Cuenta Regresiva Para Una Ruptura Anunciada (Bakudeku)

IV Pov Bakugo

Jodida mierda, por primera vez en mi vida creo que mi conciencia se siente ¿culpable? De algo que hice. Desde que llegué ayer al rededor de las 00:00 a mi cosa no he podido sacarme la duda que me esta carcomiendo el cerebro, ¿desde cuando Deku sabe que mi amistad con Kirishima era mucho más amistosa de lo que debería?. Su comportamiento errático de los últimos días puede estar relacionado a esto. Todas las dudas, comentarios sobre nuestra relación, él llorando de la nada, como si fuera un puzzle que por fin logre armar todo encajó a la perfección, Deku lo supo y no me confronto hasta ayer luego de irse con esos sujeto. Uno es hermano de Todoroki y el otro no sé quién es, solo lo vi de lejos, según el idiota de Denki ese sería mi mayor problema.

-Mocoso, me estas escuchando, llevas más de veinte minutos apuñalando esa tostada, que mierda te pasa- mi madre me miraba molesta, pero cuando sus ojos hicieron contacto con los míos su molestia pasó a preocupación- ¿algo malo paso?

Negué con mi cabeza de mala gana, no quería decirle que la verdad, porque yo le había mentido a mi mamá y a Deku. Él cree que nuestras madres no saben que estamos saliendo, pero la verdad es diferente mi mamá es mi cómplice, aunque parezca que nos llevamos horrible es una de las pocas personas que me entiende. Ella me ayuda a ocultar mi relación a la tía Inko, todos esos almuerzos familiares, salidas de amigas para que pudiéramos estar solos o juntos sin mayores explicaciones. La tía Inko normalizó tanto verme que ya no le importa verme en su casa a las ocho de la mañana o a las diez de la noche, quedarme a dormir era muy común. Mi madre estaba muy feliz con esto porque ella quiere mucho a Deku, pensó que viviríamos por siempre juntos, bueno en parte es lo que le dije cuando le supliqué que me ayudara a crear ambientes en donde pudiera hacer sentir a Deku seguro para poder acercarme a él. Pero era un mocoso que no sabía nada de amor y aún no lo sé, no sé en qué momento dejó de gustarme el chico de pecas y cabello verde.

-Si no quieres hablar contigo, vete de una vez, vas a llegar tarde si sigues sentado mirando a la nada.

De nuevo la voz de mi mamá me saco de mis pensamientos.

-Esta bien, oye bruja....no mamá hoy no voy a ir al entrenamiento tengo que ir a ver a Izuku, estos días se está comportando de forma extraña...-Miré a la mujer que sostenía su taza de café matutino como si ese líquido amargo le estuviera devolviendo la vida.

-Tu cara de perro abandonado es ¿por qué tu noviecito está raro? Joder, le voy a dar una medalla a Izuku por demostrar que aparte de Katsuki con cara de perro rabioso también tenemos la versión abandonado.

-Cállate bruja, espero y te quemes tomando ese veneno- me pare de la mesa y me fui tomando solo mi mochila ya que no llevaría el bolso para las practicas.

Odio los martes desde ahora, de camino a la U.A revise mi celular y aun siguen sin ser respondidos los mensajes que le he enviado desde el sábado por la noche. Me trague el orgullo al mandar tantos mensajes que ahora nisiquiera marcaban el ser recibidos. Los planes que tenemos para mañana son mi única salvación, la verdad es que el viernes había comprado las entradas para el miércoles y se las iba a entregar ese domingo pero terminamos peleando.

-¡¡Bakugo!!- Esa voz la reconozco muy bien es el origen de mis actuales problemas, me gire para buscar al dueño de esa voz, su cabello rojo contrastaba mucho con el uniforme de la escuela, se veía guapo como todos los días.

Pensando en eso, el uniforme de Deku ayer era un desastre, quizás no fue a clases por falta de uniforme, quizás aun estoy a tiempo de volver a buscar mi bolso para la práctica y pasar la tarde con Kirishima y el resto.

-Hola pelos de mierda, es un milagro verte temprano rumbo al instituto.

-Estaba preocupado por tí, ayer desapareciste luego de hablar por el celular de Todoroki y no contestaste los mensajes- Conozco lo suficiente a este chico para saber que ahora se siente una mierda de persona y quiere solucionar lo que causó. De lo contrario ya se me abría tirado encima para darme un abrazo a modo de saludo.