Me levanto del suelo y exclamo diciendo un intento de insulto al ver como Zack me mira haciéndose el macho y me sonríe con suficiencia al haber acertado y yo en diez minutos ni llegar a la canasta, aunque a mi amiga le provoca un ataque de risa.
—¿Qué?— le pregunto mirándola sería.
—Me ha hecho gracia la manera de levantarte y decir mamón de azkaban.
Cuando repite lo que acabo de decir, sonrío algo sería y miro a Zack. Y al terminar de responderme, vuelve a reírse por otros cinco minutos.
Cuando veo que le va a durar, vuelvo a sentarme y me tumbo con la cabeza en mi chaqueta de chándal y la maleta y me tapo con las manos los ojos para sentir menos luz blanca en mis ojos.
—¿Cuándo nos vamos?— miro a los chicos y luego la miro de nuevo a ella.
—Cuando acaben de jugar al basket los orangutanes estos— le digo haciendo un movimiento con la cabeza hacia ellos y Fabián me guiña un ojo.
—¿Te acaba de guiñar el ojo Fabián Santini Casilla?— me pregunta mi amiga incorporándose y niego con la cabeza.
—No. Solo se le ha metido algo en el ojo— digo haciéndome la desinteresada y sonrojándome.
No insiste más y nos levantamos cuando alguien se acerca a nosotras.
—¿Aún juegan... no dije media hora?— miramos al entrenador y le sonreímos.
—¿Nos vamos ya?— este niega y asegura que queda, clase para rato y Lali me da una mirada de recelo a la que le susurro que no me acordaba.
Vivíamos en Vigo, pero luego de bachillerato tocó ver que queríamos estudiar y sin saber mi destino arriesgué por mis sueños y me vine a Toronto, Canadá a estudiar fotografía.
Conocí a Fabián en el primer día del curso al chocar por el campus y me pareció haberlo visto en algún sitio. En un descanso me buscó y nos pusimos a hablar del año, recordemos el último curso de bachiller en Vigo. Y allí lo reconocí al volver a mirarlo.
Donde él, llego nuevo al instituto y se integró bien en nuestro grupo. Él ha venido a estudiar arquitectura. No sabía que eso le interesará, pero claro, como iba a saberlo si antes no me llevaba mucho con él.
Compartimos asignatura complementaria de deportes, por eso, ahora mismo arquitectura y fotografía estamos en Baloncesto.
El profesor los llama y cuando estamos todos dice que vamos a empezar a hacerlo en equipos, ya no libre como pidieron al empezar, Lali y yo no seguimos jugando luego de que pasaran diez minutos de clase.
—Hagamos equipos, Fabián y Rice serán los capitanes— ellos se miran y chispas salen de sus miradas, yo me acerco a ellos, los miro harta de peleas y dejan de mirarse.
—¿Quién decide primero?— ambos levantan la mano y el profesor señala a Rice.
—Naiara.
Voy hasta donde él y me pongo detrás de él, cuando elige el otro capitán, nos separan a Lali y a mí.
Lali, está en el equipo de basket femenino del recinto, así que a ella se le da estupendamente, no como a mí, maldigo interiormente con los dientes rechinando.
Cuando los equipos están hechos, eligen lado de pista y nos toca el izquierdo. Este deporte no se me da especialmente bien, y Rice no duda en resaltarlo, nublándome la vista en varias ocasiones.
El tiempo pasa y acaban ganando el equipo de Fabián, cuando llega la hora de cambiar de asignatura, antes de comer.
Cuando él pasa por mi lado, se acerca más y me susurra.
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Una Mochila de Besos ❣️Mireia Campdelacreu Ortega❣️
RomansaTRILOGÍA MOCHILA LIBRO 01☝🏻 Dos personas que tienen que mudarse de país por sus sueños para seguir estudiando, para seguir creciendo. Enriqueciéndose de nuevas experiencias. De Vigo, España a Toronto, Canadá. Fotografía. Arquitectura. Ryerson. Balo...