❛❛Tras meses de silenciosa observación, ¡llegó la hora de pasar a la acción!
Danielle es la alfa más temida y respetada en todo el instituto, pero no ha podido evitar caer por la dulce omega de cabello castaño y mejillas regordetas. ¿Será capaz de d...
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—¿Puedes recordarme otra vez por qué accedí a esto?
—Porque me lo debes, yo te ayudé a cortar con Minjeong, y te acogí en mi casa cuando tus padres se enteraron de que eras lesbiana y te echaron. Además, no será tan malo, solo vamos a ver una película, y la amiga de Haerin es bastante guapa. No es mi tipo, porque mi tipo son las omegas bajitas de mejillas abultadas, pelo castaño y jodidamente adorables, pero no está mal.
Minji suspiró resignada.
Habían quedado con Haerin y Hanni a las seis en punto en la entrada del cine. Eran las cinco y media, y las dos alfas ya estaban apoyados contra la fachada del local. Bueno, más bien solo una, que miraba divertida cómo su amiga daba vueltas de un lado a otro a punto de morderse las uñas de los nervios.
─¿Cómo actúo con ella? Se supone que ahora somos amigas, pero yo no sé cómo comportarme con una amiga. Mi única amiga eres tú, y eres igual de imbécil que yo así que no hay necesidad de disimular.─
—¡Oye!
─No voy a saber qué decirle, la voy a cagar. Seguro que piensa que soy una alfa descerebrada que solo quiere marcarle, no se me da bien disimular cuánto me gusta cuando está cerca.─
—Es que eres una alfa descerebrada que solo quiere marcarle.
─¿Acaso sabemos qué película vamos a ver? Si escogemos una de miedo, a lo mejor se asusta y me abraza. ¿Eso sería bueno o malo? Por una parte, no hay nada que quiera más en este mundo que que ella me toque, pero ¿y si no puedo controlarme...─
Minji rodó los ojos y sacó su móvil, si Danielle había decidido ignorarlo, ella jugaría al Candy Crush. Tenía que admitir, que era divertido ver a su amiga en ese estado. Danielle Marsh siempre fue alguien de pocas palabras; si quería algo lo tomaba, y si algo no le gustaba lo decía, no importaba el momento ni lo inapropiado que fuese decir que aquel vestido hacía gorda a la madre de Minji cuando la mujer estaba presente. No solía darle demasiadas vueltas a las cosas y era bastante impulsiva. Por eso, Minji no dudaba de que Haerin fuera la pareja destinada de Danielle. Por eso, y porque cada vez que tenía ocasión, metía el nombre de la omega en sus conversaciones. "Oye, Danielle, quiero comer pastel." "¿Sabes que Haerin quiere ser repostera?" "En serio, salgamos, me apetece mucho comer pastel." "Dentro de unos años, podremos ir a su pastelería a comer." "Pero yo no quiero comer pastel dentro de unos años, lo quiero ahora." "¿Sabes a quién le gustan también las cosas en el momento? A Haerin." Era insufrible. Otra clara señal, era que el rostro usualmente aburrido e indiferente de Danielle parecía transformarse cuando hablaba de Haerin. Sus ojos brillaban y su boca se torcía automáticamente en una suave sonrisa. Hanni estaba feliz por su amiga, ese era uno de los principales motivos por los que había decidido acompañarle. Más tarde descubriría que había sido una buena idea.