Enzo
Mi madre preparo todo para la vuelta de Mariana, tuve que persuadir a David para que fuera a la escuela ya que estaba muy ansioso por conocer a su madre. Lo dejé en la escuela y me encontré con Sasha que dejaba a Rían, cada vez que la veo es como si todo mi mundo se iluminara, su sonrisa es radiante y tan genuina que podría hipnotizar a cualquiera que la vea
–Buenos días ¿cómo te sientes?–me acerque con mucha tranquilidad
–Buenos días, estoy bien, no te preocupes demasiado–se ve animada–David se ve muy emocionado–sonríe levemente
–Si, hoy la conocerá–mire al suelo al saber lo cerca de esa realidad que quería mantener alejada de mi mente
Sentí una mano que alzaba mi quijada con delicadeza, apenas se sentía el toque de su piel con la mía, su temperatura era extraña ya que era apenas perceptible, entre cálido y frio, una temperatura extrañamente confortante y una mirada apaciguadora que calmaba cada una de mis emociones 'es extraño que sea amable'
–Al parecer no estas muy de acuerdo–sonríe–a veces pensar demás es lo que más nos traiciona al tomar decisiones
–No quiero que lo decepcione–me refiero a David y ella aleja su mano a lo que la sujeto con delicadeza acercándola a mi rostro nuevamente
–No puedes saber si lo hará, solo queda tener la esperanza de que no lo haga–sus palabras sonaban como si en serio esperara que eso pasara, como si conociera perfectamente la situación en la que estaba, pero eso no es posible
–No la conoces, en ella no se puede tener esperanza–aprete un poco su mano acercándola más a mi rostro y mirando a la nada
–Tienes razón, creo que deberías soltar mi mano–la mire repentinamente preocupado por haberla molestado, pero su rostro estaba relajado–las personas empiezan a mirarnos demasiado–aclara ante mi expresión preocupada
–Tienes razón–deje su mano despacio y sin deseo de hacerlo–además debes ir a descansar
–No me dejaran mover un dedo ¿verdad?–se burla y asiento
–Mientras no completes el tiempo de descanso no–asegure metiendo las manos en mis bolsillos y sonriéndole con picardía
–Bien, es hora de que vallas a trabajar–ordena en broma
–Como ordene madame–le hago una pequeña reverencia
Se despidió como de costumbre y esperé a que se marchara para subir a mi auto y dirigirme a la empresa donde me esperaba mi asistente como de costumbre, le di indicaciones y me informo de algunas reuniones que tenía pendientes. Pase de reunión en reunión toda la mañana hasta que llegó la hora de ir por David a la escuela y mande al chofer de mi madre por Mariana en lo que recogía a David de la escuela. Sasha llego unos minutos después y se paró a mi lado a esperar, más padres se acercaban a medida que el tiempo pasaba y los niños empezaron a salir
–Señorita Sasha, lamento lo de hoy yo...–empieza a explicar
–No tienes que disculparte, puedes recuperar tus lecciones otro día–asegura acariciando la cabeza del niño
–Si, ya es hora de que te vayas–el pequeño rubio le sonríe
Nos despedimos y volvimos a casa, en el camino el niño se veía nervioso por la situación e intenté calmarlo lo mejor que pude. Al llegar vi que el auto ya estaba estacionado y supe que ya había llegado, bajamos y entramos a la casa. Las dos estaban en la sala, Mariana estaba de espaldas y David sujeta mi mano nervioso y dudoso de dar un paso adelante a lo que le sonrió dándole aliento mientras nos acercábamos
ESTÁS LEYENDO
Mis colores favoritos negro y rojo
Teen FictionEnzo un empresario exitoso busca independizarse de su familia, y para lograrlo acepta una colaboración sin investigarla a fondo, sus nuevos socios son un misterio para él como para todo el mundo aun cuando son muy famosos por su empresa, pero ellos...