ____.

El primer día sentía Chan que estaba mejorando, ____ al ser tan tímida apenas fue la primera medicina recetada por el psiquiatra lo que hizo soltarse de Chan. Desde que salieron con una promesa de su ceremonia de bodas tradicional, se habían vuelto uña y mugre, en una situación que al optimista Chan le gustaba, ahora estaba sentado en el sofá, dejando que ella tome su mano y se una a su lado.

____, disfrutaba de la abrumadora temperatura del Alfa, a comparado de la casa en la que fue acogida parecida ser un hogar más reconfortante, uno el que se tenia que distraer su mente en diferentes figurillas de madera, relojes en la pared y algunas figuras de animales talladas por Chan, sin mencionar el dulce aroma a madera y el alfa.

−El tutor Lee dijo que te supervisaría una vez a la semana para asegurarte que estés cómoda. −Repasa Chan desde su cuadernillo de notas− Tenemos reunión con el especialista y que te encuentres, segura. ¿Te sientes bien?

−Hm.

−He pensado en que podemos conocernos más, aun faltan semanas para trabajar y nos dieron un año para nuestra ceremonia, así que no tenemos prisa. −Deja sus notas para sonreírle− Nunca conocí un Delta. ¡Eres encantadora!...

Chan miraba los ojos soñolientos asentir, fue el primer bostezo y sus ojos que talla, el primer sonrojo de Chan, buscando ____ la forma de acomodarse entre varias ondulaciones de músculos en los brazos del alfa.

−Descansa, no te preocupes...

Quedando a un punto de saber que está dormida la acomoda al gran sofá, usando una pequeña manta mientras ella sigue abrazando el cojín. En un momento de sentido, mientras Chan observa la televisión piensa que su rutina cambiaria por el bien de su Delta, fue al final de su registro que le planearon algunos de los estragos de su prometida, en una situación que se encargaría con ayuda de especialistas.

Fue una hora en la que un activo Chan se puso hacer algunos quehaceres del hogar, fue al terminar el sueño de ___ que la hizo levantar de repente del lugar que aun era nuevo para ella, viendo al Alfa haciendo algo en el comedor, ella con ligera ensoñación, toma su tiempo para levantarse y sentir las preguntas formuladas.

¿Y si estaba llamando a su tutor para que la llevaran de regreso? ¿Sí su Alfa se arrepintió? ¿Qué estaba haciendo? ¿Sí estaba buscando la forma de cancelar su compromiso? ¿Sí ya le fastidiaba? ¿Y sí?

− ¡Oh! Ya despertaste. ¿Tienes hambre? −Pregunta Chan asomándose− He hecho algunos panqueques. ¡Están deliciosos! Ya sabes, mermelada, miel y chispas. ¿Te gustaría comer conmigo?

Viendo al imperativo león observa primero el lugar de su sofá, aquel que se convirtió su nido de ansiedad personal, junto su nuevo amigo cojín. Ella sabiendo que quiere volver a dormir, es tomada de la mano hasta ser llevada a tomar asiento, de un momento tenia unos panqueques con corazones de jalea, y caritas felices, con un chocolate caliente inundado de bombones.

−No soy bueno cocinando, solo hacer ya sabes mejorar comida instantáneas y panqueques. −Divaga Chan mientras da bocado− No me preocupo mucho porque en mi trabajo hay un comedor, sirven delicias. ¿Sabes?

−Hm...

− ¿De gustan las cosas dulces? He pedido algunos pastelillos para tu fiesta de bienvenida, invite a mis amigos y mi familia. He invitado también a tu tutor. ¿Hay alguien en particular que te gustaría invitar?...

Ella al tan solo pensarlo, siente una distorsión como si se tratara de una televisión borrosa, sintiendo un dolor de cabeza. Por lo que no pudiendo responder con palabras niega, recibiendo varios toquecitos en la coronilla con Chan.

−Todos están emocionados por conocerte. ¡Me han dicho que te compraran regalos! ¡Vendrán muchas personas! ¿Te lo imaginas?

Ella asiente, usando de nuevo su mente, una pequeña nube se abre con su máximo de personas que podía entender entre ellas una, siendo su Alfa nada más en su capacidad.

−Vendrán como una treinta, quizás más.

Ella abría sus ojos con sorpresa y sus cuentas no estaban mal eran 1/30+ superando demás de sus capacidades, la simple ideas la hizo abandonar la carita feliz de sus panqueques para ir corriendo a su Alfa y abrazarlo.

No quería una fiesta, odiaba las que tenían que ver con muchas personas, que pronunciaran muchas palabras de su vocabulario y un punto estratégico que el tema fuera ella.

−Jejeje, ya sé, que emoción. −Sonríe Chan tranquilizándola con pequeños toques de espalda− Mi familia son fanáticos de las fiestas, es por eso que contratamos a Han las veces que podemos, es un buen amigo mío. Ya lo conocerás.

−Uno. −Prenuncio explicando la cantidad de invitados que deseaba.

−Sí, uno, dos, tres, más no harán diferencia a tu fiestota.

−No fiesta...

−Que modesta, pero a lo que esta mi alcance lo haré. −Responde dejando un besito en su frente− Awww, que linda eres cuando hablas. ¿Qué más quieres decirme?

Sabiendo la Delta que era un caso perdido niega buscando refugio en los fuertes hombros, abrazando, mientras inhala el aroma a canela para tranquilizarse. Duran así siendo notable para Chan como sus fuertes dedos presionan, parecía afligida al mencionar la fiesta, por lo que conocía la respuesta para ello.