Entre Sueños y Decisiones

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Kevin

La melodía del teléfono irrumpió en mi día como una nota disonante, señalando un cambio inminente. La voz de Carlos, mi manager, resonó con una seriedad inusual.

"Kevin, necesito que vengas a la oficina. La directiva del Pachuca quiere hablar contigo. Tienen una oferta, pero no te diré de qué equipo se trata. Prepárate."

La intriga y la incertidumbre se mezclaron en mi pecho mientras me encaminaba hacia las oficinas del club. Al llegar, me recibieron no solo los directivos, sino también el profesor Almada, el director técnico. La gravedad en sus expresiones presagiaba una revelación significativa.

"Tomemos asiento", indicó Almada, y obedecimos. "Debemos ser directos contigo. Un club de gran envergadura está súper interesado en ti."

La expectación colgaba en el aire, como la antesala de una verdad trascendental.

"Kevin, el Club América ha expresado un interés profundo en tenerte en sus filas", declaró uno de los directivos, despejando el misterio. El nombre resonó, marcando el inicio de una nueva etapa en mi vida.

"Tienes un mes para pensarlo", añadió otro directivo. "Esta es una oportunidad única en la vida, y queremos que tomes la decisión que sea mejor para ti y tu carrera."

Asentí, agradeciendo la transparencia de la directiva y de Almada. Salir de la reunión fue ingresar a una encrucijada, donde la brillante oportunidad competía con las sombras de las decisiones difíciles.

En el trayecto de vuelta a casa, las luces de la ciudad parpadeaban como estrellas inalcanzables. Mi mente divagaba entre las posibilidades de mi futuro. Al llegar a casa, el confort del hogar estaba teñido de dilemas.

Melissa, la dueña de mi corazón, ocupaba mis pensamientos. La incertidumbre sobre cómo reaccionaría ante la posibilidad de un cambio radical me atormentaba. La oferta del Club América era como una joya resplandeciente, pero Melissa era la joya más preciada en mi vida. Y sabía que si aceptaba la oferta sería súper complicado seguir con mi novia ya que las relaciones a distancia no son nada sencillas.

Cené con la mente nublada por las decisiones que se avecinaban. La comida ligera no alivió el peso de las elecciones cruciales. Decidí conectar con Melissa, compartiendo risas y amor a través de una pantalla que, aunque unía nuestros rostros, no revelaba la tormenta que guardaba en mi pecho.

En la videollamada, estuve a punto de contarle a Melissa sobre la oferta, pero la emoción y la incertidumbre me hicieron retroceder. Opté por la prudencia, deseando compartir la noticia en persona para mantener la conexión especial que solo la presencia física podía brindar.

La despedida fue dulce pero inconclusa, dejando a Melissa en la oscuridad sobre el giro monumental que amenazaba con transformar nuestras vidas. Después de la llamada, me sumergí en una película, buscando refugio temporal en el mundo ficticio que desfilaba ante mis ojos.

Y así, entre las luces parpadeantes de la ciudad y las sombras de las decisiones pendientes, me rendí a los brazos de Morfeo, sabiendo que el amanecer me depararía el desafío de confrontar mis sueños y la realidad, y de encontrar el equilibrio entre la pasión por el fútbol y el amor que atesoraba.

TU FAN || Kevin Álvarez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora