04|Hunter por Neida y Zorie a la vez| Naiara

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Cuando desperté me salí a la terraza enana de mi piso para minions esperé a que Zorie despertase. Lo que ha sido hace diez minutos en los que nos hemos dispuesto a desayunar calladas sin sacar mucho tema.

— ¿Zoe?— ella me mira y asiente moviendo la cabeza.

>>— Anoche...

—Necesite escapar y no supe de otro lugar, además tus abrazos me reconfortan y necesitaba que me cobijarán.

—¿Entonces que te dijo para desplantarte?

—Qué le había surgido un imprevisto, pero yo salí igual...... Luego me lo encontré en Rallsh con Neida— me confiesa al fin algo cabizbaja.

Me levanto de mi asiento y voy hasta ella para abrazarla y la oigo sollozar, se nota que Hunter es especial para ella y está muy dolida.

No lo conozco pero por lo que me dijo ella, estudia criminología en la misma universidad que nosotras pero en el edificio de detrás del nuestro. Luego de desayuna, arreglamos entre las dos la cocina y la invito a salir para despejarnos.

Cuando llegamos a Center burs, nos sentamos al lado de la ventana y una camarera se nos acerca. Al pedir Zo mira por la ventana y luego me hace unas señales para que yo mire y al hacerlo me quedo anonadada.

Veo cruzando la acera a Zack con un muchacho que me suena de vista y cuando nos miramos, me susurra que es él, y caigo en que es el chico del ascensor con el que hablé el otro día.

—Júrame Zorie, júrame que es él...

Asiente. —¿Por qué?

>>—¿Es que tu también sientes?— pregunta algo alterada y yo niego con la cabeza.

—Me lo cruce en el ascensor el otro día...

—¿Estaba en tu bloque de pisos?— asentí.

Cuando escuchamos el timbre de la puerta sonar, se nos aceleran los corazones y miramos hacia allí, viéndolos entrar y mirarnos, nosotras al darnos cuenta, apartamos los ojos de ellos.

Luego nos traen las cosas y le doy un largo trago a mi bebida, y luego, miro la hora en mi móvil y escuchamos unas voces saludarnos y me sonrojo al escucharle.

Los chicos nos saludan y Zorie, se hace pequeñita y la ayudo hablando yo, les digo que pronto nos vamos y asientes, pero se sientan igual, Hunter busca a la enana pero ella le rehúye. Dolida aún de lo que hizo anoche.

—¿Los dejamos a solas Naiars?— miro a Zack y aunque no me apetece traicionarla, sé que les irá bien por lo que asiento y me levanto.

Zorie me mira y me pregunta con señales, yo le digo que tenemos que hablar los dos solos y salimos. Yo me llevo la lata de mi trago.

Cuando salimos, Zack me rodea en una esquina y pegado a mí, me susurra, estremeciéndose mi piel. Nos miramos en silencio y sus labios se me hacen tentadores y él lo ve. Acercándose más a los míos. Le susurro su nombre fuerte y él no cesa, provocándome.

Pero justo cuando nos podíamos haber atrevido a besarnos, Hunter lo llama. Y Zorie sale en mi busca.

Doy un trago y remojo la sequedad de mi garganta y de mis labios. Luego entro y pago, y al salir, los veo a los tres hablando, y como Hunter va intentando rozar una nalga de ella.

Nos despedimos y volvemos al piso, donde también me despido de ella y llamo a Gabriella.

— ¡Grabs! ¿Sabes de Hunter, el que está con Zorie a veces?

— ¡Sí!

— Pues ayer le hizo la puñeta y se ve que la planto para irse con Neida.

— ¡No jodas!

— Sí...

— ¿Sabes algo de ella?

— Vino anoche al verlo destrozada.

— Pobre...

— Ya... He estado con ella hasta ahora. Y nos lo hemos encontrado.

— ¿A Hunter?

— Sí, con Zack.

— ¿Qué hacía mi primo con ese pavo?

— Ni idea...

— Bueno, no saquemos el tema con ella en un tiempo.

— Claro.

— Hasta luego nena.

— Hasta luego corazón de melón.

Al colgar, me echo en el sofá sin ganas y miro Netflix. Tras eso, vislumbro un lomo de una novela y me levanto para ir hacia ella.

Leo por una hora y luego si me obligo a comer algo, siendo ya las tres de la tarde. Gas y tallarines. Un litro de coca cola y se hacen las cuatro y media de la tarde.

Salgo y mi madre me videollama.

Bueno así le muestro partes de Toronto.

— ¿Amor, estás en la calle?

—Si mamá, acabo de salir, pero no pasa nada, cuéntame.

— Quería hablar contigo que llevamos dos semanas sin ni un audio de ti.

— Mamá...

— Sabes que soy preocupona Naiara.

— Sí, mamá...

— ¿Y para dónde vas?

— Voy a pedir hora con Chantal a su peluquería.

— Vale.

>>— Bueno, pues dejo que hagas tranquila, luego llamame al llegar a tu piso.

Asiento y cuelga. Tras eso, en veinte minutos estoy delante de la peluquería y entro, saludo a la gente y me acerco a Chantal.

Pidiéndole hora para la semana que viene, le comento lo de Hunter y Neida jodiendo a Zorie.

Hunter por Neida y Zorie. A la vez y a escondidas.

813 palabras.

Una Mochila de Besos ❣️Mireia Campdelacreu Ortega❣️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora