XIX (Bakugo pov)

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A pesar de ser consciente de toda la mierda que estaba pasando, en este momento sentí que era tan pequeño, que Deku era tan frágil, mis brazos eran la única contención que tenía en ese momento, seque las lágrimas que habían salido sin permiso de mis ojos pero nunca solté su cuerpo.
Me gire un poco para ver que estaban haciendo Soul y mi madre, pero no los encontré cerca, Shinso tampoco estaba visible.
¿Que diablos están haciendo?, cargue a Deku en mis brazos, el se aferraba a mí como un niño pequeño. Camine a la escalera y por fin los pude ver.
Mi madre y los otros dos estaban en la cocina hablando, Shinso tenía a mi madre sentada en una silla mientras le daba agua y murmuraban cosas que no podía entender bien, pero realmente no eran tan importante en ese momento.

Subí con cuidado la escalera, había una habitación de invitados en la casa, pero la cama no es para nada cómoda (la cama realmente es muy comoda), la única opción es mi habitación. Abrir la puerta fue un poco difícil, pero se logró, entre a tientas ya que no estaba seguro si había dejado algo tirado de camino. Deje con cuidado su cuerpo sobre la cama, sus brazos aun estaban aferrados a mi así que me vi en la obligación de acostarme junto a él.

-¿Te sientes muy asustado aún?-No sabía como comenzar esa conversación.

-Sí, pero me siento mejor estando así contigo, tu cuerpo me da un calor que traspasa cada célula de mi piel, eso me molesta un poco.

Me miró por primera vez desde que nos volvimos a encontrar en hospital, creo que ninguno de los dos estaba listo para hablar luego de lo que paso, sentí como mis mejillas comenzaron a arder. La luz del atardecer que entraba por la ventana le daba un toque casi de deidad. Me incline un poco, al ver que no se alejo, junte suavemente sus labios con los míos en un corto beso, me separe de él a los segundos, sus mejillas también se tiñeron de rojo.

-¿Confías es mí?

Él me miró como si tuviera dos cabezas, para luego soltar una carcajada.

-¿Es enserió? Piensas que confío en el chico que me puso los cuernos. No diría que confío pero estoy seguro de que vas a hacer lo que dices, puede que no de la forma más limpia pero lo harás, no es confianza podríamos llamarlo fe.

Ok, eso dolió más de lo que pude esperar, aunque me agrado escucharlo reír.

-Joder, pensé que ya había limpiado mi imagen, luego de tantas promesas y momentos íntimos- Lo dije a modo de broma, pero de la verdad no era tan en broma.

-No tengo amnesia, quizás depresión, pero según yo es solo una mala racha.

-La verdad, últimamente te has estado comportando de forma un poco distinta.

-Bueno la verdad es que siempre me sentí una mierda inútil. Nunca fui muy sociable, lo único en lo que me destacaba un poco lo perdí. Deberías saberlo mejor que nadie, más que mal tu me pusiste de apodo Deku -sus ojos se veían nostálgicos como si estuviera recordando muchas cosas al mismo tiempo- Mi mundo era muy pequeño, en el solo estaba mamá y tú. Pero incluso eso se fue al carajo, los dos encontraron a tenían personas más importantes. Nunca soy en número uno de nadie, eso me hace pensar muchas cosas y bueno, el último desenlace fue uno un poco trágico. Pero de verdad en ese momento me odie más de lo que habitualmente hago.

Y quien es el hijo de perra más grande de este mundo, nadie más y nadie menos que Katsuki Bakugo.

-Oye, sabes que no te digo Deku porque piense que realmente eres inútil ¿Verdad?- mi pecho se apretó, al escuchar como se veía a sí mismo me dolió ver lo asimilado que lo tenía.

-Una parte de mí lo sabe o sabía, me acostumbre tanto a escucharlo que en un punto realmente comencé a sentir que era una verdad absoluta.

-No digas eso, oye realmente nunca lo dije con una intención real de ofenderte, ¿Por que nunca me dijiste como te sentías?

Cuenta Regresiva Para Una Ruptura Anunciada (Bakudeku) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora