Capitulo 28

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Yugi estaba en la biblioteca buscando distraerse de la situación tensa de ayer y del dolor de su mano.

El dolor era demasiado, tanto que si Okāsan le tuvo que ayudar a cambiar y a dormir a Akina.

- ¿Cómo sigue tu mano? -le pregunto la voz de Atem por lo que Yugi volteo.

- Un poco mejor -dijo Yugi mientras agarraba un libro con su mano izquierda.

- Me alegro -dijo Atem- Nunca pensé que Katsuya reaccionaría así -.

- ¿Katsuya? -pregunto Yugi- ¿Desde cuándo lo llamas por su apellido? -.

- Desde ayer -dijo Atem- No debió cuestionar el por qué fuiste el elegido para portar el rompecabezas ya que se sintió como si hubiera cuestionado a mis dioses -.

- ¿Aún sigue aquí? -pregunto Yugi desviando un poco el tema por lo que Atem lo dejo pasar.

- Si aunque aún sigue renuente en aceptar que se equivocó -dijo Atem- a pesar de que todos siguen molestos con él aunque Honda solo le habla sin tocar el tema-.

- Entiendo -dijo Yugi.

- ¿Que es lo que estás leyendo? -pregunto Atem viendo como Yugi abría con la mano izquierda y con cierta dificultad el libro en una página al asar por lo que él lo tomo (sin darse cuenta que sus dedos se rosaron aunque Yugi si lo hizo por lo que se puso incómodo) para ayudarle a abrirlo para después dárselo de nuevo.

- Gracias -agradecio Yugi ignorando esa incomodidad- Mi Onēsan Aneko nos pidió a Yue, Himeko y a mi que aprendieramos un hechizo de invocación avanzado como parte de nuestra etapa final del entrenamiento con ella -.

- ¿Por qué? -pregunto Atem interesado.

- Por qué nos servirá para invocar los que nos ayudará a derrotar a Tetsu -dijo Yugi buscando el hechizo y al parecer ya lo había encontrado- Por cierto ¿Para que viniste a la biblioteca? -.

- Venía a buscar un libro que me ayudara a saber más a fondo sobre la historia de tu clan y el consejo pero no quiero distraerte si tienes que estudiar -dijo Atem

- No te preocupes, puedes quedarte aquí si quieres -dijo Yugi utilizando el cordón que venía en el libro como separador para que la página no se le perdiera- Ven, te daré los libros que buscás -.

Atem siguió a Yugi a una sección de la biblioteca en la que Yugi, después de buscar, agarro primero un libro y luego otro para dárselos a Atem.

- Aquí tienes -dijo Yugi pero se extraña ya que Atem agarro su mano izquierda y la examinó- ¿Que pasá? -.

- ¿Por qué tienes cicatrices en las manos? -pregunto Atem viendo la mano de Yugi.

- Oh, me las hice cuando entrenaba con el Bokken y con el Bo-Kun en supervisión de mi Nēchan Hiroki -explico Yugi retirando cuidadosamente su mano de las manos de Atem ya que esa sensación de incomodidad debido a la situación en la que se encontraba ahorita con Atem después de su confesión, volvió- Y otras me las hice cuando entrenaba con la espada -.

- ¿Bokken y Bo-Kun? -pregunto Atem confundido pero recordó que quizás esas eran los palos de madero con los que vio entrenar a Yugi en las memorias de este- ¿Entrenaste con espada? -.

- El Bokken y el Bo-Kun, al ser el más poderoso de los tres, son las armas que me tocan desde mi nacimiento por lo que tuve que aprender a manejarlas -explico Yugi mientras el y Atem caminaban de regreso al sillón donde estaba sentado Yugi por lo que Atem se sentó en el otro- La espada la aprendí a manejar debido a que cada año viajo a un mundo alterno dónde soy guardian, para asegurarme que todo esté en orden -.

- ¿Cómo se llama ese mundo? -pregunto Atem.

- Blut -dijo Yugi- Es un mundo que es habitado por vampiros aunque ahora estoy llendo más veces -.

- ¿Por qué? -pregunto Atem.

- Ahí problemas serios que involucran a la familia real que gobierna ese mundo -dijo Yugi.

- Entiendo -dijo Atem guardando silencio pensando que quizás encuentre más información en los libros que la que le dió Yugi.

Y no era por qué desconfiara de él, si no que quería aprender más del Clan al que esperaba próximamente pertenecer.

Ambos leyeron sus respectivos libros.

El celular de Yugi interrumpe el silencio que había en la biblioteca por lo que contesta.

- ¿Si? -contesto Yugi- ¿Que paso Dāika?... Claro, sin problema, entonces te los llevo, de acuerdo, ahorita una hora veo...-.

- ¿Paso algo? -pregunto Atem cuando vio que Yugi colgó la llamada.

- No solo que Daichi quería saber si podía dejar a Masahiko y Akihiko quedarse a dormir con él hoy ya que se mudaron a su nuevo apartamento -dijo Yugi- Por eso Dāika me llamo -.

Atem solo guardo silencio aunque aún le sorprendía como Yugi se podía llevar tan bien con el hijo biológico de Pegasus.

Aunque ahora que lo pensaba, afortunadamente Dāika no salió igual que Pegasus.

La hora paso rápido por lo que Yugi llevo a sus hijos con Dāika y Atem se fue a su habitación para poder continuar leyendo los libros que le dió Yugi.

- ¿Cómo sigue tu mano? -pregunto Himeko cuando se encontró a su hermano más tarde en la casa.

- Va mejorando -dijo Yugi.

- Tara nos contó a mi y a Yue lo que sucedido ayer -dijo Himeko- ¿Cómo te sientes con respecto a eso? -.

- Bien, entendí que esa es una amistad que ya se perdió desde hace mucho tiempo aunque yo no me había dado cuenta -dijo Yugi encogiéndose de hombros- Afortunadamente los tengo a ustedes, a mis amigos además de mis hijos incluso Atem aunque solo sea como amigo-.

- ¿Cómo estás con eso? -pregunto Himeko.

- Hasta ahora las cosas van bien -dijo Yugi suspirando- Prefiero tener su amistad a nada -.

Himeko solo sonrió para después abrazarlo.

El Majutsu-Shi Itsushiro Saiko y Las Bestias SagradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora