Las cosas habrían resultado mejor si el mundo no fuera una completa decepción, si cada día que pase no este cargado de problemas y conflictos que sólo hacían de su vida complicada, nadie merecía soportar tanta carga sin recibir nada a cambio, no debían ser sujetos de experimentos para la diversión de seres divinos; pero ahí estaban, sufriendo para entretener a los Dioses, supuestos Dioses de bondad que tienen un plan divino para cada uno, una falsa imagen de que ellos eran piadosos, sólo una máscara de bondad; pero no eran tan diferentes a los crueles humanos, despiadados y con el poder suficiente para fingir que el sufrimiento es necesario para una persona.
Seres divinos, oh venerados Dioses.
—¿Aún no recuperaste el permiso para... usar tus alas?.— Fue la suave voz del albino, tratando de no sonar brusco, era un tema tan delicado para su pareja que temía mucho herir sus sentimientos.
—No, el otro día recibí una advertencia de los Dioses, según ellos soy quién tenía demasiada ventaja... si uso estas recibiré otro castigo.— Respondió con una expresión triste, aquello no era tan común en el híbrido de búho.
Es por ello que Willy no evitó apegarse a él en un cálido abrazo, fue prontamente correspondido.
—¿Sabes algo sobre trotuman?.— Esta vez fue Fargan quién preguntó, pronto sintió el cuerpo del contrario tensarse y apegarse más a él, no necesitaba una respuesta verbal. —Está bien, quiero creer que todo mejorará...— Trató de hacer sentir mejor a su pareja.
El albino tenía unos sentimientos tan fuertes, que cuando tenía la oportunidad de expresarse, sólo atinaba a arrepentirse por sentir demasiado, aveces necesitaba ser alguien que no sienta; pero a este punto le era inevitable.
El panorama del lugar era realmente triste, sólo ellos dos, frente a lo que una vez fue el pueblo de Karmaland, las divinidades tuvieron un idea, exterminar las ilusiones de los héroes, quitarles aquel propósito que les daba un título ante la sociedad, quitarles aquella reputación, porque el pueblo de Karmaland había comenzado a respetar más a los Héroes, que a los propios Dioses. Y tampoco les importó acabar con la vida de estos, sin importar lo joven o viejos que sean, aquellos aldeanos que tenían ganas de vivir.
Pero todo aquello estaba perdido.
Algunos de los Héroes simplemente se fueron de Karmaland para escapar de aquella furia irracional de los Dioses, lástima que no lo lograron, otros simplemente cayeron en la locura absoluta al ser despojados de aquello que tanto apreciaban, los restantes trataban de ocultarse. Pero el caso particular eran Fargan y Willy, el hibrido de búho simplemente quería volver a tener la libertad de volar y huir junto con Willy sin ser asesinado en un instante por los arrogantes Dioses; por otra parte Willy perdió a su pequeño compañero tortuga, había hecho un trato con los Dioses; pero parecía que sólo se burlaban de él.
Al final se separaron, Fargan tomó de la mano de su pareja y lo llevó a un lugar lejos de aquel horrible pueblo, que ya no tenía nada de vida. Willy le siguió en silencio.
Lejos de aquel lugar lleno de recuerdos, pronto llegaron a la orilla del extenso mar, un mundo distinto que de seguro estaba cruzando el mismo, la ilusión de encontrar otra oportunidad para cumplir con su deber, porque los Héroes aprendieron a querer a las personas, a protegerlas a pesar de todo, merecían una segunda oportunidad.
—He pensado mucho en esto; pero me gustaría intentarlo.— Dijo de pronto Fargan, el menor le prestó atención sin decir absolutamente nada. —Si simplemente trató de volar contigo hacia el otro lado del mar... no puedo vivir demasiado aquí a sabiendas que los Dioses serán unos malditos arrogantes y en cualquier momento no cumplan con su promesa... o incluso traten de dañarte...— Sus miradas se cruzaron y Fargan acarició la mejilla de Willy con su mano libre. No quería soltarlo porque creía que en cualquier momento podrían robarlo de su lado.
—Es un plan muy estúpido Fargan.— Le regañó Willy apartando la mano de este de su rostro. —¿Acaso crees que dejaré que mueras con tal de salvarme?.— También se soltó de su agarre.
Pero Fargan lo tomó de sus muñecas, sus miradas no se desviaron por ningún momento.
—Los pájaros en el cielo viajan, son capaces de llevar sus experiencias y esparcir aquella vida según su lugar de origen.— Tal vez sonó incoherente; pero Fargan estaba convencido de lo que dijo, mantuvo su mirada fija esperando una respuesta de su pareja.
—Ellos son libres... son simples, no presentan una amenaza...— Contestó Willy tratando de hacer entrar en razón a Fargan.
—Fui bendecido hace mucho, si mi objetivo final será salvar a quién amo, déjame al menos intentarlo.—
—"Quiero creer que todo mejorará" ¿No?. No me importa si no se hace realidad, sólo déjame desearlo.—
—Willy eres tú quien no está siendo razonable, cada día tenemos una corta oportunidad para desafiar a los Dioses.— Apretó un poco las muñecas del albino, parecía que aquello no tendría un fin.
—¿Si eres tú quien huye y yo trato de distraerlos?.— Sugirió el menor de ambos.
—Hay tanta gente que puede tomar mi lugar, cómo en un extenso mar... pero no puedo abandonar a alguien que sé que es mi motivo para seguir viviendo.—
—Guardaré la calma...— El albino cambió aquel tema tan arriesgado.
—Mientras viva...— Contestó el castaño, era algo que decían para aún mantenerse de pie.
—Lloraré...— Continuó, al final, aquello era personal para ellos, una forma más de mostrarse fuertes ante su cruel destino.
—Mientras te tenga...— En ese momento Fargan quiso besar al contrario; pero se contuvo, logró tranquilizar aquellos sentimientos.
Si el destino no conllevara una muerte segura no tendría ese tipo de ideas, estaba desesperado, quería volver a volar, sentir el aire contra su rostro, nuevamente tener a Willy en sus brazos, ambos alejados del mundo, casi tan alto cómo sus anteriores esperanzas de ser felices juntos, en un mundo perfecto.
—Ahora, detente y toma un respiro.— Le ordenó Willy, ambos inhalaron y exlaharon al mismo tiempo, un suspiro de alivio entre tanto caos.
Willy no evitó ver ahora aquel mar frente a ellos, sus ojos reflejaron el brillo del sol y su atardecer.
Los colores más allá del mar eran vivos, agradables y con la esperanza que necesitaban, se podía sentir la vida fuera de Karmaland, un contraste tan perfecto de colores que hacían notar la lucha que aún debían para finalmente ser libres, aunque el tiempo era el único factor que medía su vida, un tortuoso pasar de los minutos.
—Algún día, podremos salir de aquí y ser felices...— Dijo de pronto Fargan, también veía el atardecer.
Soltó las muñecas de su pareja con mucho cuidado.
—Fargan...— Willy temía volver a aquella conversación, iba a reclamarle.
—Déjame desearlo, aunque no se haga realidad.— Le respondió tranquilo, así que el albino se quedó en silencio.
Los deseos de libertad, de volar por el mundo, sentir la libertad y el amor... son sentimientos tan difíciles de conseguir, casi imposibles debido al mundo tan catastrófico, que se destruye lentamente.
Sólo queda la poca esperanza.
Aquél deseo ferviente.
Aquel intento de ser feliz.
○●○●
Siento que esto merecía una actualización, así que aquí estamos, si alguien se lo pregunta-
Este One-shot' está inspirado en la canción "Flyway - halyosy ft, Len, Kaito"
Al final, si, uno de mis secretos es ser fan de vocaloid jaja, igual no suelo tomarlo cómo inspiración; pero esta canción de alguna manera me parte el alma.
Pero en fin
Bye bye💕
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One-Shot's [Willgan]
FanfictionEl par destructivo de Karmaland también necesita su apartado