Capitulo 25

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Lissa

Lo que menos necesito en este momento es tener una conversación sentimentalista con Peter. Antes de que hable mejor me voy a trabajar porque partimos en un par de hora, tengo que dejar el producto listo para el envío de esta noche. Cuando estoy terminando de firmar los papeles del club la puerta de mi oficina se abre dejando ver a un Robert eufórico y un Liam preocupado. Lo que faltaba.

-No iras al operativo de hoy – dice Robert – y te estoy comunicando un aviso.

-Según tu ¿Por qué no puedo ir? – digo sin quitar la vista de la pantalla.

Robert cierra la pantalla de mi portátil de un solo portazo que creo que la rompió y me tira un papel, agarro el papel y comienzo a leer con el corazón a mil. Mis manos comienzan a temblar, mi vista comienza a nublarse y me pongo de pie rápidamente viendo a Liam que este esta con la cabeza agachada.

-Esto no puede ser cierto – digo sin creerlo – Liam, te equivocaste esto no puede ser cierto.

-Hice el análisis dos veces – dice viéndome – no hay error.

-Pero – tartamudeo – es imposible, tengo el implante desde hace dos años, no puedo estar embarazada maldita sea.

-Tu implante fue retrasado cuando estabas en coma – dice Robert.

-¿Por qué no me lo dijiste? – Grito – Liam, se supone que eres mi doctor.

-No te podíamos ponerte estrógeno y progesteronas, necesitábamos saber que el medicamento estaba haciendo efecto.

-No puede ser cierto – digo dejándome caer en la silla.

-Lo que no entiendo – dice Robert girándose – porque lo sospechabas y no me lo dijiste.

-Porque lo sospeche hasta el día de ayer. Cuando los doctores de Peter me dijeron que ha estado tomando medicamento para las náuseas y mareos lo sospeche. El veneno que estaba ingiriendo Peter le tenía que provocar convulsiones o infartos pero no los otros síntomas. Lissa tiene malestar estomacal sin otro síntoma y Peter náuseas y mareos, todo fue por conexión.

-Que idiota – digo molesta – ¿Peter también esta embarazado?

-Eso pasa cuando la conexión de ambas personas es fuerte y por eso comparten síntomas – dice Robert.

Mierda, lo último que necesitaba es estar embarazada de uno de los hombres más poderosos del mundo criminal y ponerme en peligro por el nuevo heredero al trono, cuando se enteren del embarazo tendré los días contados ¿Qué voy hacer? Maldita sea, por primera vez en la vida no sé qué hacer ¿le diré a Peter? No, eso es un maldito error. Solo queda una opción pero no sé si sea capaz de hacerlo, antes de hablar Robert me ve y dice

-No, no lo harás – dice viéndome fijamente – te protegeré con mi vida si es necesario pero no interrumpirás el embarazo.

-No puedes hacerlo – dice Liam – tu cuerpo no lo soportaría, además hay que hacerte un estudio rápido, el medicamento puede dañar al feto.

-Yo- digo sin saber que decir.

-No – dice Robert – si tengo que proteger mi vida por ti y ese bebé lo haré, pero no voy a arriesgarme a perderte otra vez, el dolor de verte casi muerta no me lo causaras de nuevo.

Él se va a la salida y antes de cerrar la puerta dice sin verme.

-Saber que es de Peter Petrov, no me alegra tanto, pero el hecho de saber que llevas una vida me hace la persona más feliz del mundo y por eso la protegeré hasta de ti misma. Si tengo que tenerte bajo vigilancia veinticuatro horas del día lo haré. Así que no vuelves a participar en cualquier operativo.

SIETE SEGUNDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora