II

371 29 2
                                    

Como era domingo, tenía planeado dormir hasta la uno o doce del día, mi mamá siempre sale a comprar en la mañana y luego llega a preparar el almuerzo, en ese momento es donde recién comienzo a levantarme. Como anoche le había dicho a Katsuki que no nos viéramos me desvele viendo videos de conspiraciones y caso criminales.

Mi plan de descansar hasta que pudiera  tener mis ocho horas sagradas de sueño se vio interrumpido. Aunque quería seguir durmiendo sentía mucho calor y mi cuerpo no se podía mover a voluntad. Con mis ojos aún a medio abrir traté de buscar la causa de mi incomodidad, pero solo pude ver la pared de mi habitación ya que estaba inmóvil en su dirección. Cuando mis sentidos estuvieron un poco más despiertos no fue necesario girarme o levantarme para saber que pasaba, el olor inconfundible de Katsuki entró en mis fosas nasales, la temperatura de su cuerpo y la forma en la que me tenía sujeto tanto con sus brazos como con una pierna encima eran inconfundible.

-¿Kacchan?

No hubo respuesta por lo que me quedé quieto en esa posición un tanto incomoda para mí.

-Hey, Kacchan -Susurré unos segundos después, no hubo respuesta de nuevo, con cuidado trate de librarme de su agarre para poder levantarme pero no podía ganar contra sus tonificados brazos.

Me rendí, lo único que pude hacer fue apegar mi espalda a su pecho, cerré los ojos para ver si podía volver a dormir, pero la ronca risa de Katsuki comenzó a resonar por la habitación.

-Te rindes muy fácil Deku -Su voz sonaba tan profunda que me estremecí un poco, acomodo su cabeza en mi hombro dando un par se besos detrás de mi oreja izquierda, siempre lo hace cuando está en su modo meloso.

-Estuviste despierto todo este tiempo verdad -no era una pregunta, era una afirmación a una conducta poco usual en Katsuki.

-Sí...llegué cuando tu mamá se estaba yendo y cuando entré a tu habitación te veías tan cómodo durmiendo que no quise despertarte.

Mi estómago se revolvió un poco, era como retroceder el tiempo al inicio de nuestra relación, una conversación normal y un poco cursi, donde estábamos acurrucados sin querer separarnos.

- Traje algunas cosas para que tomemos desayuno, hoy me voy a quedar contigo todo el día, es un castigo por no querer verme -Katsuki susurró en mi oído, sin verlo sabía que estaba sonriendo.

-¿Me tengo que levantar?

-No, traigo todo en una bandeja solo ordena un poco la cama -Por fin fui liberado de su agarré, me deje caer boca arriba en la cama para poder verlo- Buenos días Deku -dejo un corto beso sobre mis labios antes de irse a la cocina.

Solté un suspiro mirando aún el techo, la persona que estaba acostado junto a mi era Kacchan no Katsuki Bakugo, la personalidad melosa, que conoce mis gusto y a sido mi amigo toda una vida, ese es Kacchan y cada vez me cuesta más verlo. Ahora solo aparece esta faceta de novio cuando Katsuki Bakugo se siente culpable, compensa sus culpas con tiempo y muestras de afecto. Entre mayor sea la culpa que siente más tiempo y cosas haremos juntos.

Duele mucho saber que la razón por la cual mi novio vino hoy desde temprano  es culpa y no cariño.

Arregle un poco las almohadas y las mantas de la cama, al ser de una plaza y media era difícil que los dos quedáramos cómodos, pero ya habíamos creado una técnica infalible para estos casos. Cuando Katsuki llegó con la bandeja yo me acomode al centro de la cama, Bakugo me paso la bandeja que sostuve en el aire mientras él se acomodaba detrás de mí quedando de nuevo mi espalda contra su pecho, de esta forma no había problema con el espacio. Una vez ya estábamos cómodos dejé la bandeja sobre mis piernas, una taza de café oscuro y amargo junto un sandwich para él y una leche con cacao junto a un trozo de pie de limón para mí.

Cuenta Regresiva Para Una Ruptura Anunciada (Bakudeku) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora