capitulo 8

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Mientras tanto, se llego la tarde y Mokuba iba llegando al museo de Dominó.

Iba a entrar cuando recibe una llamada por lo que contesta.

-Mokuba Kaiba...-Contesto Mokuba poniéndose un poco nervioso al instante-T-Tara, no esperaba tu llamada... ¿Cómo? ¿Adelantaron el entierro?... ¿Será hoy en la tarde cuando podamos ir a despedirnos de ella?... No creo que pueda ir ya que me surgieron algunos asuntos de última hora pero de todas formas, gracias por avisarme... Trataré de hablar con Yugi orita que termine con una reunión... Si está bien, cuídate... Nos vemos...-.

Con un suspiro, Mokuba guardo su celular para después entrar al museo.

- ¿Está Ishizu Ishtar? -pregunto Mokuba al guardia en la entrada por lo que este asintio al reconocer a Mokuba.

-Si, le informare de su llegada-dijo el guardia por lo que Mokuba asintio.

El guardia se retiró y segundos después regreso con Ishizu.

-Mokuba...-saludo Ishizu dándole un abrazo.

-Ishizu...-saludo Mokuba de la misma forma.

-Te siento estresado-comento Ishizu.

-Lo estoy-dijo Mokuba comenzando a caminar en compañía de Ishizu a la oficina de ella.

-Es por Kaiba ¿No es así? -pregunto Ishizu.

-Se que no es su culpa ya que pensó que se iba por algunos días en lugar de años  y eso lo entiendo, sin embargo, yo esperaba que al regresar preguntara por mi en ves de por Yugi y el duelo de monstruos-dijo Mokuba.

-Entiendo ¿Y por qué no tratas de hablar con él? -pregunto Ishizu-sobre decirle lo que sientes-.

-No creo que sirva de mucho ahora, no mientras esté determinado en encontrar a Yugi-dijo Mokuba suspirando-No se porque pero conociendo a Seto, me va a vigilar para ver si me encuentro con Yugi en algún momento-.

-Tendrás que tener cuidado-dijo Ishizu entrando a su oficina con Mokuba-No es un buen momento para Yugi ahora, no después de lo que pasó-.

-Lo sé-dijo Mokuba viendo como Ishizu servía té en su taza y en la de ella por lo que agradeció-Y más con el regreso del faraón-.

- ¿Te dijo Kaiba por qué regreso? -pregunto Ishizu.

-No, solo me dijo que fue por decisión propia-dijo Mokuba tomándole a su taza-Por lo que no creo que tenga que ver con Yugi y su familia-.

-Puede ser...-dijo Ishizu aún un poco pensativa.

- ¿Crees que si tiene que ver? -pregunto Mokuba al ver a Ishizu tan pensativa.

-No necesariamente...-dijo Ishizu-Es solo que Ra no concede favores, pedidos ni deseos reales al menos que sea con segundas intenciones por parte de él, por eso se me hace extraño que le permitiera al faraón volver-.

-Hablando de Yugi...-dijo Mokuba cambiando de tema-Adelantaron el entierro, la van a sepultar mañana-.

- ¿Por qué? -pregunto Ishizu sorprendida.

-Ordenes del Consejo-dijo Mokuba.

- ¿Te dijo Yugi? -pregunto Ishizu.

-No, ahora el no tiene la mente para andar pensando en ello-dijo Mokuba-Fue Tara quien me aviso-.

-Últimamente han hablado mucho ustedes dos ¿no es así? -comento Ishizu como no quiere la cosa.

-Quizas...-dijo Mokuba sin querer dar más detalles.

- ¿Cuando piensas comenzar a cortejarla? -pregunto Ishizu ya que Mokuba era demasiado obvio en sus sentimientos por una de las hermanas menores de Yugi.

Tan obvio que hasta el mismo Yugi se dió cuenta.

-No lo sé-dijo Mokuba-Planeaba comenzar a hacerlo pronto pero con la llegada de Seto y que me esté presionando para que le diga dónde está Yugi, quizás deba esperar...-.

- ¿Irás a despedirte? -pregunto Ishizu.

-No-dijo Mokuba-No con Seto vigilandome, de todas formas, tratare de avisarle a Yugi sin que Seto escuché-.

-Si quieres, yo le puedo decir, de todas formas, no creo que pueda ir ya que abra una exposición pronto y requerirá de mi tiempo-dijo Ishizu enseñándole el folleto a Mokuba.

-Si, solo espero que Yugi lo entienda-dijo Mokuba

-Lo hará-dijo Ishizu.

En eso, el celular de Mokuba suena, él al ver quién era, le enseña la llamada a Ishizu.

-Nos tendremos que reunir mañana con los demás para contarles las novedades-dijo Mokuba.

-Si, les diré que vengan al museo-dijo Ishizu estando de acuerdo.

Mokuba asintio despidiéndose rápidamente para poder contestarle a Seto.

Al quedarse sola, Ishizu aún no podía quitarse esa duda sobre el regreso del Faraón y del por qué Ra se lo permitió así por qué si.

Lastima que su collar del milenio ya no servía para poder ver el futuro y el pasado.

Mientras tanto, en la mansión Kaiba, Seto iba llegando con varias bolsas de tiendas de ropa las cuáles eran bajadas por Roland.

Entro y después de saludar a su ama de llaves, se dirigió a la habitación de Atem con Roland y las bolsas detrás de él.

Entro y encontró a Atem sosteniendo algo diminuto entre sus manos.

Atem solo levanto una ceja interrogantemente al ver qué Roland, el mayordomo de Seto, dejaba varias bolsas sobre su cama para después hacer una reverencia y salir.

-Me tome la libertad de comprarte ropa ya que no puedes estar eternamente con el uniforme de nuestro antiguo instituto-dijo Seto.

- ¿Gracias? -agradecio Atem dudativamente.

-Hable con Katsuya sobre lo que pasó entre él y Yugi-dijo Seto.

- ¿Y que te dijo? -pregunto Atem interesado.

-Fue verdad lo que nos dijo Ishizu, el fue el que rompió la amistad con Yugi debido a unas cosas, las cuáles no me quiso decir, sin embargo, sabemos que fue por qué no le creyó a Yugi sobre que te había visto-dijo Seto por lo que Atem asintio-Y cuando se dió cuenta, ya estaba en América y no regreso por cobardia, sin embargo, cuando quiso arreglar las cosas, regreso solo para enterarse sobre el retiro de Yugi y la ida de este de Domino-.

- ¿Le pregunto también a Mokuba? -pregunto Atem y Seto asintio.

-Si pero al parecer no solo Mokuba sabe dónde está Yugi-dijo Seto.

- ¿Quienes son los que saben? -pregunto Atem.

-Los hermanos Ishtar, Bakura, el chico de los dados, la nieta del profesor Hopkins y la chica motociclista, Mai Kujaku-dijo Seto por lo que Atem asintio seriamente ya sabiendo a quienes se refería Kaiba-Planeo comenzar a vigilar a Mokuba mañana para ver si se reúne con ellos y si lo hace, los confrontaremos a todos juntos para que nos digan de una vez por todas dónde está Yugi. Le diré a Katsuya para ver si se une a nosotros-.

La llegada de Mokuba interrumpe la conversación por lo que Seto y Atem ya no dicen nada.

El Majutsu-Shi Itsushiro Saiko y Las Bestias SagradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora