ENAMORADO DE UN ROBOT

♡Capítulo No 8♡

La vibración de su celular lo saco de sus pensamientos. Eran pocas veces que recibía llamadas, así que se tardó en atender, lo saco de su bolsillo, y leyó el nombre de Joss en la pantalla, ese chico era su único amigo.

-Hola.

-Hola. Siglos sin saber de ti, si yo no te llamo. Tú no lo haces.

-¿Qué quieres Joss?

-Quiero llevarte unos papeles para que los firmes ¿Puedo ir?

- Zee recordó que era el día que pasaría tiempo con Saint en la piscina, se suponía que ambos estaban celebrando la llegada del verano y no quería que los asuntos de trabajo arruinaran su felicidad.

-Será mañana. Hoy tengo otros planes.

-¿Planes? ¿Qué planes puedes tener? ¿Caminar del jardín a tu habitación?

-Joss...

-Zee... iré hoy. Urge que firmes estos papeles

-Zee terminó aceptando, al parecer tendría que posponer el asunto de piscina, pero él no contaba con que Saint bajara con su traje de baño ya puesto, con las toallas, el bloqueador solar y las demás cosas.

-¿Listo para ir a la piscina? Pregunto Saint

- ¿Cómo se le decía que no a esa carita? -Listo- le respondió y le dio una sonrisa y lo dirigió hasta el lugar donde estaba la piscina. Era un lugar muy agradable y desde la semana pasada él mismo se encargo de su mantenimiento.

Se quito la ropa sin pudor alguno y sintió su corazón acelerarse una vez más al ver la inocente reacción de Saint que desviaba la mirada para no verlo desnudo.

-¿Por qué te sonrojas?- le preguntó mientras lo abrazaba, Saint sólo pudo ocultarse entre sus brazos apoyando la cabeza en su pecho desnudo-

-Se siente extraño verte hacer algo así.

-¿Lo dice el chico que disfruta ser tocado en la ducha?

-Eso no...- Zee pellizcó la nariz de Saint y tomados de las manos se sumergieron en el agua.

-Estaba pensando en que deberíamos fijar una fecha que sea como el día para tu cumpleaños.

-Ah, no es necesario.

-¿Por qué no? Quiero tener un día especial, en el que cocine pastel para ti, y pongamos globos por toda la casa.

-Podemos hacer eso en tu cumpleaños- Mierda... cuando Saint le sonreía así, no podía tener otras ideas aparte de besarlo, pero justo cuando iba acercando sus labios, el timbre de la casa sonó.

¡Agh! Se quejó mentalmente y salió del agua.

-¿Quién es?

-Es un amigo. No tomará mucho tiempo.

-Ya veo. Entonces iré a la habitación.

-No tienes que hacerlo, se irá pronto.

Zee notó algo de nerviosismo en Saint, hasta ahora seguía reconociendo emociones humanas que le fueron asignadas.

Pocos minutos después, Joss llego hasta ahí, vestía ese incomodo traje y colocó los papeles sobre la mesilla junto a la piscina.

-¿Así que una tarde relajada?- su amigo preguntó con sarcasmo y Zee notó la forma en que él y Saint intercambiaron miradas, por alguna extraña razón, Saint pareció un poco aterrado con el encuentro, fue muy confuso para él comprender por qué reaccionaba así ante la presencia de una persona que veía por primera vez-. ¿Quién eres tú?- al parecer Saint despertó la curiosidad de su buen amigo.

-Él es Saint, él es mi pareja- Zee se adelantó presentándolo y lo hizo como lo que realmente Saint era para él-. Saint, este sujeto es Joss Wayar, un buen amigo. Se encarga de algunos negocios por mí y a veces viene para hacerme firmar papeles, no tomará mucho tiempo, no tienes que estar incomodo.

-Creo que mejor iré adentro- Saint se salió del agua y se colocó una toalla en la espalda, pero Zee lo detuvo tomando su mano.

-No te vayas, siéntate aquí a mi lado- Saint asintió encogiéndose de hombros y como de costumbre obedeció sus instrucciones.

-Creo que tu rostro me hace conocido- pronunció Joss. Mirando con curiosidad a Saint que ahora agachaba el rostro y no pronunciaba palabra alguna-. ¿Dónde estudiaste?

-Yo, no estudié.

-Qué raro, podría jurar que alguna vez te vi en la universidad.

-No lo creo- Zee se estaba fastidiando de la insistencia de su amigo, no le gustaba para nada que hiciera sentir incomodo a Saint, así que sin restricciones, decidió confesarle todo-. Te diré esto pidiéndote de antemano que evites hacer comentarios o emitir una crítica.

-¿A qué te refieres? - dijo Joss

-Saint es un androide. Lo he comprado hace dos meses, el doctor Suppasit lo ha hecho para mí.

-¿Te volviste loco? ¿Cómo tendrías de pareja a un Robot? Zee, el asilamiento social te está afectando.

-Ahora que lo sabes y he firmado los papeles, creo que puedes irte.

-Pero...

-Anda, vete ya- Zre nunca había tenido que correr a su amigo, pero tuvo que hacerlo, no le gusto en lo absoluto la manera en que Saint se vio aterrorizado por su presencia. Quizá su programación consistía en sentir afecto por quien era su dueño, pero incomodidad hacia otros-. ¿Qué pasa?- lo tomó por el mentón y lo obligo a mirarlo.

-No es nada ¿Volvemos al agua?

Zee sonrió y le quitó la toalla de la espalda para volver a entrar juntos a la piscina. Algo no andaba muy bien, por lo que luego de unos minutos Zee lo sorprendió tomándolo por la cintura para colocarlo a la orilla de la alberca.

Trataba de descifrar lo que esa mirada medio apagada le decía, pero al tenerlo tan cerca no pudo contenerse las ganas irracionales que tenía de besarlo. Acortó la distancia entre sus cuerpos, se acomodó entre sus piernas y lo beso con esa pasión que caracterizaba la mayoría de sus besos.

El beso comenzó un poco extraño, Saint apretaba los labios y por un momento pensó en que se negaría a corresponderle. Todo cambio de pronto y pudieron fundir sus labios intercambiando el sabor de la boca contraria.

-¿Seguro estas bien?- Saint estaba a punto de responderle, pero sus palabras se quedaron atoradas en su garganta, Zee le besó la frente y repartió algunos besos por sus mejillas. Se acercaba peligrosamente hasta él y le acariciaba un poco los brazos-. Solo ve esto. Estoy aquí con mi mejor intento de seducción y tú no me estas mirando- susurró muy cerca de sus labios.

-Es solo que...- lo que estuvo a punto de decir quedó en el aire mientras los labios de Zee se posaban sobre los suyos sin hacer nada, simplemente besándolo lentamente, de manera dulce y gentil. Casi como un movimiento involuntario. Por fin Saint, se permitió corresponder a ese beso y colocó sus brazos alrededor de su cuello, enterrando sus dedos en su cabello húmedo.

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