Capitulo 38

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Volví!!!!

Habían pasado exactamente casi dos semanas desde aquella reunión en el bar donde Yugi les explico el complicado asunto de Itō...

Dos semanas dónde no lo veían deambular por la casa (solo lo veían para atender a sus hijos) ya que estaba encerrado en su habitación tratando de descubrir (tanto en el correo que le llegaba a Itō a la carcel como en los libros que este leia) alguna información sobre el nombre de las empresas fantasmas que este utilizaba para lavar dinero.

Está actitud se les hizo extraña a los demás miembros de la familia, sin embargo, tanto Yue como Himeko les dijeron que estaba estudiando el hechizo de la fase final de su entrenamiento para poder derrotar a Tetsu, por lo cual, ellos lo aceptaron aun con un poco de duda ya que sentían que estaba sucediendo algo más Pero sabían que no podían presionar a Yugi por lo que se quedaron callados.

- ¿Y Yugi? -pregunto Judai a Yue y Himeko.

Todos (excepto Jou, quien a pesar de que no se ha ido, no ha querido reunirse con los demás desde aquella noche en el bar siendo Honda, quien en ocasiones, le hiciera compañía dónde sea que Jou estuviera en ese momento) se encontraban reunidos en el jardín conviviendo y haciendo distintas actividades ya sea leer mangas, jugar juegos de mesa o leer libros, etc.

- Aún en su cuarto tratando de descubrir el contenido secreto de la correspondencia de Itō -dijo Himeko suspirando- No ha querido que le ayudemos debido a que para él, estamos más que involucrados al contarnos lo que sucede -.

- ¿Pero no sé supone que si le ayudamos a buscar, acabará más pronto? -pregunto Yusei y Himeko y Yue asintieron.

- Si pero así es Yugi; cuando algo le preocupa o algo le sucede y ahí una manera de resolverlo prefiere hacerlo solo. Solo pide ayuda de ser extremadamente necesario -dijo Yue y todos guardaron silencio.

Atem solo se mantuvo en silencio para después de algunas minutos entrar bajo la atenta mirada de Himeko.

Atem iba camino a su habitación cuando Ashita lo llama.

- ¿Faraón? -le habla Ashita por lo que este voltea.

- ¿Que sucede? -pregunta Atem.

- Le estoy preparando algo a Yugi y quería ver si me haría el favor de llevárselo ya que la gente de servicio se encuentra en descanso en este momento -pidio Ashita y Atem asintió.

La siguió a la cocina notando que sobre una bandeja estaba un plato con onigiris y una taza mientras que sobre la hornilla se encontraba una tetera.

- Algo le inquieta faraón -menciono Ashita agarrando otra taza para ponerla sobre la bandeja y preparando más onigiris.

- Solo dime Atem, Ashita -dijo Atem.

- Trataré -dijo Ashita.

Ambos guardaron silencio.

- Se que algo le pasa a mi hijo Fa...Atem, lo sé, por qué el aislarse casi totalmente es una actitud muy común en él cuando algo le preocupa o le está pasando-dijo Ashita llamando la atención de Atem- Y presiento que eso es lo que le inquieta -.

- ¿Por qué Yugi lo hace? -pregunto Atem después de unos segundos en silencio- ¿Por qué se le es tan complicado pedir ayuda? -.

Ashita guardo silencio unos minutos.

- Mi hijo es sociable, si, se le hace fácil hacer amigos debido a su personalidad noble y valiente, si, pero también ha sufrido y de alguna forma, esto último, ha provocado que decidiera esconderse en un muro cuando determinadas situaciones lo sobrepasan con tal de no pedir ayuda -dijo Ashita apagando la hornilla- Si pudiera evitar que Yugi o cualquiera de mis otros hijos sufrieran, créame que lo haría pero así es la vida, no puedo evitarles que sufran por más que quisiera -.

Atem solo guardaba silencio.

- Desde que está aquí, puede que Yugi lo disimule pero se que su presencia lo incómoda en cierto modo, sin embargo, no me voy a meter en sus asuntos ya que es algo de ustedes dos -dijo Ashita sirviendo el te en ambas tazas y poniendo la tetera en la bandeja, por si querían más te- Solo le pido una cosa Atem, no lastime más a Yugi independientemente de lo que suceda en el futuro -.

- No planeo hacerlo -dijo Atem con voz firme- Yugi es demasiado importante para mí y hacerle daño es lo que menos quiero -.

Ashita asintió dándole la bandeja no sin antes ponerle una mano sobre la mejilla de Atem en señal de cariño por lo que Atem tuvo una especie de Deja Vu.

- Se lo encargo faraón -dijo Ashita- Le encargó a mi hijo -.

Atem asintió y con bandeja en mano, se dirigió a la habitación de Yugi.

Al llegar, tocó la puerta y después de que Yugi diera la autorización, Atem entró encontrando a Yugi sentado en una especie de escritorio y rodeado de distintos sobres y libros mientras en una libreta tomaba apuntes con un lápiz.

Yugi levanto la vista extrañado al ver a Atem con una bandeja que incluía té y onigiris.

- Tu mamá me pidió que te trajera esto -dijo Atem por lo que Yugi después de unos minutos asintió.

- De acuerdo -dijo Yugi haciendo espacio por lo que Atem puso la bandeja en el espacio libre.

- Te ves agotado -dijo Atem al ver que Yugi no ha dormido bien.

- Lo sé Pero no quiero que me quiten a Asahiko Atem -dijo Yugi agarrando una taza de té de la bandeja- Y siento que si no avanzo rápidamente en esto, el tiempo se me acabara -.

- Entiendo -dijo Atem agarrando la otra taza- ¿Cómo vas? -.

- Hasta ahora, solo son frases aleatorias que no revelan nada de una empresa o algo parecido -dijo Yugi dándole la libreta mientras Atem le daba un sorbo a su taza.

Atem veía la libreta con atención ante la atenta mirada de Yugi.

- ¿Aún te faltan cartas por revisar? -pregunto Atem y Yugi asintió indicando las cartas que estaban al fondo de la caja.

Las que ya había leído, revisado y analizado las puso en otra caja.

Atem tomo la caja pero es detenido por la mano de Yugi.

- Atem, no es necesario, este es mi problema y tengo que resolverlo -dijo Yugi.

- Se que es tu problema pero quiero ayudarte Yugi -dijo Atem seriamente- No quiero que vuelvas a aislarte, no como aquella vez que recién recupere tu alma después de lo de el sello de Orichalcos y te aislaste durante días siendo que quien se sentía culpable era yo -.

- Atem, no es lo mismo -trato de negar Yugi.

- Si lo es -dijo Atem viendolo fijamente- Déjame ayudarte -.

Yugi soltó su mano después de algunos segundos en silencio y Atem agarro un montón de cartas mientras Yugi le daba otra libreta y otro lápiz.

- ¿Desde cuándo sabes Japonés? -pregunto Yugi.

- Kaiba me contrato un curso en línea para aprender -menciono Atem concentrado en la carta y tomando un libro y Yugi asintió.

Yugi lo vio fijamente unos minutos y después volvió a concentrarse en descifrar las cartas.

Y esque, de alguna forma, a su percepción, sentía que la brecha entre lo dos creció un poco más desde que supo que Atem escuchó la canción que le escribió por lo que no sabía si podía seguir actuando con normalidad alrededor de él.

Por eso aprovecho está situación de las cartas y los libros para concentrarse en otra cosa y no estar en la misma habitación que él pero al parecer a la vida le gustaba reírse de él.

El Majutsu-Shi Itsushiro Saiko y Las Bestias SagradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora