IX. La Perla En Su Joyero.

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Lo último que recordaba era que él la llevó a una reunión mientras tomaba su mano.

Le aventaron un vestido formal y un par de zapatos, se la llevaron en un auto costoso parecido a los que usaban los famosos, o también los secuestradores en películas de Estados Unidos.

Cuando llegaron a Heritage ella fue rápida al cambiarse y cuando salió tuvo que seguir a Shi-oh cosa que ahora era difícil porque cuando ella daba un paso, él daba dos.

Cuando vio a la asistente ella la saludó, pero la mujer la jaló fuera del camino y la puso a su lado.

—¿Crees que vas a entrar como si nada? Tienes que ayudarme —le habló con molestia.

—Pues ni siquiera me dijeron a quién veníamos a ver... —Volvió a ser interrumpida por la mujer, estaba a dos segundos de arrancarle el cabello de un jalón.

—Son funcionarios y gente importante, así que no estés parloteando y vamos a servirles algo de tomar.

Jinju frunció el ceño, no le agradaba que la trataran así de mal, pero tenía que acostumbrarse a trabajar para personas más groseras que su madre.

Cuando entró al lugar, pasó casi desapercibido si no fuera porque le pedían una que otra bebida. Shi-oh se sentaba en el centro de todos como si fuera una clase de mesa ejecutiva.

Ella escuchaba cómo él decía querer expandir Doogo y hablar con funcionarios sobre obras que el apoyo.

Pero algo llamó su atención, un miedo que ella notaba incluso en esos funcionarios. Al hacer algún comentario fuera de lugar, jamás considero a Shi-oh como alguien a quien temer.

Ver a esos hombres exitosos y políticos que están bastante tensos por su ahora jefe le daba una sensación rara en el pecho.

La reunión no tardó mucho, cuando cayó en cuenta, ella solo ayudaba a recoger los vasos y llevarlos al área de la cocina del club. Cuando volvió, entró saludando para ver cómo la secretaria salía con una sonrisa del lugar.

JUST A STRANGER,  Ryu Shi-ohDonde viven las historias. Descúbrelo ahora