vii. ¡La Vida Es Una Pe...!

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Su mañana fue... Rara, demasiado.

Despertar en una casa que no era suya sabiendo que todo lo que sucedió no fue una pesadilla fue desalentador, pero saber que al menos no durmió en una banca del parque como vagabunda era al menos ganar.

Eso y que Shi-oh le presto su cama, y su ducha, y pues... básicamente todo como si fuera un hotel. Y si no fuera por el olor de comida, seguramente no se habría despertado.

Normalmente, se levantaba por mensajes de terceros o alguna llamada, no le gustaban las alarmas, las odiaba.

Cuando se levantó y abrió la puerta, siguió ese olor hasta ver la escena más extraña y jodidamente genial del mundo.

A Shi-oh haciendo el desayuno. ¿Así se sentían las protagonistas de las telenovelas?

Jinju probablemente se veía como el monstruo que te saldría a la mitad de la noche y él se veía como si estuviera en un comercial de perfume. Él notó que lo observaban y al voltear vio a jinju casi estancada a la mitad de la cocina.

—Buenos días, no sabía que te levantabas tarde.

—Pero son las 7:00, a esta hora se levanta la mayoría de personas—levantó una ceja mientras se trataba de arreglar el cabello.

—Bien —Le extendió un plato—. No me gusta comer fuera, la comida de Doogo no es la mejor.

Jinju aceptó el plato y fue a la mesa pequeña que él tenía.

—¿Ósea que estoy contratada? —Le dio una sonrisa desvergonzada a la vista de Shi-oh.

—Sí, Jinju, si lo estás —Le devolvió la sonrisa un poco más apagada, pero para ella esa era la mayor sonrisa que él tenía.

—¿Y qué voy a hacer? Soy como una Barbie, solo que menos rubia...

—Quiero que estés junto a mi asistente, ¿Una mano derecha es algo que te suena? Me ayudaría mucho que estés en un cargo alto.

Su primer pensamiento fue su madre usándola de repuesto en cualquiera de sus empresas cuando no podía asistir.

—¿La verdad? Sí, creo que puedo hacerlo —Iba a dar lo mejor de ella, o al menos lo que ella humanamente le podía dar—. Aprendí esas cosas con mi madre, dudó que seas más exigente que ella y sus cafés.

JUST A STRANGER,  Ryu Shi-ohDonde viven las historias. Descúbrelo ahora