Capitulo 15

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Era la mañana siguiente y Atem saludo a Ra y se dedicó a hacer sus oraciones.

A las 6 en punto llega uno de los trabajadores de la casa a dejarle una taza para proceder a servirle té.

Después de una reverencia, está a punto de retirarse, no sin antes dejar la tetera llena junto a la taza por si Atem quería más.

-Con permiso-se despide dicho trabajador doméstico, sin embargo, Atem lo detiene.

- ¿Yugi ya está despierto? -pregunto Atem al trabajador doméstico antes de que se fuera de la casa.

-Si, solo que hoy salió más temprano a dejar a los niños al colegio-informo el trabajador doméstico.

- ¿niños? -pregunto Atem confundido.

-Si, los hijos del jóven Yugi-dijo el trabajador doméstico.

-Pense que solo tenía uno-dijo Atem.

-No, son 4 en realidad; los mellizos Akihiko y Masahiko, la joven Aoi y la joven Akina-informo el trabajador.

-De acuerdo ¿No sabes a qué hora llegará? -pregunto Atem.

-No sabría decirle, generalmente en toda la mañana no llega debido a que le está ayudando a sus hermanos en la empresa familiar o algunas veces si regresa-informo el trabajador.

-Entiendo, gracias-agradecío Atem por lo que el trabajador asintió y se retiró.

"Así que Yugi tenía más hijos" Atem se quedó pensando.

Mientras tanto, Yugi venía llegando a la casa de la familia de Dāika como de costumbre debido a que pasaba por Dāika y por Daichi para llevarlos juntos al colegio debido a que el colegio de Daichi estaba junto al de los hijos de Yugi.

Mientras tanto, Yugi venía llegando a la casa de la familia de Dāika como de costumbre debido a que pasaba por Dāika y por Daichi para llevarlos juntos al colegio debido a que el colegio de Daichi estaba junto al de los hijos de Yugi

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- ¿Todo en orden? -pregunto Yugi a sus hijos Akihiko, Masahiko y Aoi viendolos por el retrovisor.

-Si otousan-contesto Masahiko quien tenía el mismo color de cabello que Akihiko a excepción de que los ojos eran amatistas, igual que los de su otousan.

- ¿Aoi? -pregunto Yugi a su hija quien su pelo rojo lo llevaba atado en un coleta alta y sus ojos amatistas eran lo único visible en su rostro ya que, a pesar de que la fiebre se le quitó, llevaba cubrebocas por si las dudas.

Está solo levanto su dedo pulgar para decirle que todo estaba en orden.

Akihiko no dijo nada ya que estaba leyendo un libro.

Solo Yugi esperaba que eso lo haya sacado de su madre y no de su otro padre.

-Hola-saludo alegremente un niño de pelo rojo y ojos marrones de 6 años de edad una ves que entró a la camioneta.

-Hola-saludaron Akihiko y Masahiko al unisono mientras que Aoi asintio con la cabeza.

-Hola Yugi-saludo Daichi de buena forma y con educación ya que, a pesar de que su obachan se haya casado con él, para él su otousan siempre va a ser su otousan y Yugi parecía estar bien con ello.

El Majutsu-Shi Itsushiro Saiko y Las Bestias SagradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora