𝐆𝐥𝐨𝐭ó𝐧『ʟᴜsᴀɴ』

009.

Idiota, imbécil, mal nacido. Ya había agotada dos cajas de cerillas y mi ansiedad no se calmaba aún, después de que el estúpido de Luffy me dejara una marca en la nuca, bastante notable para el colmo, no lo deje acercarse a mí ni a la cocina durante algunos días.

No entiende el por qué su capitán se comporta como un maniático estos últimos días, pero no quería tenerlo cerca si se comporta de esa forma.

Los demás integrantes de la tripulación no le dieron importancia, su capitán siempre ha sido raro y la mayoría de ellos casi nunca sabe lo que ocurre dentro de su cabeza. De cierto modo a Sanji tampoco le importaría si no fuese él a quien le estuviesen violando el espacio personal sin consentimiento. El único que se preocupó por él al verlo con la marca de una mordida en la nuca fue Chopper quien le dio un sermón al sombrero de paja de que porque no podía morder a la gente.

— Solo lo hice porque es Sanji. — Volvió a confesarse seriamente delante el renito.

— ¡Eso no es ni siquiera una excusa!

Chopper y Luffy aun discutían afuera de la cocina, hasta ahora cuando tocaba la hora de comer el rubio solía salir de la cocina con su plato de comida o solo esperaba a que todos terminaran de comer para poder hacerlo también, sin embargo, hoy tendría que ser diferente porque Franky quería agregarle más cosas a la cocina para que fuera suuuuper genial. Así que Sanji debe estar fuera de su cueva por un par de horas.

— ¡Sanji! — Luffy apareció detrás de su espalda y se colgó detrás de él. — Juguemos juntos.

— No puedo, la diosa Nami me pidió que le hiciera una lista de los posibles gastos para las comidas en la próxima isla. Cuando lleguemos podrás jugar con Usopp o Franky. — Lo quité de encima de mí y lo moví en dirección a la puerta, Robin me había dejado desde que entró nuestro capitán a la biblioteca, y yo no quisiera estar con Luffy solo luego de que comenzaron sus extrañas costumbres conmigo.

— ¡No, yo quiero estar contigo! — Se aferró más al ojiazul, iba a comenzar a hacer una rabieta. Sanji estaba consciente de que lo había ignorado durante días y a Luffy no le ha gustado mucho eso. Negociar con la comida ya dejaba de funcionar para que lo dejara. — Me has estado evitando todo este tiempo.

— Luffy, por favor.

El menor hizo un mohín y se separó para poder tomar las mejillas del blondo, sombrero de paja era alguien particular pero eso no le quitaba el hecho de ser su capitán por lo tanto lo respeta, pero ha estado haciendo cosas que han sacado de las casillas a Sanji y a nadie parecía importarle además de a él mismo, por eso cuando el azabache acercó tanto su rostro al suyo y tocó la venda que estaba ubicada en la marca que le había hecho días antes, encima de que el cabeza de musgo junto a Nami entraron a la biblioteca en medio de todo había provocado que lo pateara más fuerte de lo que lo hubiese hecho antes.

Tenían que entenderlo, él podía soportar muchas cosas que vinieran de parte de Luffy, no obstante, hasta él tenía límites.

— ¿Qué mierda? — Zoro fue el primero en hablar, la relación que tenían el cocinero con Luffy cada día era más singular, ya no valía la pena intentar entenderla.

— Tienes toda la cara roja, Sanji ¿Habrás atrapado un resfriado? — Nami quiso poner su mano en la frente del chico para verificar su temperatura. — ¿Te sientes bien? Creo que debes ir donde Chopper.

— Sanji no está enfermo, solo está siendo tímido. — El más pequeño río en el suelo y se acomodó su sombrero.