Poemario: La vida y sus dolorosas consecuencias

Vidas, vidas, vidas...

En lo poco que llevo de vida
He vivido muchas vidas
Viví la vida de un niño bulleado
Viví la vida de un niño agredido por su madre
Viví como un mal hijo
Viví lo que es tener un padre ausente
Viví una vida tranquila con mis amigos
Viví como alguien que perdió amigos que quería
Viví un enamoramiento gigantesco
Viví como un dependiente emocional
Viví el duelo más grande de mi vida
Viví como alguien resiliente
Viví un amor real
Viví como alguien que se autodestruía
Viví como un vicioso que fuma para recordar
Viví como un vicioso que fuma para olvidar
Viví con depresión
Viví con ansiedad
Viví como un mentiroso
Viví como un manipulador
Viví sin etiquetas
Viví libre
Viví como un intento de poeta
Viví como un intento de músico
Viví como un intento de psicólogo
Viví como un pseudofilósofo
Viví como alguien destruído
Viví como un destructor
Viví como alguien malo
Viví como alguien bueno
Viví triste
Viví feliz
Viví mucho para mí gusto
Si hoy me suicido (que realmente espero que no)…
Quiero que esta sea la historia de mi vida, una vida no muy dolorosa, tampoco una vida agradable, una vida real al fin y al cabo. Por cierto, lo siento, ya saben que suelo ser egoísta.
Si logro  vivir (que quiero hacerlo) quiero que esto sea un recordatorio de cuando estuve abajo y aún así me levanté, un recordatorio de que todo siempre se puede poner peor, pero nosotros también podemos ser mejores.
Esto no es una carta de suicidio, solo es un poema, uno de varios. Pero ¿No suelen ser eso las cartas de suicidio?
El último poema de un poeta que quizá no sabe que lo es.