"Tu fan" es un cautivador fanfic que narra el reencuentro de dos jóvenes de 23 y 24 años después de seis largos años sin verse. Kevin y Melissa, dos personas con personalidades opuestas, se cruzan nuevamente gracias a sus mascotas, una forma que los...
He estado viviendo momentos increíbles en el Club América. Los chicos del club la aficion me recivio super bien me siento super contento por portar los colores azulcrema de la intitucion.
Una tarde, después del entrenamiento, por curiosidad, me metí en su perfil y cuando vi esa foto en su historia.
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Mi corazón sintió como si lo hubieran apuñalado. Melissa, con esa sonrisa que solía ser solo para mí, ahora compartiéndola con alguien más. Fue un golpe visceral que dejó mi mundo hecho pedazos.
"—¿Kevin? ¿Estás bien?" preguntó Layun, notando mi mirada perdida en el teléfono.
"—Sí, sí, todo bien," mentí, mientras mi mente giraba en una espiral de emociones. Sentí la necesidad de gritar, de llorar, pero en cambio, solo pude seguir desplazándome por las fotos que atestiguaban la nueva realidad de Melissa.
Los días siguientes se convirtieron en un torbellino de emociones. Intenté ocupar mi mente con el trabajo y salidas con amigos, pero cada rincón de mi vida parecía susurrar su nombre. La soledad se convirtió en mi única compañía, y la pregunta constante de "¿por qué no fui suficiente?" resonaba en mi mente.
"—¿Fui un idiota al no decirle nada? ¿Cómo podría recuperar su amor?" le confesé a Layun, buscando respuestas que él no podía darme.
"—Kevin, necesitas seguir adelante. No puedes vivir en el pasado," aconsejó Layun con tono comprensivo. "Quizás haya sido difícil, pero ahora necesitas concentrarte en tu presente. El fútbol no es solo dentro del campo, también se trata de cómo enfrentamos los desafíos fuera de él."
Un día, decidí enfrentar el dolor y le envié un mensaje a Melissa. "Hola, ¿cómo estás?" fue todo lo que pude escribir antes de borrar el mensaje. La respuesta, o la falta de ella, me dejó aún más confundido y herido.
"—Kevin, a veces las respuestas que necesitas no vendrán de los demás, sino de ti mismo. No te atormentes demasiado por lo que no puedes controlar," aconsejó Layun mientras me veía lidiar con la incertidumbre.
"—Layun, ¿crees que debí haberle contado sobre la oferta del club?" pregunté entre suspiros.
"—Podría haber sido una opción, pero las decisiones ya están tomadas. Ahora, lo más importante es cómo decides seguir adelante. Aprende de tus errores y sigue creciendo," dijo Layun con sabiduría.
Con el tiempo, mis emociones oscilaron entre la rabia y la tristeza. ¿Cómo pudo olvidar lo que teníamos tan rápido? Me perdí en noches de insomnio, repasando conversaciones pasadas y buscando respuestas que nunca llegarían.
Fue durante una noche lluviosa, solo en mi apartamento, que me di cuenta de que la única manera de sanar era dejar de aferrarme al pasado. "Quizás debería haberle contado sobre la oferta del club, pero pensé que podríamos arreglar lo que teníamos," le confesé a Layun entre sollozos, tratando de encontrar consuelo.
Fue entonces cuando comencé el difícil proceso de reconstruirme a mí mismo, aceptando que algunas cosas simplemente no estaban destinadas a ser. Layun seguía a mi lado, recordándome que, a pesar de todo, el futuro aún tenía mucho que ofrecer.
