Capitulo 17

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Peter

Misteriosamente la reunión fue cambiada de salón a último momento, por lo menos no había salido de mi habitación porque de otra manera no hubiese asistido. Salgo de mi habitación hacia la sala de tronos en donde se hará la reunión, cuando hay reuniones con todos los jefes de la mafia lo hacemos en la sala secreta en donde hay una gran mesa redonda.

La sala de tronos solo lo usan los reyes para reunirse con el consejo real y llevar a cabo la toma de decisiones que se nos informa después. Es extraño que a todos los grandes capos de la mafia seamos citados en ese salón especialmente cuando no dicen que no somos dignos. La realeza oscura es una gente que se creen más de los demás.

Hoy visto con un traje completamente negro, una capa del mismo color que se prensa a los hombros, una corona de oro blanco adornado con taaffeita, esta corona me la hizo mi madre y por tal razón la uso. Llevo un anillo de Lissa colgado al cuello que encontré anoche en la cama vacía, prometiendo no dárselo hasta que yo crea necesario.

Entro a la sala y veo que solo esta Enrico, Massismo, Turán y dos hombres más que deben de ser jefes de algún grupo de asesino. Observo que mi silla de trono está aquí de la misma manera que la de Enrico y la de Turan, hay sillas de todos los tamaños, colores y diseños, unas más ostentosas que otras, unas muy lujosas que da asco verlas y otras muy sencillas que las hacen parecer comunes.

Mi trono está ubicado a la par de una silla bordeada de oro blanco, con tres gemas rojas incrustadas y el cojín es blanco. Veo la silla detalladamente que a la vista es sencilla pero es elegante. La sala se abre detrás de mí y veo que todos entran extrañados de ver sus tronos y se ubican en ellos. Avanzo al mío, tomo asiento y espero que todos se acomoden.

Una vez que la mayoría de los citados están en sus asientos veo que hay una silla de plástico vacía entre dos personas que jamás he visto. El antiguo Rey entra a la sala y todos se ponen de pie a excepción de yo. Éste me ve antes de tomar asiento a la par mía y solo me hace gesto casi invisible como lo hacía antes, no respondo de ninguna manera y él tampoco espera respuesta.

-Bien empecemos – dice hablando.

-Su alteza la sala aún no esta...... - habla un hombre de tez muy morena.

-y tú ¿Quién eres? – pregunta el ex monarca

-Soy Amari el jefe de la tribu de asesinos letales de áfrica.

-Un marginado – dice con desdén – tú no tienes derecho para hablarme.

-¿Por qué no abuelo? – entra Dalila – disculpa es que nadie me dijo que la reunión fue cambiada de lugar.

-¿Y tú quién eres? – pregunta sin verla – yo jamás tendría una descendiente tan maleducada e irrespetuosa y para ti soy el Rey Thiago II.

-Mi padre era Tomasso..... – comienza a decir Dalila.

-Entonces no eres nadie – dice con desdén – a ese maldito lo decapite hasta que ni una sola gota de sangre quedara en el cuerpo, así que no retes.

-Usted no puede tocarme – dice Dalila – soy su única nieta y.....

-¿Qué paso con la reina? – dice Enrico – ¿la reina esta acaso muerta?

Dalila se queda en silencio apretando la boca y mientras el ex monarca reclina su cabeza hacia atrás y la ve con burla.

-Dalila – dice con gracia en su voz – en mis tiempos me divertía matando gente y ese hobbie no se me ha pasado.

-Y-o – comienza a titubear.

-Dalila ¿Qué paso con la Reina?

-No lo sé – dice fijamente sin quitarme los ojos de encima – pero desde hace un mes le pedí una audiencia y no me la ha dado, necesitamos una reina que nos escuche y nos atienda y si la actual no lo hará es mejor cambiar a otra.

SIETE SEGUNDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora