a bit of frustration

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Alana

¿Intentar derrocar la ley donde reflejaba que tenía que estar casada para gobernar Belgravia? Totalmente fallida.

El presidente Hastings era un machista de tres pares de narices. Y rotundamente me había dicho que no. Incluso había dejado caer en si era estaría a la altura del trono.

Cuando parecía dar dos pasos para delante daba tres para atrás y me frustraba aún más de lo que ya estaba, tenía literalmente cuatro semanas para: comprometerme, conseguir derrocar esa ley, (que fue totalmente fallida) terminar todos los trámites para ara la coronación, (aunque de eso se encargaba Rouse) e ir a infinidades de actos.

Y a toda esa frustración que conllevaba también había que sumarle el que había tenido mi segundo sueño erotico con el mismo... dos en menos de una semana... genial.

Estaba de mal humor desde luego, mi cabeza me dolía y para colmo Anne había hecho de las suyas y tenían que limpiar su mierda Rouse y se equipó. Si estuviera mi abuelo aquí nada de esto estaría pasando, el haría fuerza para derrocar la maldita ley, mantendría a Anne a raya... y. Vale lo de mis fantasías era cosa mía.

Me levante y tras desayunar quise salir a dar una vuelta por los jardines del palacio, era la única manera en la que no tendría que llevar guardaespaldas por que estábamos dentro del recinto. Deje a Margot entretenida, ahora parecía que ella se llevaba mejor que nadie con el capitán Liguini e intercambiaban palabras de manera amistosa, no me extraña nada... ese hombre era encantador.

Anne estaba en cama, había cogido faringitis y estaba con fiebre sin poder moverse de ella apenas. Un par de días fuera de juego era tranquilizador para cualquiera, ya que era agotadora.

Fui hasta los establos y cogí a mi caballo favorito, le había puesto terrón por que le daba terrones de azúcar cuando era una niña y por que era blanco, estaba impoluta mente cuidado... su pelo estaba sedoso, había olvidado lo que era estar en contacto con los animales, me gustaban demasiado, si hubiese sido una persona normal quizás hubiese estudiado veterinaria o algo similar. (Y si, era una persona normal como cualquier otra, pero en cuanto a posición social, era de sangre noble y jamás podría sacarme una carrera universitaria y simplemente emplearla laboralmente ).

Establecimos contacto por unos minutos, le acariciaba mientras que terrón disfrutaba de ello y me reconocía a la perfección. Poco después me coloqué el casco. No llevaba la ropa "indicada" para montar, llevaba unos vaqueros acampanados y un top de tirantes blanco... pero daba igual dado que sabía montar desde que tenía uso de razón. Una vez me subí sobre el lomo del caballo le indiqué que comenzara a trotar y acató sin dudarlo.

Los jardines eran inmensos, hectáreas infinitas donde se podrían construir hasta cuatro mansiones incluyendo el espacio suficiente para jardines aún. También teníamos un lago en una de las zonas de los jardines pero mi parte favorita estaba casi al límite del perímetro. La densidad de los árboles crecía y con ello el de la naturaleza, era como adentrarte en un pequeño bosque privado donde había un celador. Siempre que me cabreaba venía hasta aquí y nadie me encontraba... podía tirarme horas y horas tranquila, hasta que un día el abuelo se asustó y ordenó una orden de búsqueda. Habían pasado cuatro horas y yo seguía aquí tranquilamente con terrón y un libro que me había llevado. Llevaba sin venir tantos años que apenas recordaba lo bonito que era, a pesar de que nadie venía por aquí el aspecto era cuidado y precioso.

Permanecí un rato sentada sobre las escaleras del celador, necesitaba un poco de serenidad y mis formas de hacerlo eran alejándome de todo siempre. Solo estaba yo y el sonido que emitía la naturaleza, algunos bajaros revoloteando y... diría que los rayos del sol pero el día se había tornado de un gris oscuro de un momento para otro, parecía que estaba a punto de caer un gran torrencial de agua.

𝐼 𝑊𝐴𝑁𝑁𝐴 𝐵𝐸 𝑌𝑂𝑈𝑅𝑆 - 𝐶ℎ𝑟𝑖𝑠𝑡𝑜𝑝ℎ𝑒𝑟 𝑀𝑜𝑟𝑔𝑎𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora