Salimos temprano en la mañana, justo cuando el sol comenzaba a asomarse en el horizonte. El frío del invierno se hacía sentir en el aire, envolviéndonos en una brisa fresca y nítida. Nos abrigamos con chaquetas y bufandas para protegernos del clima gélido mientras nos dirigíamos hacia nuestro destino. Nuestro viaje transcurrió con normalidad, reímos y charlamos todo el viaje. Realmente me agrada pasar tiempo con Kagi-kun.
Nuestro viaje nos llevó a una casa de campo ubicada en las afueras de la ciudad. Al llegar, quedé maravillado por la belleza del paisaje que nos rodeaba. La casa estaba rodeada de exuberantes prados verdes y majestuosos árboles cubiertos de nieve.
- ¡Llegamos! - Menciona Kagi-kun al entrar a la casa. Ha sido un viaje largo y es la primera vez que vengo a su casa, hace que me ponga un poco nervioso.
Al entrar, nos recibió un cálido aroma a leña proveniente de la chimenea que creaba un ambiente acogedor en la sala de estar.
Lo primero que capturó mi atención fueron las hermanitas de Kagi-kun, quienes al verlo corrieron emocionadas a saludarlo.
- ¡Hermano, has vuelto! -exclamaron alegres, lanzándose a sus brazos. Kagi-kun las levantó en el aire, una en cada brazo, mientras las hacía cosquillas. Era una escena tan tierna y conmovedora que me hizo sonreír involuntariamente.
Estaban emocionadas y felices al ver a su hermano, ansiosas por jugar con él. Pero cuando notaron mi presencia se mostraron curiosas.
"Estas dos son Umi-chan y Hana-chan", dijo mientras apuntaba primero a la hermana mayor y luego a la hermana menor. Hana tenía el cabello negro corto y unos ojos verdes que reflejaban timidez. A pesar de ser de estatura baja, su entusiasmo era inmenso y se notaba en su sonrisa tímida pero dulce.
Por otro lado, Umi tenía el cabello castaño con dos trenzas a sus costados, lo cual le daba un aspecto juguetón y encantador.
Ambas hermanas eran adorables y tenían personalidades únicas. Hana transmitía una sensación de calma y dulzura, mientras que Umi irradiaba energía y curiosidad.
-Hola, Umi-chan y Hana-chan. Soy Hirano, un gusto conocerlas. - Umi-chan y Hana-chan me observan con mucha intriga.
Decidí acercarme a ellas, tratando de transmitirles seguridad. Me puse de cuclillas para estar a la altura de ambas y extendí mi mano acariciando suavemente la cabeza de la más pequeña. Pude ver cómo sus ojos se iluminaron y una sonrisa se formó en su rostro. Parecía que habían encontrado algo familiar y reconfortante en mi gesto.
La otra hermana también se acercó, observando con interés mientras su hermana menor recibía mi cariño. Decidí no dejarla de lado y extendí mi mano hacia ella también, acariciando suavemente su lacio cabello castaño. Al igual que su hermana, sus ojos se iluminaron y una sonrisa tímida apareció en su rostro.
Sentí la mirada intensa de Kagi-kun. Sus ojos suplicaban que también lo toque a él. Pero no sé si sea el mejor lugar para aplicar el toque de 10 segundos.
- Estamos en tu casa Kagi-kun. ¿Podemos dejarlo para más tarde? - Su mirada entristecida se encuentra con la mía mientras asiente con dificultad y resignación.
En ese momento, llega el resto de la familia con una energía contagiosa. La madre de Kagi-kun, me abraza cariñosamente, lo cual me sorprende de sobremanera, se separa de mi y alegre me da la bienvenida a su casa.
-Tú debes ser Hirano-kun, un placer conocerte. Soy Makoto, la madre de A-kun -dice Makoto con una sonrisa tierna.
Makoto tiene cabello castaño oscuro y ojos verdes, es de estatura media y aparenta tener una personalidad enérgica. Su energía era sumamente contagiosa.
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Hirano To Kagiura
Romance-Quiero tocarte, Hirano-san.- Entiendo que los de primer año tengan las hormonas alborotadas pero ¿esto es demasiado no? Historia basada en el manga del mismo nombre. ¿Cómo comenzará a florecer esta nueva pareja? ¿Qué obstáculos se encontrarán al...
