VI

331 24 4
                                    

Se me había quitado el hambre, dejé mi celular sobre la mesa, mirando fijamente el aparato use toda mi concentración para poder comunicarme telepáticamente con Katsuki para que me desbloqueara de una buena vez. Siento que nuestros papeles se invirtieron en algún punto.

-Le vas a hacer un agujero a mi mesa si la sigues mirando así.

Me giré un poco para mirar a Rody con cara de fastidio, pero al verlo se me olvido que estaba haciendo. Su cabello estaba igual que siempre, lo que cambió era la ropa, una sudadera con capucha blanca y unos pantalones similares a los que yo llevaba estaban acompañados de una botas militares negras. A pesar de que eran prendas bastante básicas en conjunto hacían que el castaño se viera bastante sexy. Eso y los accesorios que decoraban su cuello al igual que sus manos, pero no era lo único poco común en el chico de sonrisa burlona, un sutil aroma estaba poco a poco llenando la habitación. Me puse de pie para comprobar mi teoría, ese aroma era bastante familiar.

-¿Que te pasa?- Rody aun con su típica sonrisa se veía un poco nervioso.

A pesar de que era un poco más alto que yo me puse en puntitas para poder alcanzar su cuello y poder oler de mejor forma esas sutiles notas de perfume, embriagante era la palabra para describir ese aroma "Sauvage de Dior", es el mismo que usa Katsuki, pero se siente ligeramente distinto en Rody, para poder mantenerme en la posición que estaba abrace el cuello del castaño hundiéndome más entre su ropa. Podía quedarme así hasta que mi nariz se durmiera, no sabía que extrañaba tanto este olor.

-Si me hubieras dicho que tenias un olfato de perro y te gustaba tanto este perfume lo hubiera usado antes- Los brazos del castaños estaban en mi cintura abrazándome a él, no habían partes de nuestro cuerpo que no se estuvieran tocando en ese momento.

-Es un olor muy relajante- Mi voz salio mucho más ronca de lo que esperaba.

-Se me va a parar si me hablas así en el cuello. Primer aviso- A pesar de que su voz era juguetona, el agarre en mi cintura me indico que era un cincuenta, cincuenta.

-Perdón, pero realmente el solo usar ese perfume hace que seas un 1000, tu puntuación habitual se triplica- La atmósfera era demasiado íntima como para solo cortarla de la nada así que continúe abrazado a él, su abrazo tampoco se aflojó. Me sentía como un omega que acababa de encontrar su alfa, debería dejar de leer ese tipo de cosas porque me hace pensar en idioteces. Aún estaba tan ensimismado en mis pensamientos que cuando dejé un beso sobre la piel expuesta del castaño fue de forma inconsciente.

-Tiempo fuera- Rody se separó rápidamente de mí y salió corriendo en dirección al baño.

Yo me quede en el mismo lugar tratando de descifrar que había pasado, como el cachorro abandonado que soy, comencé a olfatear las mangas de la camisa ya que el olor se había impregnado. Cuando estaba en eso caí en cuenta que acababa de besar el cuello del castaño, el golpe de realidad me dejó paralizado mirando la puerta del baño. Oh mierda que acabó de hacer.

Paso el tiempo, no podría calcular cuanto fue, solo que fue el suficiente para que la luz natural que entraba por la ventana fuera remplazada por la de los focos de la calle, el cielo ahora totalmente oscuro y sin estrellas por la contaminación y las luces artificiales me saludaban indicando que ya era hora de irse.

Gracias a los Dioses del Olimpo, no fue necesario que fuera a buscar a Rody, la puerta del baño se abrió mostrando al chico, sus mejillas estaban rojas y su cabello goteaba el piso. No le pregunté nada solo hicimos contacto visual por un momento.

-Ya es hora de irnos- rompió el contacto visual y el silencio para poder acercarse  un poco, el aroma ya no era tan fuerte pero aún lo podía sentir en él y también en mi ropa, que realmente era su ropa.

Cuenta Regresiva Para Una Ruptura Anunciada (Bakudeku) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora