XXVI (Maratón 2/2)

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Luego de la ceremonia y el precioso día, nos quedamos dos más en ese paraíso, donde pasamos un momento de familia, con el rubio riendo y pasándola increíble en el mar junto a mi ahora esposo, quien no solo me consintió a mí, sino también a nuestro niño que por primera vez en nueve meses, se demostraba celoso y un poco reticente a la idea de tener hermanos

Mi boda fue perfecta, Haruchiyo había planeado todo, desde la ceremonia, nuestra vestimenta hasta los siguientes dos días, también llevar a los Haitani como testigos fue un detalle muy bonito, y los usó como niñera en la primera noche

Mi noche de boda fue romántica, la pasamos en una cabaña a orillas del mar, donde pudimos dar un paseo nocturno y bañarnos en esas aguas casi transparentes a pesar de ser madrugada, sin que nadie nos molestara o interrumpiera en ningún momento

Haruchiyo se comportó como un caballero, fue dulce y muy cuidadoso conmigo, pero también fue complaciente y me amo de una y mil formas, siempre teniendo cuidado de no lastimarme a mí o a nuestros niños

Mi embarazo estaba bastante avanzado, pero ambos sabíamos cómo tener intimidad sin ponerme en riesgo a mi o a los niños, después de todo, Haruchiyo y yo siempre habíamos sido activos en el ámbito sexual y no íbamos a cambiarlo solo por estar embarazada, no creía que ninguno de los dos soportara sin contacto íntimo por más de dos semanas

Esos días en las Maldivas, fueron increíbles, tuvimos muchos momentos preciosos los tres juntos y otros con los Haitani también, quienes se quedaron con nosotros supuestamente para cuidar de Hikaru, aunque en realidad lo hicieron porque amaban ir de fiesta y ser el centro de atención entre las mujeres del lugar

Pero por desgracia, todo lo lindo y perfecto tuvo que terminar, solo nos quedamos en ese paraíso por dos días antes de volver al edificio de Bonten, aunque mi ahora esposo me prometió que volvería a llevarme a ese lugar y que tendríamos unas largas vacaciones allí pronto

El viaje hacia Japón nuevamente se me hizo aún más corto que el de ida, quizá porque no quería volver, quería quedarme allí siendo feliz con mi familia, lejos de todos los problemas que nos rodeaban en Tokio, pero lamentablemente nuestra vida estaba allí y tarde o temprano, debíamos volver

Cuando bajamos del auto en el estacionamiento de Bonten, los primeros en irse fueron los Haitani mientras Sanzu bajaba las valijas y yo tomaba la mano de mi niño, llevándolo hacia el ascensor

Supongo que hogar, dulce hogar- susurré al llegar a nuestro piso

Lo es, al menos por ahora, ángel- Sanzu besó mi hombro- no te preocupes bebé, volveremos a ir allí y te prometo que nos quedaremos más días ¿Si?

Asentí caminando hacia la sala y vi a mi niño salir corriendo de allí para ir a jugar feliz a su habitación, seguramente con todos sus juguetes

¿Ya tienes que irte?- pregunté al ver que miraba su celular con el ceño fruncido

Sí, tengo que ir a una reunión pero no me llevará mucho tiempo- se acercó a mí para besarme suavemente- volveré lo más pronto posible

De acuerdo- suspiré- ten cuidado y no hagas ninguna locura

Solo será una reunión aquí- aclaró- no debes preocuparte, no me sucederá nada

Me besó una última vez antes de ir hacia el ascensor y me dejé caer en el sofá, nuevamente estábamos encerrados en ese lugar ¿Porque no podíamos quedarnos allí y vivir como unas personas normales?

Unas horas después, estaba comiendo junto al rubio un poco de pastel de chocolate mientras mirábamos una de las tantas películas que le gustaban a Hikaru, quien estaba apoyado contra mi vientre sin dejar de comer cuando mi celular comenzó a sonar y lo tomé viendo el nombre de mi hermano

Confusion | Sanzu y Mikey | +18 (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora