♥︎...𝐃𝐢𝕤𝐜í𝐩𝐮𝐥𝐚...♥︎ |𝔼𝕣𝕠𝕤 𝕪 𝕥𝕦|

10 | Intromisión y Tensión

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Sentías que cada noticia era peor que la otra sobre una posible guerra en Troya.

Se sorprendio ante tal cosa, la tenía con los nervios de punta de que su aldea corriera peligro.

Caminaba de una lado a otro mientras esperaba a su maestro, escucho un aleteo y volteo su mirada impaciente hacía el que descendía

—¿Y entonces?

—Esta confirmado... es una guerra —hablo su maestro, haciendola suspirar.

—Qué horrible.

—¿Por qué te preocupas de algo como eso? No te involucra. —Añadio vagamente.

—Es que... las vidas de todas esas pobres personas, me da un mal sentimiento y más aun sin saber cuanto durara. —Explicaste.

Eros se tomo unos segundos para pensar, no le agradaba verte en ese estado.

—¿Qué te parece si para olvidar eso repasamos tu entrenamiento de batalla cuerpo a cuerpo? —Sugirio apartando los sentimientos negativos de su alumna.

Ella acepto sin decir más.

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Se enteraron al tiempo que aquel conflicto de regiones fue resultado por el secuestro de una Reina. La guerra por el momento llevaba dos meses en pie.

Cada que aquella jóven oía nuevas noticias de como iba la situación, se calmo un poco al saber que no conlleva a su region y que todo sucede en Troya.

—¿Y si... voy y impido eso? —Se le planteo la idea en su cabeza hablando en voz alta.

—¿Qué dijiste? —Hablaron detras de ella, haciendola dar un respingo.

—¡Ah..a! ¡Maestro Eros! —le mostro una sonrisa para relajarlo— ¿Le pasa algo? Yo no he dicho nada

—Te acabo de escuchar, querida... —paso su mano subiendole el mentón —pero te advierto que no te involucres.

—Bien... descubrio lo que dije, aún asi ¿No hay forma de que los Dioses intervengan en aquel conflicto?

—Te equivocas... ellos participan.

—¡¿Es enserio?! —le brillaron los ojos de esperanza.

—Sí, pero no de la manera que tu crees. Luchan entre ellos —aclaro dejandote sorprendida.

—¡¿Qué?! ¿No se dan cuenta de la situación? —te dijiste a ti por lo ilogico que creias aquello

—Son problemas ajenos —te aconsejo mientras se sentaba de piernas cruzadas. —¿Porque te sigues preocupando tanto?

—No lo sé...

—No sigas con el tema —Demando.

Ella se quedo en silencio y miro al suelo.

—¿Sabe el origen del conflicto? —Preguntaste repentinamente.

—Tengo entendido que fue por una manzana.

Pusiste un gesto de confusión por ser tan corto de palabras.

—¿A qué se refiere? ¿Cómo que por una manzana?

—Por lo poco que sé, es que en una ceremonia, la diosa Tetis arrojo una manzana y en ella decía la frase "para la más guapa" y bueno... ahí estaban presentes Dioses, llamando la atención de aquello, y... luego no tengo idea de que más sigue —Subio sus hombros mostrando una faceta inocente.