14. Atardecer

154 2 0
                                    



Mire al cielo, a lo alto, evitando mirar la circular forma de luz en el cielo. Sonreí, sonreí sin saber porque. Felicidad o tristeza, no importaba, era libre. Me sentía como un pájaro azul en el cielo, libre de volar a donde quisiera e ir a cualquier lado con sus alas. De esa pequeña sonrisa empezaron a salir pequeños sonidos de risas. Lo había logrado. Me reí para no llorar. Me reí por mi estupidez de afrontar las cosas. Por mi estupidez de no ver lo que estaba pasando frente a mis ojos. Por mi estupidez de no ver antes lo que sentía por Sasuke. Y por mi estupidez de no darme cuenta de todo el amor que Sasuke me tiene.

Cubrí mis párpados con mi mano, intentando evitar que lágrimas quizás contenidas desde hace tiempo salieran. No estaba seguro si podía definir que eran de felicidad, simplemente estaban allí, quemando mis ojos. Parpadeé un par de veces, haciendo que desaparecieran para mantenerme cuerdo y no inestable a cualquier persona que pasara caminando por esta parte del parque. Cuando lo hice, quite mi mano y me pregunté que iba a hacer ahora. Tal vez podría ir con Sasuke y contarle lo qué pasó. Pero no era necesario.

Escuche un ruido que parecía provenir de un lado mío. Me giré para ver que era, y vi a una sombra salir de escondida de un árbol. Vi su cabello moverse suavemente por el viento y relucir con los rayos del sol. Sus ojos parecían revelar algo de preocupación. Podía decir que el había estado todo el tiempo allí.

Incluso aunque le hubiera dicho que se fuera a su casa, se quedó aquí. No podía estar enojado. Era casi como un soporte que siempre se quedó allí en una casa abandonada. Y lo agradecía.

Camino hacia a mi, y yo hacia el. Extendió sus brazos y los acepté felizmente. Estábamos tan cerca, pegados el uno al otro. Rápidamente sentí el calor de su cuerpo, que empezaba a llenar el mío. Aspire el aroma que podía oler levemente en la camisa que le había prestado, detectando el detergente que normalmente uso, pero también su delicioso aroma que me podría decir siempre que era él. Lo respire, casi como si fuera aire puro de los árboles. Lo abrace más fuerte, queriendo acercarme más y aferrarme lo más que podía, temiendo que me fuera a caer en ese momento.

Sentí una pequeña emoción en mi corazón. Las ganas de llorar regresaron y esta vez deje que las lagrimas contenidas cayeran por mis mejillas hasta terminar en el hombro de Sasuke, en el que refugiaba mi cabeza. Llore. Sollocé. No me importaba nada en este momento, simplemente sentir a Sasuke.

Sentí como mi hombro estaba húmedo, más precisamente la prenda que estaba usando. El enojo que sentía antes ya se había disipado por completo. Sakura ahora mismo no era nada para mi. Si iba a desaparecer de nuestras vidas, mejor. Quizás me hubiera hecho feliz haberla golpeado un poco, pero eso entristecería a Naruto. Ahora mismo me importaba que estuviera bien. Seguro que fue duro para el hacer que esas palabras salieran de su interior, y mucho más siendo que él sí que la quería. Pero creo que estamos mejor sin ella.

Se aferraba a mi con tanta fuerza que apenas podía seguir respirando. Le acaricie la espalda con una mano y con la otra su cabeza, intentando consolarlo. Pase mis dedos por sus rubios mechones brillantes a la luz del sol, que ahora se estaba escondiendo indicando que se acercaba el ocaso. Sentía preocupación por el, ¿de verdad iba a estar bien?

Poco a poco su cuerpo dejó de temblar, y aflojó el agarre que mantenía en mi cuerpo. Se alejó, llevando sus manos a su rostro, limpiando y restregándose los ojos de los rastros de lágrimas que probablemente seguían allí. Cuando acabo, con los ojos un poco irritados y las cejas arqueadas sonrió. Me cuestione si en realidad estaba llorando de tristeza o felicidad. Probablemente una mezcla de ambas. Amplio esa perfecta sonrisa y rio como lo había hecho antes, solo que esta vez, era más de alegría que nada. Podía ver que, aunque no lo supiera, estaba feliz. Mi corazón se sentía cálido y me pregunté si el suyo también.

Sonreí también, feliz de volver a ver al Naruto que amo.

Quizás había hecho el ridiculo frente a Sasuke, pero no importaba. Parecía comprenderme con aquel semblante de preocupación que tenía. Incluso así había sonreído, cosa que pocas veces tenía la oportunidad de ver. Me alegre y sentí el peso que llevaba desaparecer por completo.

Naruto: Sasuke, ya que estamos aquí, ¿no quieres dar una vuelta? (Siendo sincero quería respirar aire fresco y aprovechar que ya estábamos aquí para pasar tiempo con el)

Sasuke: Está bien Naruto.

Me tomo de la mano y entrelazo nuestros dedos. Mantuvo su sonrisa todo el tiempo. Caminamos sin rumbo por los caminos del parque que conducían a diferentes partes de este. El sol me pegaba en la cara, pero me gustaba, la calentaba. Estaba silencioso, pero si me concentraba podía llegar a escuchar los sonidos de los pájaros revoloteando por la zona. El viento era fresco como el aire y ayudaba con el calor que hacía este día. Podía respirar tranquilamente, como si no estuviera en la ajetreada ciudad con aire no tan limpio.

Podía sentir que Sasuke también lo estaba disfrutando.

De pronto, empezó a guiarme por algunos caminos del parque. No sabía a donde me estaba llevando, pero lo dejé hacerlo. Quizás se había cansado de caminar por lo que estaba buscando un buen lugar donde sentarse. Llegamos a una bonita zona del parque en donde me llevo a un banco. Nos sentamos tranquilamente allí, refugiados del fuerte calor bajo una pequeña sombra de un árbol. Aquí se podía escuchar más a los libres pájaros que cantaban por ahí y por allá, como una sinfonía.

Sasuke pasó un brazo por mis hombros, haciendo que me sorprendiera. Aún así deje que estuviera así y me acurruque en su hombro, descansando nuevamente mi cabeza. Se sentía extraño y bien a la vez que ahora mismo estuviéramos así. Me gustaría ser yo el que esté dándole soporte a Sasuke, pero no tenía las fuerzas suficientes ahora mismo. Podía escuchar su tranquila respiración, y como un niño pequeño intente ajustar mi respiración a la suya. Sentí como también los latidos de mi corazón se alentaban, suponiendo que así estaba el suyo. Su pecho subía y bajaba tranquilamente.

El sol se estaba escondiendo y el cielo estaba cambiando a los colores de un atardecer. El azul se fundía en el naranja para luego dar lugar a rosa. Ahora la luz era algo cálida, no brillante. Este momento se iba a acabar pronto pero no importaba. Aún así, quise hablar con él.

Naruto: Sasuke, perdón por todo lo que hice.

Sasuke: Naruto... No digas eso, no es tu culpa. Estoy seguro que hiciste lo que te dijo el corazón.

Naruto: Pero aún así lastime a muchos, sobretodo a ti. (Me separe un poco para verlo directamente a los ojos, para enfrentarlo)

Sasuke: Yo lo entiendo. No voy a mentirte, me dolió más que nada pero... Yo aún así te amo Naruto, aun con todo lo que hiciste. Debo decir que te admiro. Yo no hubiera sido capaz de alejarme de ti. Seguro tú sufriste más que yo. Quizás todo esto era destinado a ser. Al final acabo bien, ¿no?

Naruto: Pero... ¿de verdad me merezco tu amor?

Sasuke: Si, te mereces todo. Mi corazón siempre te va a pertenecer a ti. Nunca, nunca voy a dejar de amarte. Te lo prometo. (Mi corazón se estremeció y sentí regresar las ganas de llorar. ¿Como este teme me podía amar?)

Naruto: (Lo volví a abrazar) Gracias Sasuke, gracias. Yo también te amo. Te amo tanto. No volveré a hacer algo así.

Nos quedamos abrazados, recibiendo el calor del otro como si nos fuéramos a separar. Y lo hicimos, pero sólo para volver a juntarnos en un amoroso beso. Un beso que demostraba todo nuestro amor, todo lo que sentíamos.

El sol volvía a bajar y los rayos de este dieron su última luz y calor para desaparecer y fundirse en el horizonte para dar paso a la noche, ahora iluminada por la luna.






...FIN...




Déjame amarte (NaruSasuNaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora