One-Shot's [Willgan]

Capricho

Siempre han dicho que la miradas pueden llegar a matar; pero ¿Qué tan falso es eso? ¿O cuánta verdad hay en aquellas palabras? Las personas en el lugar observaban expectantes la escena

Los hermosos ojos morados se encontraron con los desafiantes ojos marrones, la expresión en ambos rostros no eran para nada amigable con respecto al contrario; podría ser una simple pelea de miradas a ver quién cedía primero y lograba derrocar de alguna manera al otro; pero ninguno tenía la intención de ceder

Aquellas simples miradas llegaron a ser molestas, y uno de ellos exigía con mucha molestia una respuesta

- ¿Vas a negarlo, Vegetta? - Preguntó una vez más con un tono molesto; pero sonriente con desagrado

El nombrado reconsideró nuevamente la respuesta que hasta ahora no se dignaba a dar, porque sabía muy bien que su dignidad y su tan perfecto noviazgo de años estaba en riesgo, no podía admitir tan abiertamente un error que cometió a causa de la lujuria que no pudo evitar sentir; claramente estaba arrepentido, nunca quiso que su secreto fuera descubierto tan pronto, y mucho menos por uno de sus mejores amigos, en especial en el día que iba a casarse con aquella persona que aún amaba demasiado

- Vamos, dilo Vegetta, sólo te queda la aceptación - Insistió nuevamente Fargan, él siempre supo de aquel engaño, sólo que no quería decirlo abiertamente para no herir al Albino y que este no vuelva a tener un desenfreno en sus tan explosivos sentimientos, lástima que no logró su cometido porque el menor no era para nada tonto

Vegetta estaba consciente del error que cometió hace unos meses, por un simple rechazo en una cena que iba a tener con su actual prometido, salió con furia de su mansión en busca de despejar su mente, sus planes siempre eran perfectos por lo que cuando algo no iba de acuerdo a ello, su frustración lo convertía en alguien completamente diferente

Aquella misma noche dio con Rubius, uno de sus amigos que lidiaba aún con el rechazo de su mejor amigo, el bar estaba casi vacío, se acercó sólo para tener una plática amistosa, quién diría que aquella plática terminaría en algo más. Al día siguiente cuando despertó con un dolor de cabeza por el licor de la noche anterior cayó en cuenta que no estaba en la habitación de su majestuosa mansión, había otra persona en aquella cama junto a él, que error fue seguir hablando del asunto

Con el tiempo Willy notó que por algún extraño motivo Vegetta salía mucho más de lo normal por las noches, él se esforzaba por aún mantener aquella relación en la que ambos estaban comprometidos. La culpabilidad por lo inexistente se presentó en el Albino, creyendo que había algo que estaba mal en él mismo, echándose la culpa de la falta de atención de su prometido, faltaba tan poco para la fecha en dónde iban finalmente a casarse, no quería tirar al caño aquellos años de relación tan perfectos

El asunto siempre era tocado cuando se reunía con Fargan y le comentaba de sus propias inseguridades, Willy sólo escuchaba atentamente cómo Fargan le decía que no debía preocuparse, que Vegetta no tendría motivos para dejar a alguien tan perfecto cómo él, eso siempre lograba darle ánimos y se lanzaba a abrazar a Fargan con un simple cariño, no sabría que hacer sin su mejor amigo

Los rumores y el paso de los días se extendieron, sus visitas al pueblo se reducieron porque detestaba oír cosas tan desagradable sobre Vegetta, él creía que lo conocía más que todos los simples cotillas del pueblo, no quería caer en simples palabras y dejarse llevar por una ira injustificada, que equivocado podría estar. Mientras más pasaba, los rumores sólo aumentaban e inevitablemente se encontró con una escena que le hizo sentirse enojado consigo mismo. Willy se culpaba a él mismo por no ser un perfecto novio, pues no era demasiado expresivo por su temor constante de fallar en un pequeño detalle; quién diría que Vegetta estaba siendo prácticamente besado por uno de sus "Hermanos" de su secta, Rubius, por algún motivo nunca había confiado al 100% en el oso, algo le decía que no podía y aquella escena simplemente le reclamó no hacer caso a los rumores, debería haber desconfiado un poco... pero era tan difícil desconfiar de una persona que habías amado por tanto tiempo