22|Una exhibición con buena salida|Fabián

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Fabián

Dirigiéndome a la salida donde me espera Axyan, me choco medio camino con Naiara, haciendo esta situación de juez de paz a esta cuerda floja en la que me lleva la morena.

— Hola Nai, perdón por el choque.

Volvemos a quedar en silencio mirándonos hasta que ella baja la mirada a mis labios y se sonroja. Luego me dice que no pasa nada y intenta irse, pero cuando queda justo a mi lado derecho hombro a hombro, le cojo del codo y le pido que hablemos a solas y deje de evitarme y asiente sin más.

— Otro día Fabián.

Contesta mientras empieza a irse, al segundo Axyan me llama y aun con Naiara en la cabeza, le respondo que estoy llegando.

Cuando nos vemos, me saluda exagerado con el brazo y acabo de llegar a donde está, luego cuando empezamos a salir del campus, me cuenta que primero vamos a comer a un restaurante que hay cerca de allí donde se hace la exhibición. Asiento y dejo que me guie.

Hay partes de Toronto que aún no me había dejado caer; yendo para allá le da por apetecerle conocernos algo más y hacemos la típica dinámica de las veinte preguntas. Cuando empezamos a comer le da por soltar una gracieta y nos echamos unas risas como hacía tiempo que no me reía y se siente renovador.

A la hora de terminar y ir a pagar, cuando intento pagar lo de ambos yo, él me retiene y acaba haciéndolo él, cuando nos miramos me dice que no diga ni mu y muevo los hombros hacia arriba y los relajo diciéndole que vale.

Salimos del restaurante y mira la hora, comenta que quedan dos horas para que empiece la previa de la exhibición y que si me apetece hacer un rato de calistenia en un parque con barras que hay cerca.

Luego de dirigirnos a este, me pide que le aguante su plumón caqui y cuando se acaba de preparar me dice que le observe que me muestra a lo que se refería con calistenia luego de preguntarle que era eso. Se dirige a unas barras rojas en una especie de serie y tras colocar los brazos y balancearse un poco, se alza y me muestra.

Cuando baja, me comenta un poco y tras mostrarme algo en su móvil, me pregunta si lo quiero probar.

Luego de hacer eso un rato tanto por turnos como a la vez, vamos haciendo otras partes que hay allí, como elíptica, espalda...

Hasta que cuando me canso y decido sentarme en un banco, miro la hora y me da por preguntarle a qué hora es eso. Luego me pregunta la razón y cuando le digo la hora que es, me dice de ir ya para allá.

Al llegar, enseña su identificación y avisa de que yo voy con él y pasamos, luego me guía hasta los vestidores donde se cambiarán con la vestimenta de boxear y le espero afuera. Cuando sale, tiene un atractivo sexy con ese uniforme que puede atraer hasta a heteros. Tras decirme que ya está, vamos a la previa, y me siento como en una peli.

Llega la hora de que empiecen los combates y yo me pongo nervioso en el turno de mi reciente nueva amistad, lo veo deslizarse por el ring como salamandra y sin miedo, dando en puntos débiles del contrincante y llevando la ventaja y aunque temo por él, acaba llevándose la victoria.

Pasan los últimos tres combates siendo el suyo el cuarto, y cuando se duchan y cambian, viene a mi encuentro y me dice como está y me pide que le dé mi opinión general y una sobre su combate.

Tras decírselo, nos sentamos a tomar algo en el bar del pabellón donde se ha hecho, y veo como se duele de un hombro. Le hago burla sobre ello porque decía que está bien, pero me intereso por ese gesto hacia su hombro.

Me dice que es una pequeña molestia y que en la semana se le pasará, asiento pero hago una mueca con la boca. Luego de esto, me acompaña a mi piso y vuelve a su casa, cerca del pabellón.

Ceno algo ligero, me ducho y tras ponerme el pijama, miro un par de episodios de una serie y me duermo.

704 palabras.

Una Mochila de Besos ❣️Mireia Campdelacreu Ortega❣️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora