9.- MI HIJO

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Yoongi salió de la casa de Jimin, camino hasta su auto, cuando se sentó en el volante de repente las ideas en su mente encajaron cual rompecabezas.

Jimin era ese omega, hacía tres años y 7 meses que lo había visto en Busan y pasado la noche juntos.

Los embarazos de los omegas eran de 7 meses... si Mingi tenía 3 años cabían dos posibilidades: o el pequeño era su hijo... o Jimin había tenido una pareja en ese momento y era de otro.

Teniendo en cuenta que Mingi era una copia exacta de Yoongi cuando era pequeño, se inclinaba a pensar en la primera opción.

El alfa medio en shock condujo de vuelta a su edificio, estacionó el auto y subió hasta su departamento, se mantenía en movimiento aunque estaba funcionando en piloto automático.

Necesitaba hablar con Namjoon, probablemente fuera el Dios de la destruccion, pero también era el más inteligente de sus amigos.

Yoongi no alcanzó a abrir la puerta que Namjoon ya lo recibía en el pasillo. El alfa de gran porte y pelo corto, se acerco a el protestando como un niño pequeño.

-Por el amor a todo lo lindo! ¿Dónde metiste tu trasero? Dos reuniones solo con las niñas esas desafinadas que quieren colaborar con nuestros chi... oye, ¿estás bien?

Yoongi estaba más pálido de lo habitual y con la vista desencajada. Se quitó los zapatos y solo caminó hasta su amigo abrazándolo fuerte.

-Es el... y creo que tengo un... tengo un hijo... - Yoongi no pudo seguir. Comenzó a llorar inconsolable.

El había embarazado a Jimin, maldito alzado en celo, había preñado a su omega y lo había perdido.
Era una deshonra como alfa, como hombre.

Namjoon estaba en corto. Yoongi no era expresivo para nada. Sus madres eran amigas de la universidad, vecinas y habían criado a sus hijos casi como hermanos. Namjoon jamás, pero jamás, lo había visto llorar a Yoongi, es más no cría que fuera capaz de hacerlo. Y que demonios era eso de un hijo?.

Abrazó a su amigo y volteó para ver a sus otros amigos que estaban con él en la casa.

Jung Hoseok, alfa, gran personalidad y bellísimas facciones, era amigo de los otros dos del trabajo. Coreógrafo principal de la empresa donde trabajaban y vecino de estos.

Jeon Jungkook, el menor de los cuatro, también alfa, primo de Namjoon, diseñador de videojuegos, hacía dos años había decidido dejar su trabajo y abrir su propia empresa. Con sus tres amigos cómo preincipales inversionistas, hoy el pequeño imperio que amasaban tenía un futuro muy prometedor.

-Yoon, hermano. ¿Qué pasó? - dijo Hoseok preocupado, el alfa se había levantado del sillón donde estaba y parado junto a sus amigos.

Yoongi seguía llorando abrazado a Namjoon, los tres estaban en shock por el comportamiento del alfa.

Cuando finalmente lograron calmarlo un poco y sentarlo en un sillón, Yoongi comenzó a contarles su día.

-Fui a la plaza donde me escondo a pensar - dijo Yoongi.

-¿Ese lugar en los suburbios? - preguntó Jungkook recordando que Yoongi les mencionaban esa plaza cómo el mejor lugar para acomodar sus ideas.

-Ese mismo - respondió Yoongi - encontré un cachorro perdido, Mingi, tiene tres años. Lo acompañe hasta su casa, es increíblemente inteligente y ocurrente para su edad.

-Ok... y qué pasó luego? - preguntó Namjoon con mucha cautela, evidentemente el tema afectaba a Yoongi.

-Lo encontré chicos - murmuró Yoongi - a mi omega, el de Busan.

-Por la Diosa!!! - gritó Hoseok trepándose la boca - ¿Dónde?

-E-es el padre de Mingi - contestó Yoongi, nuevas lagrimas caían por sus mejillas.

-Ohhhh está en pareja.... - dijo Jungkook, no sabía cómo se podía llegar a sentir encontrar a tu destinado, pero debía doler saber que estaba con otro.

-¿Cuanto dijiste que tiene  el pequeño? - preguntó Namjoon comenzando a entender por donde podía venir todo esto.

-Tres - contestó Yoongi viéndolo a los ojos.

-Y el padre alfa del niño... - dijo Hoseok también entendiendo por dónde iba el tema.

-No lo sé, Jimin no tiene marca en el cuello y... y... Mingi es igual a mi de pequeño, la abuela dijo que no viven con ningún alfa - murmuró Yoongi

-Yoon por las fechas... será que... - dijo Namjoon - ¿Qué siente tu lobo?

-Que debo cuidar con mi vida a esos dos, Nam juro por mis colmillos que ese niño es mío - dijo desesperado nuevamente Yoongi - pero Jimin no me recuerda, el es... es más hermoso de lo que lo recordaba. Y su lobo... no se siente, es como si se hubiera ido.

-Wowwww y si el niño fuera de otro alfa? - preguntó Jungkook - sin ánimos de ofender.

-Lo pensé... pero no se Kook, el niño, el es... no se como describirlo - dijo resignado el alfa.

-¿Qué vas a hacer? Los volverás a ver? - preguntó Hoseok - oye, ¿Estás seguro que es el mismo omega de Busan?

-Por la Diosa que es el... - contestó Yoongi - el sábado su abuela mi invito a cenar y antes de eso los invité a Jimin y Mingi a pasear conmigo. Necesito saber más de ellos y estar seguro o al menos tener pruebas. Mi lobo no duda ni por un segundo que Mingi es mi hijo y que Jimin es mi destinado

Nuevas lagrimas caían por el rostro de Yoongi. De repente todas las ideas se arremolinaban en su mente.

¿Por qué Jimin había desaparecido ese día? ¿Había hecho algo malo que lo asuste? ¿Realmente no lo recordaba? No podría vivir en paz si de alguna forma Jimin había salido herido ese día por su culpa.

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El viernes fue una tortura para Yoongi, decidió quedarse en su casa trabajando. No tenía ni los ánimos ni la energía para enfrentarse a su trabajo en la empresa. Jimin y Mingi ocupaban su mente al 100%.

Ahora que había encontrado a Jimin quería volver a él, verlo, asegurarse que esté bien. Quería ver otra vez a Mingi, charlar con él y que le cuente sobre sus peluches de gatito de los que había hablado cuando volvían a su casa.

Sus amigos le habían escrito durante todo el día, estaban claramente preocupados por él. La noche anterior había abierto su corazón y les había contado todo lo que recordaba de esa noche en Busan, lo que había hablado con Jimin, todo sobre Mingi y lo mucho que anhelaba que sus sospechas ciertas.

Lo atormentaba la idea de haber lastimado a Jimin y que por eso ahora no pudiera sentir a su lobo, que Jimin lo odie si llegara a ser el padre de Mingi. Sentía un inmenso dolor de pensar en todo lo que se perdido del pequeño y cuan solo había estado Jimin, aún no lo podía confirmar, pero el sabía que era el padre de ese niño. Y lo peor de todo era miedo de ilusionarse de que Mingi sea su hijo y que no resulte así.

Para el atardecer juntó valor y le escribió un mensaje al omega, necesitaba saber de él, cómo estaba y cómo estaba Mingi. Esos dos de un momento al otro se habían transformado en absolutamente todo lo que le importaba.

AMOR DIFERIDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora