Capitulo 3

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Creo ver el esbozo de una sonrisa en su expresión, pero no estoy segura.
—¿Quiere sentarse? - me pregunta señalándome un sofá blanco de piel en forma de L.
Su despacho es exageradamente grande para una sola persona. Delante de los ventanales panorámicos hay una mesa de madera oscura en la que podrían comer cómodamente seis personas. Hace juego con la mesita junto al sofá. Todo lo demás es blanco —el techo, el suelo y las paredes -, excepto la pared de la puerta, en la que treinta y seis cuadros pequeños forman una especie de mosaico cuadrado. Son preciosos, una serie de objetos prosaicos e insignificantes, pintados con tanto detalle que parecen fotografías. Pero, colgados juntos en la pared, resultan impresionantes.
—Un artista de aquí. Trouton - me dice la señora O'Connell cuando se da cuenta de lo que estoy observando.
-Son muy bonitos. Elevan lo cotidiano a la categoría de extraordinario
— murmuro distraída, tanto por ella como por los cuadros.
Ladea la cabeza y me mira con mucha atención.
—No podría estar más de acuerdo, señorita Steele — me contesta en voz baja.
Y por alguna inexplicable razón me ruborizo.
Aparte de los cuadros, el resto del despacho es frío, limpio y aséptico. Me pregunto si refleja la personalidad del Adonis que está sentado con elegancia frente a mí en una silla blanca de piel. Bajo la cabeza, alterada por la dirección que están tomando mis pensamientos, y saco del bolso las preguntas de enevy. Luego preparo la grabadora con tanta torpeza que se me cae dos veces en la mesita. La señora O'Connell no abre la boca. Aguarda pacientemente — eso espero —, y yo me siento cada vez más avergonzada y me pongo más roja. Cuando reúno el valor para mirarlo, está observándome, con una mano encima de la pierna y la otra alrededor de la barbilla y con el largo dedo índice cruzándole los labios. Creo que intenta ahogar una sonrisa.
-Pe... Perdón — balbuceo—. No suelo utilizarla.
—Tómese todo el tiempo que necesite, señorita Steele — me contesta.
—¿Le importa que grabe sus respuestas?
—¿Me lo pregunta ahora, después de lo que le ha costado preparar la grabadora?
Me ruborizo. ¿Está bromeando? Eso espero. Parpadeo, no sé qué decir, y creo

—No, no me importa.
-¿Le explicó enevy... digo... la señorita Kavanagh para dónde era la entrevista?
—Sí. Para el último número de este curso de la revista de la facultad, porque yo entregaré los títulos en la ceremonia de graduación de este año.
pero aun así — me entregue el título. Frunzo el ceño e intento centrar mi caprichosa atención en lo que tengo que hacer.
—Bien — digo tragando saliva —. Tengo algunas preguntas, señora O'Connell.
Me coloco un mechón de pelo detrás de la oreja.
—Sí, creo que debería preguntarme algo - me contesta inexpresiva.
Está burlándose de mí. Al darme cuenta de ello, me arden las mejillas. Me incorporo un poco y estiro la espalda para parecer más alta e intimidante. Pulso el botón de la grabadora intentando parecer profesional.
-Es usted muy joven para haber amasado este imperio. ¿A qué se debe su éxito?
Ella me miro y ella esboza una sonrisa burlona, pero parece ligeramente decepcionada.
Los negocios tienen que ver con las personas, señorita Steele, y yo soy muy buena analizándolas. Se como funcionan , lo que las hace ser mejores , lo 
que las inspira y cómo incentivarlas. Cuento con un equipo excepcional, y les pago bien. —Se calla un instante y me clava su mirada gris —. Creo que para tener éxito en cualquier ámbito hay que dominarlo, conocerlo por dentro y por fuera, conocer cada uno de sus detalles. Trabajo duro, muy duro, para conseguirlo. Tomo decisiones basándome en la lógica y en los hechos Tengo un instinto innato para reconnocer y desarrollar una buena idea y seleccionar ala personas adecuadas. La base es siempre contar con las personas adecuadas.
—Quizá solo ha tenido suerte.
Este comentario no está en la lista de enevy, pero es que es ella es tan  arrogante... Por un momento la sorpresa asoma a sus ojos.
—No creo en la suerte ni en la casualidad, señorita Steele. Cuanto más trabajo, más suerte tengo. Realmente se trata de tener en tu equipo a las personas adecuadas y saber dirigir sus esfuerzos. Creo que fue Harvey Firestone quien dijo que la labor más importante de los directivos es que las personas crezcan y se Parece usted una maniática del control.

Las palabras han salido de mi boca antes de que pudiera detenerlas. 
-Bueno, lo controlo todo, señorita Steele me contesta sin el menor rastro de sentido del humor en su sonrisa.
La miro y me sostiene la mirada, impasible. Se me dispara el corazón y vuelvo a ruborizarme.

¿Por qué tiene este desconcertante efecto sobre mí? ¿Quizá porque es irresistiblemente atractiva? ¿Por cómo me mira fijamente? ¿Por cómo se pasa el dedo indice por el labio inferior? Ojalá dejara de hacerlo.

-Además, decirte a ti mismo, en tu fuero más íntimo, que has nacido para ejercer el control te concede un inmenso poder-sigue diciéndome ella en voz baja.

-¿Le parece a usted que su poder es inmenso?

Maniático del control, añado para mis adentros.

-Tengo más de cuarenta mil empleados, señorita Steele. Eso me otorga cierto

sentido de la responsabilidad... poder, si lo prefiere. Si decidiera que ya no me interesa el negocio de las telecomunicaciones y lo vendiera todo, veinte mil

personas pasarían apuros para pagar la hipoteca en poco más de un mes.

Me quedo boquiabierta. Su falta de humildad me deja estupefacta.

-¿No tiene que responder ante una junta directiva? -le pregunto asqueada.

-Soy la dueño de mi empresa. No tengo que responder ante ninguna junta directiva.

Me mira alzando una ceja y me ruborizo. Claro, lo habría sabido si me hubiera informado un poco. Pero, maldita sea, qué arrogante es ella... Cambio de táctica.

-¿Y cuáles son sus intereses, aparte del trabajo?

-Me interesan cosas muy diversas, señorita Steele. Esboza una sonrisa casi imperceptible. Muy diversas.

Por alguna razón, su mirada firme me confunde y me enciende. Pero en sus ojos

se distingue un brillo perverso.

-Pero si trabaja tan duro, ¿qué hace para relajarse?

-¿Relajarme?

Ella Sonríe mostrando sus dientes, blancos y perfectos. Contengo la respiraciónEs

realmente guapa . Debería estar prohibido ser tan guapa.

-Bueno, para relajarme...



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LO PROHIBIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora