XXV

58 8 0
                                    

Katsuki tenía razón, durante la cena mi madre me informó que volvería a la casa con ellos, no me dio tiempo de negarme ni de procesarlo. Al terminar la cena me tomó de un brazo y se despidió de la familia Bakugo con mucho afecto, ni siquiera dejó que fuera a buscar mis cosas, todo lo podría llevar luego me dijo.
Una despedida rápida y en la cual no pude decir todo lo que quería ya que prácticamente mi mamá me secuestro de regreso a la casa.

Cuando cruce el umbral de la puerta, no voy a mentir, me sentí muy agobiado, no quería entrar pero no podía irme de nuevo, no cuando mi mamá estaba tan emocionada por mostrarme los cambios que habían realizado en la casa. Shindo también se veía muy complacido y feliz con todo este asunto.
Los colores de las habitaciones, la cocina todo era distinto, tonos más cálidos y espacios más abiertos, me sorprendió todo lo que cambió este lugar desde la última vez que estuve aquí.
Al pasar por el baño note que la tina fue removida ahora había una ducha en su lugar, un detalle bastante importante, mamá remodelo absolutamente todo. Mi habitaciones tampoco era la excepción, había otra cama frente a la mía, la orientación de los muebles cambió, se veían claramente los dos estilos de decoración, por mi lado estaban todos mis póster y fotos pegadas en mi espacio de la habitación, mientras que el otro lado no tenía absolutamente nada sobre la muralla.

-No te preocupes, guarde todas tus cosas antes de que tu madre las viera- Shindo me murmuró prácticamente, ya que mamá estaba mostrándome que la cama tenían compartimientos bajo el catre- Luego te paso tus cosas.

No sabía a que se refería, pero solo asentí para seguirle la corriente. Ya era tarde por lo que mamá nos envió a dormir. Jamás había compartido cuarto de esta forma y no conozco mucho aún a Shindo, no tanto como para saber cuales son sus hábitos al dormir. Que pasa si es sonámbulo o algo peor.

Al final me rendí, estaba lo suficiente cansado como para no protestar ni pedirle a mi mamá que durmiera conmigo.
Fui a lavarme para ver que más había cambiado, una mezcla entre culpa y vergüenza me atravesó al notar que el espejo del baño ahora no era de vidrio, era una lámina que no cumplía muy bien su función ya que me veía un poco distorsionado, pero sabía perfectamente porque ahora estaba esa lámina en ese lugar. El peso de darme cuenta de que mientras yo sufría por elegir entre seguir con Katsuki o dejarlo todo, mi mamá estuvo intentando día tras día poder cambiar este lugar para que me sintiera cómodo.
¿Cuánto trabajo? Tuvo que terminar hace poco, por eso estaba tan emocionada por traerme, me han tratado uno un niño que no debe conocer toda la verdad, pero no me importaba, estaba más preocupado de saber cuando podría pasar tiempo con Katsuki, realmente soy un egoísta, solamente pensé en mi todo este tiempo. Pero ¿Que pasa con mamá? Ella perdió a la persona que más amo, pero lo trate como un tema trivial.
Salí del baño luego de un rato, fui a buscar a mamá pero no la encontré ni en la cocina, ni en su habitación. Salí al patio y hay la encontré sentada un una silla mecedora mirando el cielo oscuro de la ciudad.

-Hace mucho frío, ¿no sería mejor entrar?

Mi voz la saco de sus pensamientos, me miró con esa sonrisa cálida que siempre me reconfortaba.

-Sí, voy a entrar ahora, no me dijiste que te parecieron los cambios ¿Te gustaron?

-Sí...bueno me voy a tener que acostumbrar a compartir la habitación y a tí, pero es algo que puedo hacer- Me acerque de a poco a donde estaba sentada- ¿Tú como estas con todo esto?

-Va a ser solo por un tiempo Yo tendrá su propia habitación en un tiempo más- Al estar lo suficientemente cerca ella tomo mi mano acariciándome sutilmente- Todo va a estar mejor ahora Izuku, confía en mamá.

Deliberadamente ignoró mí pregunta, pero se veía bastante tranquila ahora, su tacto era cálido, la termine abrazando por sobre los hombros para dejarle un sonoro beso en la mejilla.

Cuenta Regresiva Para Una Ruptura Anunciada (Bakudeku) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora