23|Naiara y dos perdones|Fabián

7 2 0
                                    

Fabián

Ya tocaba hacer que habláramos, cansado de esperar y de que me esquive, la espero a la salida de la universidad y cuando me ve quiere rehuirme pero le cojo una muñeca y hago que se pare enfrente mía; luego de preguntarme que coño quiero, le dejo las intenciones claras y acabamos en su piso.

Cuando entramos, deja las llaves en el sofá y estira de mí hasta la cocina para pedirme que me siente mientras prepara dos platos de espaguetis y me dice que empiece a decirle el porqué la busco incansablemente.

— Hay una conversación pendiente que ya toca tener desde la fiesta de Halloween y que me evites.

— No te he evitado nunca— me la quedo mirando con una ceja alzada y está se medio sonríe quitando la mirada de mí para sacar la bebida.

— Bueno, empieza.

— Quiero pedirte perdón por eso que hicimos al salir Zack y yo esa noche, es que sentí que no querías estar conmigo y siempre tenías a Zack y como lo preferías, y cuando vi que ambos tuvimos la misma intención de invitarte a nuestras casas, me enervé.

Se sienta en la otra silla y me responde.

— Yo también debería pedirte perdón, pero dame un rato para pensármelo bien.

Asiento y comemos cambiando de temas. Luego la ayudo a organizar y limpiar la cocina, mesa y cubertería y nos vamos al salón.

Sentados y con una lata de refresco cada uno, volvemos a la charla pendiente a medio hacer.

—Bueno, yo quiero pedirte perdón por evitar esta conversación y por las veces que he evitado encontrarme contigo, porque aunque me enfadé, también siento que hice algo mal, y es que a veces sentir con confusión entre medio, cuesta hacer las cosas con cabeza. Pero bueno, eso, perdón.

Asentimos, y nos damos un abrazo como podemos, y luego de pedirnos perdón y darle unos tragos a nuestras bebidas, me propone ver una peli antes de estudiar juntos un rato de cada carrera y asiento.

Vemos los Buddies en navidad, ya que faltan dos semanas para diciembre, y estamos en mood. Cuando termina, merendamos y le pregunto si quiere empezar por lo suyo y aunque le veo las intenciones de que empiece yo, la veo algo angustiada y le digo que primero ella y lo prepara.

Me dice que con media hora tiene suficiente, asiento y mientras ella se lo revisa en una ojeada, voy a prepararle un piscolabis sorpresa sin que ella se lo espere, y parece que no se da cuenta las veces que le pregunto por donde está alguna cosa.

Cuando lo tengo todo preparado y lo llevo ella me sonríe y me da las gracias. Luego la veo coger un trozo de queso y una aceituna antes de decirme que ya podemos empezar con el pregunta y responde.

Cuando acabamos, le animo diciéndole que puede aprobarlo si repasa hasta el día anterior al examen y en un arrebato se levanta y me abraza fuerte. Cuando caemos en esa acción, nos quedamos abrazados mirándonos fijamente y sin darnos cuenta vamos acercando caras hasta rozar nuestras narices, y ella entreabre sus labios tentándome y yo caigo en la tentación, siendo nuestro primer beso desde esa pañora en bachillerato.

Cuando el beso finaliza, ella se sonroja y pide perdón pero yo vuelvo a besarla y le digo que por eso no pida perdón y que me ha encantado. Luego ensayamos mi exposición de la maqueta y me pongo nervioso, ya que es mañana, pero ella me anima con sus reacciones y me dice que le gusta la maqueta.

Luego, cenamos y nos despedimos antes de que yo me suba a mi piso, con un pico de despedida y dos sonrisas embobadas.

Cuando cierra la puerta me quedo algo pillado mirando la puerta sosa hasta que salgo de la ensimismación y voy al ascensor donde me encuentro a Santa y me pregunta de donde vengo, le cuento y ella se tensa, cuando llegamos a mi planta, salgo y tras un adiós, entro en mi piso.

Me ducho, preparo algo más la maqueta y lo que diré hasta que me da sueño y me acuesto algo nervioso.

Pero recordando lo de hoy con Naiara.

685 palabras.

Una Mochila de Besos ❣️Mireia Campdelacreu Ortega❣️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora