Capitulo siete

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Draco Malfoy

Los pasillos vacíos siempre fueron un lugar al que concurría cuando extrañaba mi hogar. Era una de las cosas que me recordaban a casa. Solo se sentía mi respiración. Me detuve en un pilar y comencé a comer una rana de chocolate.

De pronto, a mi derecha comenzaron a oírse voces. Asome mi cabeza para ver de quién se trataba...y para mí sorpresa: era Lya.

-Muchas gracias, enserio.

Potter llevaba su estúpida sonrisa mientras sostenía una jaula lo bastante grande como para tapar todo su torso. En las manos de Lya, descansaba un gato blanco.

-No es nada... -inquirio Potter.

-Estas son las escaleras de la sala común, se supone que Zabini me esperaría -dijo Lya casi en un susurro-. Pero en verdad no lo veo.

-Pero a quien tenemos aquí -comente con ironía.

Lya entrecerró los ojos. Potter, quien había dejado la jaula en el suelo, me miró con pesadez.

-¿No se supone que deberías estar en el tren? -di un paso al frente-. ¿No te bastó la patada que te proporcione en tu horrible rostro para entender que no debes meterte en problemas ajenos?

El gato de Lya gruñó. Potter sacó su varita, pero la mía ya estaba en mi mano izquierda. Antes de poder realizar cualquier hechizo, el profesor Snape intervino.

-¡Expelliarmus!

Con un simple movimiento, la varita de Potter quedó a tres metros de distancia. Solo se oía el viento pegar en las frías paredes.

-Profesor, lo siento -corto el silencio Lya-. Fue mi culpa, mi madre no maneja los horarios de Inglaterra y me envió a Lay. En los pasillos me encontré a Harry... Se ofreció a ayudarme con la jaula.

-Estoy al tanto de su percance con su mascota, señora Petit -dijo amablemente Snape-. Lo único que no logro descifrar es porqué un alumno presuntamente castigado está merodeando por los pasillos a plena luz de la luna.

Potter se limito a mirar al profesor. Mire con una sonrisa victoriosa a Severus cuando se llevó al estúpido Gryffindor.

-Demonios, me tarde demasiado. ¿No es así? -dijo Zabini, quien había estado corriendo para llegar a las escaleras, con un último suspiro de agitación.

-¿Que te parece? -inquirio Lya con sarcasmo.

-¿Malfoy? -pregunto Zabini-. ¿Y tu que mierda haces aquí?

-Eso no es de tu incumbencia -tome la jaula de la criatura para comenzar a bajar las escaleras.

Zabini y Lya se miraron rendidos y comenzaron a discutir por lo sucedido. Mire mí reloj de reojo, eran las 11:45 de la noche. Casi todos los alumnos estaban en sus dormitorios.

-Solo fueron cinco minutos tarde -dijo Zabini mientras se tumbaba en el sofá frente a la chimenea.

El gato de Lya descansaba en su habitación. Solo se oía nuestras voces y el sonido de la leña quemándose. Lya no me había dirigido la mirada en todo el día. En sus manos descansaba un pergamino arrugado.

-¡Cinco minutos es lo suficientemente tarde para una reunión a la luz de la luna en los pasillos! -contesto Lya.

-¿Porque las mujeres son tan exageradas? -susurro Zabini mientras me dirigía una mirada extrañada.

Mientras bostezaba, coloque mis piernas arriba de la mesada y con un simple movimiento de varita, apagué las luces de la sala común.

-Asi está mucho mejor.

Lya y Zabini se miraron molestos.

-¿Hay una fiesta y no invitaron? -se escucho la voz de Nott a lo lejos.

Astoria, una muchacha un año menor que nosotros, lo acompañaba. Ésta le guiño el ojo a Lya, quien respondió a su gesto con una sonrisa.

-¿Acaso esto tiene pinta de ser una fiesta, idiota? -pregunto Zabini mientras bebía del jugo de calabaza que Astoria le había proporcionado.

-Vaya... Nos levantamos con el pie izquierdo, Zabini? -fueron las últimas palabras de Theo antes de recibir un golpe con una almohada por parte del muchacho negro.

Lya, quien estaba sentada junto a Astoria comenzó a reír. Bebió un sorbo del jugo de calabaza y su rostro cambio completamente.

-¡QUE ASCO!

Gritó la francesa mientras Astoria se retorcía de la risa.

-Whisky de fuego -menciono Pansy Parkinson, quien parecía estar observando desde lo lejos-. A Theo le gusta tomar esas bebidas antes de acostarse y mezclarlas con jugo de calabaza.

-Asqueroso -mencione en un susurro.

-¿Y a ti quien te invitó Parkinson? -comento Lya quien parecía haberle hecho efecto el Whisky.

Todos miraron expectantes a Parkinson.

-Solo buscaba a Theo -dirigio la mirada a Astoria-. Me dijo que me acompañaría ésta noche...

Theo tragó saliva mientras observaba de reojo a Astoria, quien mantenía el contacto visual con Parkinson. Lya apoyo la palma de su mano en el muslo de Greengras, ofreciéndole su apoyo mientras Theo se iba rendido junto a Pansy.

Lya Petit

Durante el desayuno sentí la mirada de Potter. Draco entro al gran comedor haciendo un gran escándalo junto a Nott y Zabini anunciando una enorme fiesta en la sala común de Slytherin. Solo eran invitados los de la misma casa, algunos Hufflepuff y casi todos los Ravenclaw.

-¿Fiesta roja?

La cara de Astoria era de plena confusion al recibir la tarjeta de invitación. Era de color rojo vino y de ella salía la enorme cabeza de Draco con gafas de sol.

¡Felicidades, si recibiste ésta invitacion significa que eres digno de ser parte de la fiesta!

-La temática se explica en la parte trasera de la invitación, idiotas -exclamo Parkinson.

-"Las condiciones son las siguientes...-comence a leer en voz alta-...la vestimenta debe ser formal, es obligatoria una pareja y la mejor par de prendas se llevará un premio"

-¿Es una clase de alfombra roja? -pregunto Astoria.

-Idea de Zabini -comento Malfoy mientras tomaba asiento-. Me comentó que en el mundo muggle, las "celebridades" realizaban ese tipo de eventos. ¿Porque nosotros no?

Todos rieron entusiasmados.

-¡Ya saben, pareja y un buen atuendo! -grito Theo.

Durante el día, las chicas miraban expectantes a todos los muchachos. Se realizaron invitaciones en medio de clases y durante el mismo desayuno. Cuando el sol comenzó a desaparecer por el horizonte, decidí enviarle una carta a mí familia. La vista del castillo junto al atardecer se veía espléndido desde la lechuzeria. Mientras le daba la carta a Nascar, el búho de mí familia, comencé a bajar las escaleras.

-Te busqué por todos lados -exclamo Astoria con lágrimas en sus mejillas.

La abrace de inmediato sin pedirle explicaciones.

-¡No me invitó! ¡Ira con esa zorra! -grito en mis brazos desesperada.

-Theo es un idiota, me he cansado de repetirlo -encerre su rostro en mis manos.

Con mí dedo meñique limpie sus lágrimas.

-La invitó en mí rostro... Mí corazón está roto, Lya -Astoria miro el cielo.

Tomé su mano y comenzamos a caminar. A mis adentros no paraba de maldecir a Theodore Nott, no entendía su comportamiento.

-Iremos juntas -espeté.

-¿Tu crees que eso se pueda?

-Claro que si. La invitación no especifica que una pareja no pueda ser tu mejor amiga -guiñé mí ojo.


todo lo que fuimos, 𝑑𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑚𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦 +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora