ENAMORADO DE UN ROBOT

♡Capítulo No 5♡

Cuando la puerta del baño se cerró detrás de él, Ssint se aseguró de pegar muy bien la oreja para escuchar que Zee se alejara.

Sentía todo el cuerpo caliente y en su piel continuaban los chispazos eléctricos como consecuencia de la excitación que Zee había despertado en él de tal manera. Vaya inconveniente, ahora que recordaba; Zee deseaba tener sexo con su nueva adquisición y Ohm había sido programado con reacciones sexuales. Saint se frotó la cara con agua mientras deseaba que algún milagro sucediera y pudiera salir de ese maldito problema, él ni siquiera había tenido sexo con chicas ¿Por qué ahora tendría que perder la virginidad de su culo?

Tomo su móvil y se apresuró en marcar el número de Mew .

—¿Qué demonios paso? No entiendo nada.

—¿Tienes el dinero en tu cuenta?

—Lo tengo.

—Asegúrate de hacer un nuevo androide. Estaré aquí fingiendo ser Ohm, pero tienes que trabajar haciendo otro ¿De acuerdo doctor?

—Tardaré mucho tiempo, recuerda que hacerlo entre los dos fue desgastante, yo solo tardaría una eternidad.

—¡Pues tienes que hacerlo rápido! Este hombre tiene un libido terrible ¡Y yo no voy a hacerlo con él! Te ayudé, y ahora estoy metido en todo esto por ayudar a alguien como tú.

—¿Ahora vas a quejarte?

—No quiero estar con Zee Pruk, date prisa. Llamaré a mis padres para decirles que estaré trabajando contigo de manera ininterrumpida, te llamaré en dos meses.

—Dos meses es muy poco, no podré hacerlo.

—Sí que podrás. Cuando le entreguemos su androide nuevo, podré irme de aquí, él no tendrá ninguna queja.

—Lo intentaré, lo intentaré Saint.

Después de hacer su última llamada para informarle a sus padres, salió del baño. Ya se había refrescado y su ropa había regresado a su lugar. Respiraba con más calma y escuchó que Zee lo llamaba, siguió el sonido de su voz y llegó hasta una cocina exageradamente grande.

Zee estaba cocinando.

—Ven, siéntate aquí, me gustaría que mires mientras cocino algo para nosotros dos.

Saint obedeció, no podía dejar de sorprenderse viendo a Zee, era tan diferente a la primera impresión que le dio cuando respondió a su llamado en la puerta, este hombre parecía amable y alguien sumamente feliz con su compañía.

Saint quedó atrapado en cada uno de sus movimientos, viéndolo correr de un lado hacia otro, tomando y preparando ingredientes. Parecía que era muy inteligente ¿Por qué alguien tan atractivo como él estaría solo?

—Esta vez he decidido cocinar, pero uno de tus objetivos en esta casa, será sorprenderme con todas esas recetas que supuestamente te programaron.

—Claro— ¿Sorprenderlo? Ay por dios ¿Podía la tierra tragarlo y ya? Él no era bueno ni para cocinar un huevo, ni para calentar agua porque se le quemaba, su mamá era la clase de mujer que siempre le solucionó todo ¿Cómo se suponía que iba a cocinar?

—Creo que después de comer, sería bueno ir a comprarte algo de ropa. No suelo salir de casa, pero esta vez es necesario.

—Está bien.

—¿No eres muy hablador?

—Estoy tratando de encontrar el mejor tema de conversación en mi base de datos. En realidad fui mayormente programado para escucharte— excelente actuación, se dijo. Acababa de imitar una de las frases que practicó con Ohm.

—Es genial, entonces debería ser yo quien hable.

—Puedes hacerlo, me aseguraré de memorizar cada detalle para comprender tus sentimientos y adaptarme a ellos.

—Excelente, Saint. Entonces creo que comenzaré diciéndote mi más vergonzoso secreto: Solía ser un soñador romántico, pero todas mis elecciones de pareja terminaron siendo personas interesadas y mentirosas.

—¿De verdad?

—Sí. Fue así como termine alejándome de la sociedad. Tengo un buen amigo que viene de vez en cuando, es el único que tiene la entrada permitida a mi casa.

—Tu casa es muy grande ¿Te ocupas tu solo de cuidarla y mantenerla limpia?

—Así es. Pero debes saber que los inventos que le he comprado a Suppasit han sido de gran ayuda. Hay cosas moviéndose por sí solas por toda la casa, procura no volverte su amigo— Saint rio ante la broma y Zee se le quedó mirando—. Eres como un sueño. Luces hermoso cuando sonríes, odiaría la idea de que Mew hiciera otro androide como tú.

Saint desvió la mirada sabiendo que sus mejillas se pusieron rojas sin su autorización.

Comieron juntos y había que admitir que Zee preparo una exquisita comida, estaba deliciosa.

El pelinegro no desaprovechaba cada minuto para tocar sus manos, limpiarle los labios con la servilleta o acariciar sus mejillas. Era todo un caso perdido, Zee estaba tan necesitado de compañía que no hacía más que sorprenderlo con tantos toques.

Cuando subieron al auto, Zee le colocó el cinturón de seguridad como si se tratará de un niño.

Condujo durante un rato y llegó a una boutique exclusiva oculta entre los árboles.

—El diseñador es un empleado mío. Le ordeno diseñar todo tipo de ropa, si algo me queda me lo llevó, si algo no me queda, le pido que lo venda en los centros comerciales y me entregue las ganancias.

—Eso es genial— no sabía muy bien cómo responder a tantos comentarios. Zee abrió la puerta para él y lo tomó de la mano para ayudarle a bajar del auto.

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