first contact

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Omnisciente

—alteza... —llamaba lily por tercera vez. —alana, estamos llegando...

La pelirroja abrió los ojos mirando a la mujer que la llamaba, había dormido prácticamente casi las diez horas de vuelo.

—¿cuanto he dormido, y que hora es?.

—casi todo el vuelo, te quedaste dormida a la hora y media de abordar el avión y son las nueve y media de la mañana en Belgravia.

La ojiazul asintió acomodándose y estirándose, levantó la pequeña persiana del avión y podía ver que no faltaban más de cinco minutos para llegar.

—dios necesito un masaje en cuanto llegue. Mi espalda lo pide a gritos. Mark pide que vaya un fisio a verme.

—Anne... mark no es ningún becario o secretario personal. Es un guardaespaldas y si te duele demasiado cuando lleguemos lo llamas tú misma.

Si algo no aguantaba la futura reina eran los aires de superioridad y menos recién levantada. La rubia gruño algo entre dientes mientras se ponía con su teléfono hasta que bajaron del avión.

Varios vehículos reales y prensa estaban esperando la llegada de la chica, está nunca se había llevado demasiado bien con lo que eran las entrevistas o los paparazzis.

—y dime algo, ¿te vas a pasar todo el verano jodiendo con tu humor de amargada?.

La chica daleo su cabeza escuchando la pregunta de su prima.

—vamos... siempre estás igual, serás reina hagas lo que hagas. Solo digo que puedes divertirte un poco y no ahogar la fiesta a los demás.

—siento ahogarte la tuya pero estoy bien siendo una amargada como dices... el abuelo se marcha y lo que menos necesitamos es estar en boca de todo Belgravia o parte de Londres.

Y si. Su apellido también tenía peso en Londres.

—pues siento ser yo quien te lo diga pero para tus casi veinticinco años vives demasiado amargada. Deberías de salir vivir tu vida y si no quieres esto por que se te nota a lo lejos decir al abuelo que le jodan.

La pelirroja siguió escuchando las quejas de la rubia hasta que llegaron, allí esperaba gran parte del servicio para recibirlas entre ellos Aurora. Había sido la que había cuidado de ambas y en especial Alana le guardaba cierto cariño ya que siempre había sido una madre para ella.

La chica De Novo la abrazó con fuerza, ni si quiera pensó en guardar las formas ni nada por el estilo...

—¡mírate! Estás más delgada que la última vez... ¿es que no comes allí o que pasa?.

—no empieces... ¡Ares! Ven aquí...

La chica se tiro al suelo para comenzar a mostrar todo su cariño a cierto canino de pelaje blanco y ojos celestes. Unos zapatos de vestir se posicionaron frente a ella pero el perro no paraba de lamerla las mejillas y querer estar encima de ella por lo que acabó plantando el culo sobre el suelo.

El hombre aclaró su garganta. —alteza...

Alzó la vista y le reconoció enseguida.

—¡alex!. —se incorporó recomponiendo las formas mientras sacudia sus manos. —me alegro de verte... y por favor nada de alteza...

—yo también me alegro de verte, llevaba desde las pasadas navidades.

La chica sonrió ínfimamente, los Morgan siempre habían tenido una buena relación con la familia.

𝐼 𝑊𝐴𝑁𝑁𝐴 𝐵𝐸 𝑌𝑂𝑈𝑅𝑆 - 𝐶ℎ𝑟𝑖𝑠𝑡𝑜𝑝ℎ𝑒𝑟 𝑀𝑜𝑟𝑔𝑎𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora