¿Revenge or Love?-Olivia Rodrigo

TMP2-005

Mini Maratón 1/2

- Solo no te sueltes, no hagas que vaya por las rocas y árboles, los caballos tienen mucho miedo, la próxima semana van a competir en las finales, entrenaron tanto tiempo, así que no la hagas correr tanto, cuídala.

- Ya se papá, es que ella también tiene su energía como Golden, se cree que es un carro.

- Te vuelvo a ver en este caballo y siento como si fuera la primera vez que montas.

Con un uniforme de equitación puesto y el aire fresco golpeando mi cara levemente, estaba hablando con mi padre sobre el enseñarle unos trucos a Nini, para la carrera y los lugares en que participa ella.

- Han pasado como 5 meses y yo estoy bien, he llegado a las finales y aunque sea de principiantes, es un avance. Nina y yo llegaremos más lejos.

- No sueltes la rienda, con dos manos. Por favor Amelia.

- Okey señor, ya entendí. Aparte no creo que Nini me haga daño. Estuvo portándose bien.

- Esta bien, creo que Nini, está lista para llevarte, recuerda, no jales mucho para atrás la rienda y trata que salte más alto.

- Ella lo hará.- Acaricie su cabellera levemente y volví a agarrar la rienda.- Vamos, Nini.

Papá fue soltando mi brazo y se alejó un poco de nosotros, para que después Nini comenzará a caminar y seguido a trotar por el campo, mientras saltaba las vallas de 40 centímetros, cada valla que se nos atravesaba, lograba saltarlo exitosamente.

- Muy bien, lo haces bien. Ahora, falta esa de un 80 centímetros, está bien, tomate tu tiempo, tu puedes. Ya pasaste la de 60 centímetros, podrás con eso y todo lo que se nos venga.

Nini se estaba alistando para comenzar a correr y poder saltar, mientras que con su pata trasera se alistaba, esperando mi orden, toda ansiosa salió corriendo cuando dije "¡Vamos!" Y moví la rienda.

El aire golpeaba un poco fuerte mi cara, sentía la adrenalina en mí, aferrándome más a la cuerda con un leve temor, ella estaba apunto de saltar, sentía esa conexión.

El que se detenga un poco en seco, me hizo volver a la realidad, ¿que pasaba?.

-Esta bien, Nini, está bien. Solo es un animal, Nini, tranquila.

Estar cerca de los arboles decaídos no era bueno, algo había dentro de las hojas, algo que se movía y eso inquietaba a Nini, esto no era bueno.

-Nini, está bien, linda, solo es el aire. Nini, Nini. Por favor, vamos.

El nombrarla no ayudaba en nada, el tratar de carmarla y sostenerme de la rienda no me ayudaba a concentrarme en ella.

Ese ruido de las hojas tampoco ayudaba.

-¡Amelia, Nini! ¡Nini tranquila!.

-¡Papá, ayudame! ¡Papá!

Mi padre gritaba más mientras venía corriendo hacia mi, mientras solo lo llamaba y Nini se ponía cada vez más histérica, no lograba estar concentrada, mis manos empezaban a temblar y la rienda comenzaba a volverse cada vez más delgada, no sentía que estaba aquí, me estaba mareando, el caballo moviendose de lado a lado, mi mano deslizándose y yo sintiéndome como mi cuerpo se alejaba de Nini, yo no estaba más con ella.