Jade Green (Gay) ✔️

Capítulo 6: No me dejes

Jade

Me congelé al escuchar sus palabras y una intranquilidad surgió en mi interior. ¿En verdad este miedo sobre mi relación con Nash se haría realidad?

Estaba tan inmerso con esta revelación que apenas si me percaté que la chica levantó a Santiago y noté que éste ya no tenía esa aura inquietante. No obstante, la seguía sintiendo pues ahora estaba adherida a mí. Si bien desapareció cuando me respondió mi pregunta, podía sentirla. Estaba conmigo.

Sin nada más que hacer, me dirigí a mi departamento. Al llegar, me di un baño, me puse mi pijama y me acosté en mi cama. Antes de salir del trabajo todavía no había comido y si era sincero, no tenía nada de apetito para hacerlo ahora.

Tomé mi celular, abrí Whatsup y entré al chat de Nash. Tenía la intención de darle un pequeño resumen de lo que había sido mi día hoy como todos los días desde que se fue a esa misión. Sin embargo, lo que esa fantasma me había dicho sobre nuestro futuro, seguía rondando en mi cabeza.

Por lo que con el corazón ansioso, escribí lo siguiente:

Yo:

Te extraño. Quisiera que estuvieras aquí conmigo.

Lo envié y a los diez minutos, recibí una llamada de él.

—Tuve que leer tu mensaje tres veces para comprobar que no estaba soñando—. Pronunció emocionado del otro lado de la línea.

— Suenas como si nunca fuera cariñoso contigo... — Murmuré un poco ofendido.

— Mi pandita es el novio más cariñoso del mundo — afirmó—. Es sólo que nunca me dices que me extrañas cuando estoy en una misión. No importa cuánto tiempo me vaya, nunca lo haces. — Había cierta tristeza en la última frase que dijo—. Por eso me sorprendió.

— El hecho de que no te diga que te extraño, no significa que no lo haga— fruncí el ceño—. Es sólo que... temo que si siempre te digo que te extraño mucho cada vez que te vas a una misión, no quieras aceptar más misiones o quieras regresar de ellas muy rápido y eso te genere problemas en tu trabajo.

— Tal vez tengas razón... — Bromeó, pero también había verdad en sus palabras.

—Pero... — Apreté mis labios—. Si te digo que te extraño a morir hoy, ¿podrías regresar a Voidod? ¿Podríamos vernos aunque sea por un momento? — Era un deseo egoísta e imposible, aun así quería intentarlo. Después de todo, en varias ocasiones había logrado escaparse por un momento de su misión para ir a verme sorpresivamente.

Soltó un suspiro.

— Lo siento, cariño. Esta vez será imposible escaparme un rato. Es una situación delicada aquí. Requiere de toda mi atención.

—Oh... — No pude evitar sonar decaído.

— No te pongas triste, pronto voy a volver. Te lo prometo.

—Lo sé. Sé que cada vez falta poco para vernos. — Apreté mi celular, teniendo sentimientos encontrados de ese esperado día. Pues lo anhelaba porque quería poder abrazarlo fuertemente, pero también me aterraba porque no quería que rompiera conmigo. — ¿De verdad me quieres como dices? —Solté sin pensarlo, pero rápidamente me di cuenta de mi error—. Jajajaja... Ya estoy diciendo cosas sin sentido. Es el sueño, yo creo que ya me voy a...

— No sólo te quiero, te amo sobre todas las cosas. — Me interrumpió—. Te disfruto en mi presente, te atesoro en mi pasado y te anhelo en mi futuro. Ya te lo he dicho. Quiero que te vayas a vivir conmigo cuando nos graduemos. Y después... algo más.