Capítulo ocho

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Draco Malfoy

Durante las clases mis ojos no se despegaban de las piernas de Lya, ni de su cabello, ni de su risa por los chistes de Zabini, tampoco podía dejar de lado su rostro cuando prestaba atención a las palabras de los profesores. Moría por ella, me tenía en absoluta locura.

-¿Me estás escuchando?

Parkinson me sacó de mis pensamientos. Tomé mí pluma y comencé a dibujar mientras las palabras del profesor aturdian mis tímpanos.

-Como sea -Pansy rodó los ojos-. Estaba pensando que podíamos ir de Luna y sol... A Theo le encanta la noche, yo soy más del día. Tendría que pedirle a mí madre que me envíe un vestido amarillo o dorado ¿Tu que crees que se me vería mejor?

-Es una gran idea.

Realmente me esforzaba por prestarle atención, pero en verdad era algo que no me interesaba en lo absoluto, mucho menos sobre su estúpida vestimenta con su estúpida pareja. Me arrepentí por decirle que podía ser mí compañera de banco en Herbologia.

Mis ojos y atención estaban reservados para una sola persona, la cual no me hacía ni puto caso. Era curioso, jamás me habían rechazado de esta manera.

-¿Porque no la invitas y ya? -pregunto Pansy mientras se estiraba en su asiento.

-Ya ni siquiera me presta atención.

-La razón es por el Innombrable, ¿No es así? - afirme con mí cabeza mientras reía.

Ambos nos quedamos en silencio mirando a Lya, quien sonreía mientras ayudaba a la profesora a colocar la tierra en un frasco.

-¿Y porque sus padres la dejaron con tu familia? -pregunto Parkinson-. Se supone que los Petit no son mortifagos.

Desde que conocí a Parkinson, jamás había tenido una conversación real y con sentido. Jamás pensé en tenerla, ella había sido una especie de pareja durante mí tercer año y jamás habíamos conversado.

-No lo sé -comence a jugar con mis dedos-. Mis padres son amigos de los suyos hace tiempo, la primera vez que la vi fue en un baile de máscaras.

-Es extraño -espeto Parkinson-. ¿Porque la dejarían en una familia de mortifagos, sabiendo como están las cosas en el mundo mágico, si no lo apoyan a El...?

-Es todo un misterio.

Dicho esto la clase dio por terminada y los pasillos se llenaron de alumnos. Pronto visualice la cabellera dorada de Lya, corrí hasta ella.

-Lya.

-Draco.

Ella llevaba una vincha color negro y su paso era acelerado.

-Luna y sol.

Agradecí a Pansy Parkinson por su idea, aunque ya era mía.

-¿Que? -pregunto extrañada por mis palabras.

-Sol y Luna, esa será nuestra vestimenta.

Ella acomodó su cabello y me miró a los ojos. Fue la primera vez en días que volvía a prestarme atención. Unas niñas de primero estaban atentas a nuestra conversación, les di una mirada severa y comenzaron a acelerar el paso.

-A las nueve paso por tu habitación -comente decidido.

-¿Porque das por hecho que iré contigo?

-Porque somos perfectos juntos -dije con obviedad.

-No -ella comenzó a caminar.

La mire desde mí posición. No tarde en seguirle el paso mientras trataba de entender su errada contestación. Ella solo miraba al frente intentando llegar a la próxima clase.

-¿No? -pregunte deseando que mis oidos estuvieran mal.

-Ya tengo pareja-ella se colocó al final de la fila para la próxima clase-. Y ademas no iría contigo.

Mí boca se secó y mí estómago parecía estar repleto de agujas. Mí lucidez era poca al imaginarme a Lya de la mano con otra persona. Respire profundamente y me acerqué a su oído para luego susurrar:

-Dejame adivinar -sonrei-. La niña buena no debe juntarse con mortifagos.

Ella me miró de reojo con una mezcla de ira y miedo.

-Es curioso porque todo el mundo sabe a quien apoya mí familia -me cruce de brazos-. Hasta la tuya es consciente de ello, ¿Porque te dejaron a cargo de mí?

-Eso no es así -ella miro al suelo-. Mí familia sabe lo que hace, aparte no estoy a tu cargo, solo me orientas para cursar las asignaturas y pasar las festividades en tu hogar. Además jamás iría al baile con alguien que oculta todo de su vida.

-Que mucho confias en tus padres. Yo se que mueres por ir al baile conmigo.

-Que mucho confias en ti -espeto.

-Seras mia, Lya -susurre en su oído antes de irme provocándole un escalofrío en todo su cuerpo -. Aunque me cueste la vida.

Antes de desaparecer por el pasillo, le guiñe un ojo a Daphne Greengrass quien me devolvió el gesto.

Lya Petit

Mientras comenzaba a masticar una rana de chocolate, Astoria servía en dos vasos jugo de arándanos. El atardecer dejaba tonos dorados en nuestros rostros. Habíamos faltado a la clase de runas mágicas para realizar un picnic al lado del lago.

-Mi hermana siempre murió por Draco Malfoy -comento Astoria-. Recuerdo que en tercer año, Parkinson comenzó a salir con el, Daphne lloraba todas las noches. También tenía en su cuarto un cuadro con el rostro de Malfoy. Realmente me perturbaba.

-¿Parkinson salía con Malfoy? -me lleve una uva a la boca mientras me estiraba en el césped.

-Oh, si -Astoria sonrío-. Ella también estaba embobada tanto como mí hermana, entiendo la fascinación. Es jodidamemte rico, sus cumpleaños siempre son fantásticos al igual que sus fiestas, es autoritario y su cabello es genial.

Reí por las palabras de Astoria.

-¿Y tu que piensas de el? -pregunto la pelinegra.

-Es misterioso -respondi sabiendo hacia donde iba la conversación.

-¡Ja, vamos! -Astoria me golpeó con una frutilla-. ¿Solo eso? Todo el mundo sabe que ambos están perdidos por el otro. Jamás había visto que Draco luchara tanto por conseguir a alguien. Sabes, la mayoría de veces las chicas son las que lo persiguen.

-Me invitó como su pareja para la fiesta de esta noche.

Astoria soltó un grito de emoción, pero luego su semblante cambio drásticamente.

-Oh dios, espero que hayas aceptado -ella se tapó su boca-. No debes venir conmigo, conseguiré otra pareja.

-No, Astoria -sonrei para tranquilizarla-. No acepté.

Durante la cena no se hablaba de otra cosa que no fuera la fiesta y los atuendos. Mire por encima de la cabeza de Zabini a la mesa de Gryffindor, Potter y sus amigos me sonrieron. Draco Malfoy no había asistido a las demás clases, y cuando lo volví a ver llevaba de la mano a la hermana de Astoria.

Crabbe y Goyle me miraron inmediatamente y comenzaron a secretearse.

-Nos dijo que te invitaría a ti -dijeron a la vez luego de haberles dedicado una mirada extrañada.

-Miente mucho.

Mis palabras retumbaron en la mesa de los Slytherin. Por otro lado, Theo y Pansy, quienes también iban de la mano, aparecieron tras Malfoy. Parecía que habían estado divirtiéndose los cuatro durante las clases.

-Son patéticos -susurro Astoria con los ojos brillantes.

Algo en la mirada de Theo no andaba bien. Astoria pareció no notarlo.

*




Holi! ¿Que tal les va pareciendo la historia?

todo lo que fuimos, 𝑑𝑟𝑎𝑐𝑜 𝑚𝑎𝑙𝑓𝑜𝑦 +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora