Capitulo 1

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Peter

Otra vez todo un equipo muerto, observo el panorama ardiendo en rabia haciéndome la misma pregunta de hace seis meses ¿Quién asesinó a mis hombres?

Doy la orden que levanten los cuerpos y voy de camino al centro de reuniones, hoy tampoco será un buen día, desde que apareció un don nadie a asesinar a mis hombres no he tenido un buen día.

Soy Peter Petrov el jefe y torturador de la mafia rusa y un hijo de puta ha estado asesinando a mis hombres y no tenemos idea de quién es. Solo sabemos que es un completo imbécil porque no sabe con quién se está metiendo.

Entró a la sala de reuniones y todos están sentados alrededor de la mesa, tomó mi lugar en la cabecera y pregunto.

-¿Dónde estaban las cámaras?

-Señor, fueron manipuladas tienen una grabación de una hora antes y solo vimos entrar al senador - habla Egor el hacker.

-El senador también está muerto - dice Steff el encargado de recibir las armas - un tiro preciso de ceja y ceja.

-¡No quiero escusas quiero al malnacido que hizo esto! - gritó.

-Había un hombre de la mafia italiana - dice Guisella - estaba bebiendo con el senador y cuando sucedió el disparó el huyó.

-¿Por qué su cabeza no está en medio de esta mesa?

-Porque está siendo seguido por el FBI y la Interpol - explica Egor - ayer que lo seguimos a su apartamento vimos que lo están siguiendo y hay cámaras en todos lados. Hay más de seis equipos completos siguiéndolos

-Por los sucesos de los últimos seis meses si nos vem seríamos sospechosos y no queremos al FBI detrás de nosotros.

-¡Denme malditas soluciones no más problemas!

-Seguirlo y no perderlo de vista - dice Guisella - este es su itinerario de la siguiente semana, si se desvía podemos agarrarlo.

-Si ese hombre se pierde de vista las cabezas de ustedes estarán en medio de la mesa.

Salgo de la sala y me voy a mi oficina, necesito liberar de alguna manera el enojo y el estrés en mi oficina llamó a la secretaria y ella llega. Me bajo la bragueta y saco mi miembro y ella sabe lo que tiene que hacer.

Se arrodilla y comienza a chuparme la polla hasta al fondo, comienzo a embestirla hasta el fondo viendo cómo las lágrimas salen de sus ojos. Cuando encuentro mi liberación y me corro en su boca le grito.

-¡Fuera!

Ella se va y me dispongo a trabajar, reviso los cargamentos de droga y de armas que vienen está semana. Planeó cómo se va a distribuir y terminando eso me voy a seguir a la basura italiana que voy a darme gusto torturando.

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Estoy estacionado a la par de un café viendo la entrada de una universidad, según el itinerario hoy está aquí, veo a un montón de jóvenes de vestidos largos y de trajes malditos graduados, salgo de auto para ir por un café. Me detengo un momento a observar detenidamente y si que este hombre está siendo seguido, en la cafetería hay dos agentes, el ciego de la banca del parque, el pordiosero sin incluir los vehículos que están estacionados y el franco que está arriba del edificio.

Alguien se estrella con mi espalda me giro y sujeto su mano antes que toque el piso. Es una joven vestida de blanco y unas gafas negras, se recompone rápidamente quitando sus manos.

-¿Qué te pasa idiota? que haces en medio del camino.

Si ella supiera con quien habla la haría tragarse sus palabras.

-¿Disculpa? la que se estrelló contra mi fuiste tu

-Estás en medio de la pasada - dice revisando su ropa - si hubiese tocado el suelo hubiera llegado sucia a la graduación. Idiota.

La observo y veo que lleva un pantalón formal suelto de poliéster algodón y una camisa manga larga pegada al cuerpo, que pienso más que es un bodysuit, unos converse blancos de plataforma que casi no se ven por lo largo del pantalón, unas gafas negras.

-Nadie se gradúa así, mentirosa - la señalo con burla.

-Ese no es tu problema.

Ella se va y me causa gracia, la sigo con la mirada y veo su cabello rojo que le cae por la espalda y lo bien que le queda el pantalón, su pequeña cintura realza y su trasero casi no se nota, quizás por eso usa ese tipo de pantalón. Veo que entra a la universidad dudando si decía la verdad.

Cruzo la calle y me siento en el café junto al agente que observa detenidamente hacia la puerta de la universidad, saco mi teléfono y llamo a Egor.

-Quiero saber porque los entes judiciales siguen tan de cerca a la basura italiana.

La noche cae y cuando me dirijo a mi auto veo que todos los graduados están saliendo con togas negras, recuerdo a la rara que se estrelló conmigo y me saca una sonrisa rápida maldita mentirosa.

-Encontrarte dos veces el mismo día ya no me parece casualidad - dice detrás de mí - ¿me estás acechando?

-¿Crees que vales la pena para perder mi tiempo y acecharte?

-Tú eres el que está aquí así que respóndete

Me giro a verla y esta con una toga y un birrete, trae un folio en su mano, tiene una medalla en su cuello y las gafas que no se las quita. Veo que la toga está abierta y deja ver su ropa. Sonrío con burla negando la cabeza.

-Enserio te graduaste vestida así - digo negando - no te creí cuando lo dijiste.

-Yo no digo mentiras.

-Yo tampoco - digo.

-Entonces ¿qué haces aquí?

-Ando vigilando a alguien para asesinarlo - digo susurrándole sin quitarle la vista.

Siento su vista pero no puedo ver sus ojos por las gafas.

-¿porque usas gafas de noche? - trato de cambiar el tema.

-¿Eres un asesino? - pregunta - y las uso porque las luces de los autos golpean mi vista.

Me acerco a su oído esperando que ella retroceda pero no se mueve ni un milímetro, es impresionante las agallas que tiene.

-Soy un mafioso muy poderoso - le susurro - y asesinaré a alguien está noche.

Me alejo buscando una reacción y ella no mueve su rostro.

-Mentiroso - dice - he leído mucho sobre ellos y siempre visten trajes Armani o de alguna marca italiana y usan zapatos de cuero y mírate, con Jeans, camiseta, zapatillas deportivas, chaqueta de cuero. No tienes cara de ser un mafioso.

Me río y ella hace un gesto divertido, una carcajada se sale de mi garganta y en su rostro aparece una pequeña sonrisa que niega volteando la cara.

-Perdón por no cumplir tus estándares ficticios.

-Espere que tuvieras no sé un Porsche 718 Boxster o McLaren 570S pero en cambio andas en una Peugeot 3008, una camioneta muy linda pero no digna de alguien de tu profesión o ¿esta es la camioneta para acechar a tus víctimas?

Otra carcajada sale de lo profundo de mi garganta y la veo fijamente.

-Esta es para el acecho - digo sonriendo.

-Es entendible - dice - ¿Puedes tenerme esto?

Me da su folio y comienza a quitarse la toga, su reloj se ilumina ella lo ve y dice.

-Voy tarde demonios - agarra su toga y su birrete y lo tira a la basura. Luego se va corriendo sin despedirse ni nada. No la llamé a pesar de que tengo su título porque este es el motivo para volver a hablar con ella.

Me subo a la camioneta y me voy a mi casa, para investigar quién es la mujer de cabello rojo que fue la primera en sacarme dos carcajadas en menos de cinco minutos.

SIETE SEGUNDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora