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LLuego de que Jinju mandara a un nuevo plano astral su teléfono, definitivamente su vida cambió, fue raro porque ella era una adicta al mismo, pero ni siquiera le costó cuando todo su día estuvo repleto de cosas que hacer.
Buscar apartamento, terminar en el edificio frente a Shi-oh, pelearse con la mujer tan amargada que era la asistente de él... de milagro por fin su teléfono no era útil,
Pero en la casa familiar las cosas eran un caos, desde que se fue Geum-joo estaba en una crisis, busco en todos lados, con todos sus familiares ¡y nada! Sintió que el alma se iba de su cuerpo y ni Nam-soon podía calmarla
Tuvo que llegar su abuela para calmarla, y aún así su humor iba en decadencia, y sólo había alguien a quien culpar.
Ryu Shi-oh.
Odiaba a ese hombre, lo detestaba con el alma y todos los huesos del cuerpo existentes en ella, sus dos hijas terminaron envueltas con el ¿pues que tenía ese hombre aparte de una futura condena por narcotraficante?
A Nam-soon le tocó de lo peor, buscar a su hermana mientras seguía su investigación con Hee-sik, estaban conduciendo el camión de Dogoo mientras ella actualizaba toda su historia familiar con él.
—Y solo se fue cerrando la puerta ¡Pam! —Dio un aplauso que auto ligeramente a Hee-sik—. Luego de eso solo me envió un mensaje de texto diciendo que se fue a unos apartamentos de universitarios o algo así.
—Puedes decir con certeza que tu vida es mejor que una novela ahora —Se burló tratando de aportar algo a la conversación.
Ella carcajeó y siguió viéndolo mientras hablaba.
—Aunque me toque buscarla, siento que es mi deber ayudar, si hago algo bien entonces valdrá la pena.
—Entonces dices que si regresas con tu hermana a casa valdrá la pena ¿no? —Ella asintió—. Bueno, si se fue yo solo digo que ella tuvo razones.
—Mamá me dijo que estaba con gente mala —Admitió jugando con sus dedos—. Pero no lo sé, ella es mayor que yo y no sé veía como alguien que confíe en los malos.
