Hasta el final

522 29 6
                                    

Andrew se toma todo muy en serio. Ashley, no tanto. La discusión deriva en la vida romántica del mayor de los Graves y en el papel de Ashley en esta. Ambientado tras el cálido encuentro familiar.


Andrew Graves estaba en la mesa de la habitación de motel en la que estaba con su hermana,  Ashley Graves. Tras la "placentera visita" a sus padres ambos habían seguido con su fuga.

De lo que habían hecho. Del pasado. De la justicia. De la sociedad. No importaba ya el motivo ni de qué, seguían huyendo. Y seguirían huyendo.

Si algo habían sacado de todo eso había sido una buena cantidad de dinero con el que podrían subsistir al menos unos cuantos meses más (si a su hermana no se le daba por insistir en comprar algo estúpido, para variar), además de un par de sueños premonitorios (sobre los que prefería no pensar demasiado por su propia salud mental).

Había extendido sobre la pequeña mesa frente al televisor un mapa sobre el que había trazado flechas y escrito anotaciones varias: el siguiente sitio al que moverse, el siguiente motel, la siguiente ciudad, la siguiente cafetería...

¿Sería siempre así? Andrew no tenía ni idea. Tal vez podrían moverse al norte, a alguna ciudad fronteriza con muchos turistas, no sería difícil encontrar trabajo en un lugar así, y si la justicia los buscara podrían intentar salir del país con pasaportes falsos, o tal vez...

—¿Qué estás haciendo?— La voz de Ashley resonó en la pequeña habitación. Se acababa de despertar, y aún así parecía llena de energía... Con la que exasperar a su hermano mayor. Llevaba unos días especialmente irritable. —¿No es obvio? Alguno de los dos debe pensar en el siguiente paso.—

Ashley bufó, aún en la cama. —Apenas llevamos dos días en este motel y ya quieres ir al siguiente. Andrew, en serio, necesitas relajarte un poco de vez en cuando, ¡Puedes ver los resultados de una vida tranquila en tu preciosa hermana!— La joven sonrió mientras estiraba los brazos, desperezándose con libertad. Andrew alzó la mirada en dirección a su hermana: verdaderamente parecía completamente ignorante de la situación en la que estaban: estaba aún en pijama, tranquila y sin preocupaciones, con pantalón y una blusa de tirantes más bien pequeña para ella (y eso que lo habían comprado hacía poco, por capricho de su hermana). Su mirada se entretuvo un par de segundos más de lo que debería sobre el remarcado escote para después regresar la atención al mapa de golpe, justo antes de que pudiera ver la maliciosa sonrisa en el rostro de su hermana que, por supuesto, se había dado cuenta de su desliz, un pequeño éxito a sumar a su lista.

Al final del día, por eso había elegido una talla inferior.

Andrew carraspeó, regresando su atención de unas ciertas ideas de vuelta al mapa. —...Claro que puedo verlo, Leyley, por eso es que me preocupo, Dios nos libre de que los dos estemos tan tranquilos como tú.— respondió de forma mordaz, intentando centrarse en lo que tenía delante, para enfado de su hermana. Ashley caminó hacia la mesa y puso una mano sobre el estúpido mapa que estaba robando la atención de Andrew, haciendo que el mayor de los Graves chasqueara los labios con molestia y alzara la mirada de vuelta a la menor. A pesar de que acababa de levantarse, parecía tener ganas de discutir.

—No tienes por qué ser un capullo, ¿Sabes? Tu hermanita está aquí, intentando relajarte, y no haces más que alejarla. Tal vez querrías que fuera alguna otra furcia, ¿Verdad?— La chica chasqueó los labios con disgusto.—¿Acaso crees que no sé que preferirías estar en esta situación con alguna puta de tetas gordas? Pero en su lugar estás a la fuga con tu estúpida y fea hermana que siempre te arrastra a las peores cosas. Tal vez estaría mejor muerta, ¿No es eso lo que piensas, como lo pensaban papá y mamá? ¿Sabes? Tal vez tendrías que haberme metido en ese baúl en lugar de a...—

Oneshoots - The Coffin of Andy and LeyleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora