costa rica

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Alana

Estoy hecha un manojo de emociones, nunca antes he sentido lo que me hace sentir Christopher Morgan con tan solo un beso. Hace que mi piel se erice, manda descargas que van directas a mi entrepierna y siento que el corazón amenaza con salirse del pecho cada vez que tan si quiera me roza.

La primera vez que me besó pensé que no volvería a ocurrir, he intentado evitarle hasta que hemos ido al acto y ahora esto ha sido inevitable... la tensión se puede cortar sola y ni si quiera pienso en que lo que estoy haciendo es una completa locura...

Su lengua de mezcla con la mia, ambas bailan entre sí frenética y desesperadamente. Una de sus manos toca mi espalda y la otra la nuca apretándome más hacia el, estoy en ropa interior y ni si quiera me molesto en que esté viendo algo más de lo indebido... a fin de cuentas cuando me besó la primera vez me quitó la parte de arriba del pijama dejándome totalmente expuesta para el.

Siempre he guardado esta parte de mi para alguien que de verdad me quisiera, siempre he pensado que eso debes sentirlo, cuando es la persona indicada y por ello nunca he pasado más allá de unas preliminares...

Ambos tomamos distancia por falta de aire, sus ojos están ahora tornados por un gris oscuro, igual que las tormentas... algunas hebras del pelo le caen por la frente dándole ese aspecto más "desenfadado" y de nuevo siento como me excita. Nunca nadie lo había logrado, con tan solo mirarme o fijarme en rasgos tan sencillos...

—Christopher... esto... esto no.

—no me vengas a decir de nuevo con que esto no, no te interpones a ello cuando lo hago... se que también quieres al igual que yo.

Su voz suena más profunda, más ronca y es casi un leve susurro. Me acerca hasta el de nuevo y me besa. Sus besos no son lentos, quizás por eso despierte eso que nunca nadie había conseguido. Son agresivos, lascivos, llenos de desesperación y de los que hacen que arda todo.

Camina conmigo hacia atrás y siento la cama por detrás. Aún así dejó las cosas claras... son palabras sencillas, palabras que debería de pronunciar sin vergüenza o dificultad pero que por alguna razón producen todo lo contrario.

—soy... —digo intercalando besos. —soy virgen. —digo en el momento que sus labios se separan por milímetros de los míos.

Todo está en silencio, su ceño está fruncido y siento que mis mejillas arden por vergüenza.

—¿que?. —dice mientras ríe por la nariz.

—lo soy. No... —cojo aire. —nunca he...a si que si vas hacerme el amor por primera vez ...

Una carcajada sale de lo más profundo de él, siento confusión y bochorno.

—no me rio de ti princesa, no me malinterpretes. Yo no hago el amor. Yo follo.

Trago duro, no soy ninguna santurrona si no que en el fondo tengo demasiado idealizado eso del amor...

—pues entonces follemos. —esa que ha hablado no he sido yo.

Mis mejillas se tornan de rojo, el sudor comienza a ser presente en mis manos... quizás he dicho eso por que nunca antes me habían excitado así, quizás por que estaba tan frustrada con todo lo del trono que podría ser una vía de escape para toda mi ansiedad...

Sus ojos siento que me juzgan y después acaba tomando más distancia.

—esto no debe pasar, llevas razón. No es buena idea.

—¿por que?.

—deja de hacer putas preguntas, olvida esto que acaba de pasar y se acabo.

𝐼 𝑊𝐴𝑁𝑁𝐴 𝐵𝐸 𝑌𝑂𝑈𝑅𝑆 - 𝐶ℎ𝑟𝑖𝑠𝑡𝑜𝑝ℎ𝑒𝑟 𝑀𝑜𝑟𝑔𝑎𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora