Siento la luz de la ventana entrando fugazmente. Puedo percibir cómo, a pesar de la nevada de anoche, una suave sensación de calidez se propaga por mi cuerpo.
A pesar de la oscuridad que todavía se aferra al ambiente, puedo sentir cómo una sutil calidez se desliza sobre mi piel, como si fuera un abrazo reconfortante.
Mis ojos se abren de golpe, y lo que se despliega ante mí es una escena digna de admiración.
Junto a mí, Kagi-kun se encuentra dormido, irradiando serenidad y ternura absoluta. Su rostro refleja una calma profunda, y sus brazos rodean mi cintura.
Y en ese instante, siento una sensación de seguridad que me envuelve por completo, como si estuviera en el lugar más acogedor y reconfortante del mundo.
Nunca había visto a Kagi-kun tan de cerca, sus bellas pestañas y mejillas sonrojadas, sus labios entreabiertos y su cabello azabache despeinado. El calor de su cuerpo aún se aferra al mío, y puedo sentir su respiración suave y regular.
Trato de incorporarme lentamente pero solo consigo que me atraiga más a él en un abrazo de oso. Me siento atrapado entre sus enormes brazos. En ese instante, todo a mi alrededor se desvanece y solo existe la calidez que emana de su abrazo.
Escucho entre murmullos inconscientes "Hirano-san, no te vayas, te traje pockys"
Retengo una carcajada e intentó una vez más salir de su agarre. Lo logró a duras penas dejando una almohada en mi lugar, Kagi-kun lo abraza mientras dice entre sueños: "Esos pimientos verdes no me gustan"
Me levanto y me dirijo a cambiarme para bajar. Dejando dormir a Kagi-kun más tiempo. El aroma del café recién hecho y las tostadas recién hechas inunda la cocina, creando una fragancia sumamente agradable.
No había notado la calma del ambiente. El ambiente de la habitación es tranquilo, y mi mirada se dirige hacia las fotografías que se encuentran colgadas en las paredes. Hay una amplia variedad de imágenes, desde retratos individuales hasta fotos de grupos. Sin embargo, una en particular destaca entre todas: una foto de Kagi-kun durante su infancia.
En esta imagen, puedo apreciar el crecimiento de Kagi-kun a lo largo del tiempo, desde su etapa como bebé hasta su paso por la escuela preescolar, seguido de su experiencia en la preparatoria y, finalmente, una foto actual en la que se encuentra rodeado de sus amigos.
— Es sumamente tierno ¿no? — Makoto-san se acerca con dos tazas de café y amablemente me ofrece una.— No ha cambiado mucho desde que era pequeño, sigue siendo muy testarudo, sobre todo, cuando algo le apasiona.
— Buenos días, Makoto-san— tomé la taza de café y le obsequié una sonrisa. Ella también asintió y me devolvió el saludo. La estela de vapor del café caliente se despliega, trayendo consigo una sensación reconfortante que contrarresta el ambiente frío.
Mientras conversaba con Makoto-san, noté un álbum de fotos sobre la mesa. Curioso, lo tomé y comencé a hojear sus páginas cuidadosamente. Una imagen en particular llamó mi atención de inmediato. Era una imagen de Kagi-kun en la cancha de básquetbol, sostenía una pelota de basquetbol y esbozaba una sonrisa risueña y adorable.
—Ese día fue la primera vez que A-kun visitó una cancha de básquetbol. — dice observando la foto— A-kun caminaba emocionado por todo el lugar, explorando cada rincón con sus ojos brillantes. Lo sorprendente fue que los jugadores del equipo se acercaron a él y le permitieron encestar, aunque con su ayuda, por supuesto. — Su mirada se pierde en el horizonte, recordando aquel momento.
—Guardo con cariño la imagen de mi esposo levantando a nuestro hijo en sus hombros en la cancha de básquetbol cuando era pequeño. Mi esposo siempre fue un apasionado del básquetbol, pero debido a ciertas circunstancias familiares, no pudo dedicarse por completo a ese deporte.
Hace una breve pausa y me mira con ternura — Luego nacieron nuestros hijos y el amor que cultivamos al criarlos se convirtió en nuestro mayor logro. —
Toma un sorbo de su café y continúa con nostalgia:
— Deseo que mis hijos encuentren la felicidad junto a la persona adecuada, que se cuiden mutuamente. A-kun puede ser muy dependiente de los demás, pero es una persona maravillosa. Me preocupa que puedan lastimarlo por su amabilidad con los demás.—
Le devuelvo una sonrisa reconfortante. Comprendo su punto, incluso a veces siento que consiento y protejo demasiado a Kagi-kun. Él es una persona muy especial para mí.
Kagi-kun me hablaba mucho de sus padres, la concepción que tiene de amor proviene de sus padres amarse, esperando algún día encontrar a la persona indicada, el anhelar querer casarse con esa persona.
Yo en cambio, no estoy seguro, ni tuve referencias para entender que significa estar con alguien.
Palabras como "amor" "querer" "gustar". No me imaginé el significado de cada una. Más aún, no pensé en la idea de formar una relación, más con un kohai de la preparatoria.
Eso me hace cuestionarme profundamente lo que siento por él. ¿Realmente lo veo como un Kohai el cual proteger?
Mi concepción de amor y gustar están lejos de ser pensadas pero son necesarias pensarlas para no lastimarlo.
Kagi-kun se está esforzando mucho en que lo vea como una potencial pareja. Hasta algunas veces me sorprendía la necesidad de que me tocase, que pasara esos segundos y seguir tomándolo.
Agarró delicadamente la foto donde Kagi-kun se encuentra con una sonrisa risueña y una camiseta de los "Lakers". Escuchó de su madre decir sonriente y apacible; "Si quieres puedes quedarte con esa fotografía"
Sumamente sumergido en mis pensamientos, escucho a Kagi-kun asomarse.
— Buenos días. — él entra frotando sus ojos todavía dormido, pero de repente, su expresión cambia a una de terror. Sin pensarlo, corre directamente hacia nosotros, desesperado por quitarnos el álbum de fotos.
Pero su madre fue más rápida, esquivó un veloz movimiento apartándolo del álbum.
— ¡Mamá, no muestres esas fotos tan vergonzosas! — su rostro se sonroja viendo cómo sostengo una de sus fotos.
— Araa, pero te ves sumamente adorable — dice Makoto-san mientras aprieta sus mejillas con gesto maternal. — ¡Mira aquí estás aprendiendo a ir al baño! ¡O en esta donde montaste tu bicicleta por primera vez! Esa vez te tropezaste muy feo A-kun. —
Suelto una ligera risa. En eso, el resto de la familia baja a desayunar. Saludo alegremente a mi familia mientras nos reunimos en la cocina para desayunar. El aroma del café recién hecho y los deliciosos panqueques llenan el aire. Nos sentamos alrededor de la mesa, compartiendo risas y conversaciones animadas.
Pero aun así sigo pensando en las palabras y la conversación que tuve con Makoto-san, que resuenan en mi cabeza y una pregunta surge en mi interior:
"¿Qué es el amor para mi?"
¿Qué significa Kagi-kun para mí?
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Hirano To Kagiura
Romance-Quiero tocarte, Hirano-san.- Entiendo que los de primer año tengan las hormonas alborotadas pero ¿esto es demasiado no? Historia basada en el manga del mismo nombre. ¿Cómo comenzará a florecer esta nueva pareja? ¿Qué obstáculos se encontrarán al...