Diez años después..
—Kyujin Marsh, deja de darle patadas a tu hermana.
—¡No quiere devolverme la PSP!
—Leeseo Marsh, devuélvele la consola a tu hermana ahora mismo.
—¡Pero sí es mía!
—Danielle Marsh, ayúdame con tus hijas.
La alfa apareció detrás del sofá y le arrebató a su hija menor la consola de las manos.
—¡Eh!
—Para empezar, no sé qué hacen jugando a la consola en una reunión familiar.
—Oh, vamos, Danielle. No seas tan dura.
—Nosotras a su edad estábamos enganchadas a la Xbox.
—¿Solo a su edad?
Hanni entró al salón cargando una ensaladera.
—Ya está aquí Minji la tía genial. ¿Quieres que le cuente a tu hija qué hacías tú en los baños del instituto a su edad?
—Shhh, lo que pasa en los baños, se queda en los baños.
—Vaya par de alfas, parecen niñas.
Danielle se acercó a su omega y rodeó su cintura con un brazo.
—Menos mal que me quieres así —dijo y dejó un sonoro beso en su mejilla, haciéndola sonreír ampliamente. Habían pasado casi quince años y aún se querían como el primer día.
Ya era tradición, todos los viernes las dos familias se reunían en casa de los Marsh para cenar juntas. Tres omegas, cuatro alfas y una beta recién presentado. Menos mal que la mesa era desplegable.
—Ya está todo preparado —anunció Hanni.
—Genial, porque me estaba muriendo de hambre —dijo Leeseo.
—No tan rápido, jovencita. Faltan Jiwoo y Sullyoon.
Las dos hermanas resoplaron a la vez.
—¡Pero mami, nos morimos de hambre! —se quejó Kyujin.
—Si estuvieras muerta, no molestarías tanto.
—¡Danielle!
—Era broma.
—Deben estar a punto de llegar, Sullyoon me dijo que debían arreglar algo de clase, no tardarán demasiado.
En realidad, ya habían llegado. Al otro lado de la puerta, una joven pareja sostenía sus manos temblorosas.
—¿Estás lista?
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intocable ⋆ daerin
Romance❛❛Tras meses de silenciosa observación, ¡llegó la hora de pasar a la acción! Danielle es la alfa más temida y respetada en todo el instituto, pero no ha podido evitar caer por la dulce omega de cabello castaño y mejillas regordetas. ¿Será capaz de d...